Disciplina
Los niños necesitan disciplina para sentirse seguros; igual los adultos.
Disciplina significa comprender que hay consecuencias lógicas para nuestra conducta. Disciplina significa asumir la responsabilidad por nuestra conducta y las consecuencias. Disciplina significa aprender a esperar lo que queremos. Disciplina significa estar dispuestos a trabajar por lo que queremos. Disciplina significa aprender y practicar nuevas conductas.
Disciplina significa estar donde necesitamos estar, cuando necesitamos estar, a pesar de nuestros sentimientos.
Disciplina es el desempeño cotidiano de tareas, sean éstas conductas de recuperación o lavar los platos.
La disciplina implica confiar en que alcanzaremos nuestras metas aunque no podamos verlas.
La disciplina puede ser agotadora. Podemos sentirnos asustados, confundidos, inseguros. Más tarde, veremos el propósito. Pero esta claridad de visión generalmente no viene durante la época de disciplina. Podemos no creer incluso que estamos yendo adelante. Pero estamos. La tarea en épocas de disciplina es sencilla: escuchar, confiar y obedecer.
“Poder Superior, ayúdame a aprender a someterme a la disciplina. Ayúdame a estar agradecido porque Tú te preocupes por mí lo suficiente para permitir estas épocas de disciplina y de aprendizaje en mi vida. Ayúdame a saber que como resultado de la disciplina y del aprendizaje, algo importante se habrá resuelto en mi interior”.
comentario 2014
me gusta mucho esta lectura. Autodisciplina constante, lo dice Carmen en su metodo. Es imposible sentirse bien sin esfuerzo. Y es imposible una buena autoestima sin esfuerzo ni autodisciplina. Para mi tener disciplina es dejar a un lado tus emociones y sentimientos, esos que te dicen no lo hagas, ya lo haras cuando te apetezca por una decision firme y deliberada de no hacer caso a esos sentimientos, pues los sentimientos no son ordenes, y hacer sencillamente lo que tienes que hacer. Pirmero pensar en tu plan de accion y despues simplemente llevarlo a cabo sin pensar nada en si te apetece o no te apetece. Porque como haga caso a mi cabecita de que es lo que me apetece o no me apetece estamos listos. O si espero a que me apetezca, entonces no lo voy a hacer nunca.