Permanezcamos abiertos a nuestros sentimientos
Muchos de nosotros nos hemos vuelto tan buenos para seguir la regla “no sientas” , que tratamos de convencernos a nosotros mismos de no tener sentimientos, incluso en la recuperación.
“Si realmente estuviera trabajando un buen programa, no me sentiría enojado.”
“Yo no me enojo. Soy cristiano. Yo perdono y olvido”
“No estoy enojado. Estoy afirmando que estoy feliz.”
Todas estas son aseveraciones, algunas de ellas muy hábiles, que nos indican que estamos operando otra vez bajo la regla “no sientas” . Parte de trabajar un buen programa significa reconocer nuestros sentimientos y lidiar con ellos. Nos esforzamos por aceptar y lidiar con nuestra ira para que ésta no se endurezca y se convierta en resentimiento. No usamos la recuperación como pretexto para cerrar nuestras emociones.
Si, estamos esforzándonos por el perdón, pero queremos seguir sintiendo, escuchando y quedándonos con nuestros sentimientos hasta que llegue el momento de librarlos adecuadamente. Nuestro Poder Superior creó nuestra parte emocional. Dios no nos está diciendo que no sintamos; son nuestros sistemas disfuncionales.
“Hoy me rehusaré a aceptar la vergüenza por parte de los demás o de mí mismo por el hecho de sentir mis sentimientos”.
COMENTARIO 2014
Si realmente estuviera mejor, no sentiria emociones negativas. Eso es lo que nos venden, tienes que estar siempre contenta, siempre feliz. Si te sientes mal, no eres feliz. Tienes que ser siempre feliz.. No sientas emociones feas. O lo que sientes no es importante, lo que es importante es que te portes bien y me des la menor guerra posible, que ya estoy trabajando mucho para darte de comer, lo que me faltaba era que encima te portes mal

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