Tú eres digno de ser amado.
Nos regresamos… y nos regresamos… y nos regresamos… a través de las capas de miedo, de vergüenza, de heridas y de encantamientos
negativos cuando descubrimos al niño exuberante, sencillo, encantador y amoroso que había, y que aún hay, en nosotros.
Más allá de la codependencia.
Tú eres digno de ser amado. Sí, tú.
Tan sólo porque la gente no haya estado contigo, tan sólo porque ciertas personas no hayan sido capaces de demostrarte amor de
maneras que sí funcionaran, tan sólo porque las relaciones hayan fracasado o se hayan agriado, eso no significa que no seas digno de
ser amado.
Has tenido lecciones que aprender. A veces, esas lecciones te han lastimado.
Deja ir el dolor. Abre tu corazón al amor.
Tú eres digno de ser amado.
Tú eres amado.
Hoy me diré a mí mismo que soy digno de ser amado. Esto lo seguiré haciendo hasta que lo crea.