VIVIR CON LA FAMILIA
 
Tenia 46 años cuando finalmente admití ante mi misma y ante alguien mas que mi abuela siempre se las arreglaba para hacerme sentir culpable, enojada y controlada. (Anónimo)
Podemos amar mucho a nuestra familia y preocuparnos por ella. Nuestros familiares pueden amarnos y preocuparse por nosotros. Pero interactuar con algunos miembros de la familia puede disparar verdaderamente nuestra codependencia, y a veces, lanzarnos a un profundo abismo de vergüenza, de rabia, de ira, de culpa y de impotencia.
Puede ser difícil lograr desapegarse, a nivel emocional, de ciertos miembros de la familia. Puede resultar difícil separar sus asuntos de los nuestros. Puede ser difícil adueñarnos de nuestra fuerza. Difícil, pero no imposible.
El primer paso es la aceptación y el estar conscientes, el reconocer simplemente, sin culpa, nuestros sentimientos y pensamientos. No tenemos que culpar a los miembros de nuestra familia. No tenemos que culparnos ni avergonzarnos a nosotros mismos. La aceptación es la meta, aceptación y libertad para escoger lo que queremos y necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos con esa persona.
Podemos liberarnos de los patrones del pasado. Nos estamos recuperando. La meta es el progreso.
“Hoy, Poder Superior, ayúdame a ser paciente conmigo mismo mientras aprendo a aplicar las conductas de recuperación con los miembros de mi familia. Ayúdame a luchar hoy por estar consciente y lograr la aceptación”.

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