ARGUMENTA, RAZONA, NO TE ENROQUES

PIENSA. SER CONSCIENTE ( VALOR= CONCIENCIA). NO IR EN PILOTO AUTOMATICO. NO A LAS PRISAS Y ACELERONES.  IR CON OREJERAS. NO VER LA REALIDAD Y LAS COSAS COMO SON , SINO COMO YO CREO QUE SON

PENSAR O REACCIONAR

SABER PORQUE HAGO LO QUE HAGO, HACIA DONDE VOY, SABER BIEN MIS MOTIVOS Y NO ACTUAR SIN MAS, A LO TONTO, SIN NINGUNA CONCIENCIA, COMO UN NIÑO PEQUEÑO, NADA MAS PORQUE ME LO MANDAN Y SOY BUENO, SOY OBEDIENTE, CUANDO MUCHAS VECES EL JUICIO Y CRITERIO DE LOS PADRES ESTA PEOR Y SON MAS INFANTILES QUE LOS PROPIOS NIÑOS
Reaccionar es lo que hacemos como code cada vez que enfrentamos una situación, no pensamos antes de hablar o actuar, reaccionamos casi en segundos, para solo despues pensar y claro, arrepentirnos.  Nos arrepentimos o lamentamos pero internemente, no estamos preparados para aceptar que nos equivocamos por no pensar.  Es tan fuerte esta enfermedad llamada codependencia que nos hace ser lo que no queremos.
Cuantos malos ratos nos ahorrariamos si dieramos importancia al silencio para poder pensar antes de actuar.     Explotamos, creamos crisis y sufrimos las consecuencias, pero ya es tarde, debimos pensar, pero no una vez, debimos pensar muchas y largas veces antes de emitir juicios y querer poner todo y a todos en su lugar.  El code cree tener la única verdad y no piensa que los demás tambien tienen  cosa para aportar en una situación, los hace sentir mal y de paso pierde él tambien su serenidad.
Como el vivir tanto tiempo con una persona con problemas nos ha atrofiado el pensamiento. es bueno aplicar este Lema  para acostumbrarnos a una nueva forma de actuar, no es estan difícil, solo hay que tenerlo presente.
Pensar nos impide reaccionar y nos obliga a meditar en nuestro bienestar o lo que nos conviene hacer.  Nuestras acciones muchas veces motivadas por el dolor, ira, frustración nos traen nefastas  consecuencias y solo se nos ocurren fugas geográficas  (escapadas) las cuales no son beneficiosas ya que nos exponen a peligros al no estar en capacidad de pensar en cuidarnos.
Ya es hora de pensar, meditar, no repetir errores, recordar experiencias pasadas, sacarles provecho y de esta forma no limitar nuestras oportunidades.
Muchas son las personas privilegiadas que piensan antes de actuar, podemos seguir su ejemplo, guía, aceptando humildemente su ayuda y ver mas clara y nítidamente lo que la vida puede ofrecernos y no lo que la code nos hace ver.  Seguro que a nuestro alrededor esta una persona que no reacciona, no busca venganzas, no esta pensando mal de todos, es y se ve pacífica, esa es a la que debemos imitar.
Cada día que pasa  debemos encontrar motivos para crecer espiritualmente, ser mejor personas, recordando que viejas ideas no son son provechosas, nos han traído muchas discusiones y es más conveniente encontrar nuevas perspectivas hasta ahora descartadas o pasadas por alto, en fin , estar preparado para pensar, aprender y cambiar.
 
SISTEMA REFLEXIVO VS SISTEMA IMPULSIVO
Ver ventajas a largo plazo
satisfacer deseo de forma inmediata
AUTOCONTROL
CONCIENCIA VS INSTINTOS
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4. Ventajas de ser reflexivo
 

Con la reflexión se obtiene un mayor conocimiento de nosotros y de nuestra realidad personal, damos respuesta a quiénes somos y lo que hacemos en la vida. Por un lado, obtenemos un mayor conocimiento de nuestra personalidad; manera de ser, rasgos principales de nuestro carácter, gustos, preferencias, etc. y, por otro lado, tenemos más claro nuestros proyectos personales, propósitos, objetivos y metas.
Las personas reflexivas tienen un mayor dominio de todas las situaciones y de sí mismo, pues son observadores y conocen con bastante exactitud lo que está sucediendo a su alrededor.
Son personas que suelen salir airosos de los conflictos o problemas, ya que tienen una mente continuamente activa y saben resolver situaciones complicadas, debido a su facilidad para analizar las situaciones y a la gran capacidad de síntesis que poseen, resumiendo y concretado el estado de cada situación por complicada que sea.

DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
DIEZ PROPUESTAS PARA EL AULA UNIVERSITARIA
Resumen: La conclusiones de esta investigación realizada a lo largo del curso 2008 en
las aulas universitarias de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de
Cataluña, se sitúan en un marco paradigmático crítico-reflexivo, superador del
conocimiento por reproducción o transmisión y apuesta con determinación por la
formación reflexiva de los futuros docentes. Las propuestas de desarrollo de la
competencia reflexiva en el aula universitaria son adecuadas para todas las titulaciones
aunque mi experimentación se ha circunscrito en titulaciones deformación docente. Las
10 propuestas que se presentan propician en cada estudiante la contrucción de su
proyecto personal y promueve la competencia reflexiva y la activa en los escenarios
profesionales reforzandose de este modo la profesionalización docentes. Fomentar la
competencia reflexiva durante la formación inicial universitaria ha producido estos
resultados profesionalizadores en los docentes egresados de la Universidad que
podemos sintetizar así:
Mayor capacidad de resolver situaciones prácticas como profesionales expertos.
Articulación más profunda en su quehacer docente de teoría y práctica,
conocimiento formal y práctico, criterio científico y compromiso ético y social.
Mayor preparación metodológica para innovar e investigar a partir de su trabajo
docente.
Abstract
The findings of this research conducted throughout the course in 2008 the university
classrooms in the Faculty of Education, International University of Catalonia, located in
a critical-reflexive paradigm, overcoming the reproduction and transmission of
knowledge and determination to bet with reflexiva training of future teachers. Proposals
for the development of reflexive competence in the classroom are appropriate for all
university degrees but my experimentation has been confined deformation degrees in
teaching. The 10 proposals submitted to each provide students the construction of its
project staff and promotes competition thoughtful and active professionals in the
scenarios thus reinforcing the professional teachers. Encouraging reflective competence
during initial training college has produced these results at professional teachers
graduated from the University we can summarize as follows:
•Increased ability to solve practical and professional experts.
• Articulation deeper in your work of teaching theory and practice, formal
knowledge and practical, scientific and ethical and social.
• Greater preparedness to innovate and research methodology from his work
teaching
Palabras clave: formación reflexiva en el aula universitaria; desarrollo de la
competencia reflexiva; profesionalización; estrategias para enseñar la reflexividad;
formación universitaria; propuestas docentes para la reflexividad.
Keyword: training in the university classroom reflexive; development of reflexive
competence, professionalization; strategies for teaching reflexivity; training college;
proposal for teaching reflexivity.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
DIEZ PROPUESTAS PARA EL AULA UNIVERSITARIA
Dra. Ángeles Domingo Roget
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I. DE LA REFLEXIÓN OCASIONAL A LA REFLEXIÓN METODOLÓGICA
La capacidad de reflexión se nos presenta, en principio, como una característica de la
persona, inherente a la condición humana. Sabemos, y así lo corrobora la experiencia
propia, que el ser humano puede poner en ejercicio su capacidad reflexiva
espontáneamente sin precisar de un aprendizaje explícito o formal. En términos
generales podemos afirmar que el ser humano es capaz de reflexionar y pensar de forma
innata.
Sin embargo para afrontar el estudio de la la cuestión que se precisa apuntar es la
diferencia existente entre la forma habitual de reflexionar del ser humano y la
denominada Reflexión medotológica. Aunque una se apoya en la otra no son realidades
iguales ni expresiones de significado unívoco.
En primera instancia podemos afirmar que si bien es cierto que la reflexión en el ser
humano es una realidad natural y espontánea, la competencia reflexiva1
es, por el
contrario, una una actividad aprendida que requiere un análisis metódico, regular,
instrumentado, sereno y efectivo y qué ésta sólo se adquiere con un entrenamiento
voluntario e intensivo. Podemos decir que se diferencian en que la reflexión
ordinariamente es una actividad mental natural y ocasional, la CR es una postura
intelectual metódica ante la práctica y requiere una actitud metodológica y una
intencionalidad por parte de quien la ejercita. Algunas de sus diferencias más obvias se
muestran en el siguiente cuadro comparativo:
NOTAS DIFERENCIALES
Casual Intencional
Improvisada Premeditada
Natural Instrumentada
Instantánea Sistemática
Espontánea Metódica
Innata Aprendida
REFLEXIÓN REFLEXIÓN METODOLÓGICA
Figura 1: Reflexión natural y Competencia reflexiva
Aunque acabamos de exponer que la reflexión es una operación natural de la
inteligencia humana, resulta claro que para que una persona actualice la capacidad
reflexiva que tiene en potencia necesita desarrollar ciertos hábitos reflexivos como son
la curiosidad y la disciplina mental pues estos no se improvisan espontáneamente. Se
requiere un compromiso con la reflexión puesto que una simple disposición para la
reflexión puede convertirla en algo esporádico y superficial.
1 A partir de ahora utilizaré para referirme a ella la abreviatura CR (competencia reflexiva)DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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Así como la reflexión como tal ya ha sido estudiada en el capítulo anterior, se precisa
ahora una profundización en el concepto de PR, analizando sus orígenes, naturaleza,
finalidad, etc.
A modo de información preliminar podemos distinguir la CR profesional de la CR del
estudiante univesitario. Nuestro estudio se centrará concretamente en la segunda
modalidad puesto que nuestra investigación pretende estudiar cómo introducirla,
enseñarla y comprobar sus resultados formativos en los universitarios cuando aún se
encuentran en el periodo de su formación inicial universitaria; su vivencia e inmersión
en el escenario profesional se lleva a cabo sólo por medio de las prácticas o conctactos
puntuales en su futuro sector profesional. Postulamos que en la medida en que el
estudiante universitario sea iniciado en esta metodología reflexiva durante su etapa
universitaria, en esa misma medida podrá, en un futuro profesional próximo, ejercitarse
como un docente reflexivo que aprende de su propia práctica. Precisamente la capacidad
aumentar su CR se convierte en el estudiante en uno de los medios de reforzar la calidad
del proceso educativo y de promover un aprendizaje adecuado a la enseñanza superior.
Para Barnett (1992), la CR es un medio para estimular a los estudiantes a que
desarrollen la capacidad de observarse a sí mismos y de emprender un diálogo crítico
con ellos mismos y con todo lo que piensan y hagan; es un procedimiento reflexivo en
que el alumno/a se interroga sobre sus pensamientos o acciones. El resultado deseado
del aprendizaje de cada uno de los estudiantes es el del profesional reflexivo.
Este planteamiento formativo, estrechamente ligado a la realidad, se sustenta en una
visión constructivista del aprendizaje práctico del estudiante, según la cual el
conocimiento sobre la práctica docente debe ser un conocimiento creado por el mismo
sujeto en formación, no un conocimiento creado con anterioridad por terceros y
transmitido por ellos. El alumno/a practicante se está formando de un modo real y
auténtico, precisamente porque es él quien concede un significado personal a unos
contenidos que ahora vive y sobre los que reflexiona y en los que están implicadas
muchas dimensiones de su persona.
II. PROPUESTAS DOCENTES PARA LA FORMACIÓN REFLEXIVA DE LOS ESTUDIANTES
Resulta relativamente fácil disponerse favorablemente respecto a la formación de
estudiantes reflexivos. Sin embargo la innovación que esto supone en el ámbito de la
formación universitaria es notable y este objetivo formativo – que para algunos se
percibe aún como un ideal y para otros constituye una realidad – plantea una ruptura
considerable con los planteamientos academicistas de larga tradición que laten bajo el
quehacer docente de muchos profesores universitarios. La necesidad de un cambio en
los modelos de enseñanza-aprendizaje comienza con la compresión de la función
docente como acción prioritaria para guiar y orientar el proceso de aprendizaje,
mediante la realización de una verdadera acción mediadora entre el alumno y su
aprendizaje. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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Se desea cambiar la orientación del aprendizaje hacia formas crítico-reflexivas, pero lo
que se presenta dificultoso es hacerlo realidad en los currículos de Educación Superior
actual. Se apuntan algunas orientaciones y sugerencias que propician en los estudiantes
el desarrollo de la reflexividad y el aprendizaje de la CR en la universidad,
especialmente enmarcado en el espacio curricular del Practicum, que ofrece a los
estudiantes una vivencia de su espacio profesional real de las aulas escolares. Estas
sugerencias pedagógicas son el resultado de mi propia experiencia docente y del
simultáneo estudio de su fundamento teórico.
Conviene señalar que la enseñanza de la capacidad reflexiva, precisamente por su
propia naturaleza, se resiste a un intento de formalización que la encorsetaría y que
invalidaría su aplicabilidad a otros contextos universitarios. Algunas pueden ser
aplicables a otras titulaciones universitarias y otras son específicas de la preparación
para la profesión docente. Enseñar a nuestros alumnos –futuros maestros/as – a ser
reflexivos, en primer lugar requiere un cambio en el docente, en sus concepciones, sus
actitudes, sus planteamientos, sus prácticas, etc. Las iré enumerando y describiendo
brevemente.
1. Facilitar situaciones de aprendizaje
El papel tradicional del profesor como transmisor del conocimiento pierde valor, a la
vez que adquiere relevancia su nueva función de crear condiciones que faciliten a sus
alumnos/as oportunidades de desarrollo personal y potencien sus conocimientos,
competencias, capacidades y habilidades. Ello da lugar a una «nueva» consideración del
profesor como agente (Rué, 2007), o sea, como alguien con capacidad de actuar
deliberadamente, efectuar cambios y responsabilizarse de sus acciones, interviniendo de
forma flexible y contextualizada
Y Si el trabajo del docente ya no consiste propiamente en transmitir conocimientos sino
en facilitar situaciones de aprendizaje a partir de la práctica, su función principal es la
de actuar como facilitador y orientador de los procesos reflexivos que realizan sus
alumnos a partir de la práctica. Para asumir esta nueva identidad, el profesor
universitario ha de ser consciente de la relación potencial entre enseñanza y aprendizaje.
Si falta dicha concienciación el docente acabaría, a largo plazo, apoyándose en ese
potencial pero de un modo inconsciente y menos fructífero en la formación de los
estudiantes. No es aconsejable que el docente efectúe un paso brusco sino progresivo en
el uso de los métodos exclusivamente didácticos a los métodos basados en una estricta
autonomía del alumno. Heron (1993) cita tres modalidades de facilitación: la jerárquica,
la cooperativa y la autónoma. Sin embargo no debemos interpretar que la facilitación
por parte del docente signifique ausencia de estructura o de límites.
Como consecuencia de la interiorización de su nueva función en el aula universitaria el
profesor trabajará para poner al alcance de todo el grupo el conjunto más amplio posible
de recursos para el aprendizaje y se considera a sí mismo como un recurso flexible para
uso del grupo. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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Fácilmente el profesor centrará a sus alumnos en actividades con poder transformador,
es decir, que propiciará un aprendizaje transformacional aunque no explicite esta
intención. Y refiriéndose a esa emergente función, Rué apunta:
“La mediación facilita y ayuda a construir y reconstruir el conocimiento del
propio alumnado, aportándole experiencias positivas de aprendizaje. Este
enfoque de enseñanza potencia un pensamiento reflexivo y no sólo
reproductivo, que lleva implícita la utilización de estrategias metodológicas
adecuadas a la realidad del aula.”
(Rué, 2002: 56)
Para la formación reflexiva el docente ha de promover una relación dialógica, un
diálogo reflexivo en el que se compromete al alumno hasta el extremo de sus
conocimientos, su yo y el mundo. Este diálogo además genera una conexión con los
otros compañeros/as que reporta la seguridad necesaria para exponer sus ideas y asegura
que el alumno proyecte sus consecuencias para él y para su aprendizaje. Además la
conexión con los otros apoya la perturbación o el trastorno que puede producirse cuando
se cuestionan supuestos vigentes y el diálogo eficaz versa sobre el material emocional
que fluya a partir de esas cuestiones. La participación con los demás, aunque a veces
presente una vertiente dolorosa, puede generar nuevos aprendizajes, forjados en la
incomodidad y la lucha del diálogo, que emergen como el aprendizaje reflexivo y crítico.
Por ello el docente universitario cuenta con el poder del diálogo intencionado para
promover y enseñar la CR.
Esta premisa contribuye a combatir la resistencia a considerar la enseñanza como
práctica profesional en la enseñanza superior. Y si esta línea es válida para todas las
titulaciones, en el caso de los futuros maestros la presión hacia la orientación práctica se
intensifica por ser una profesión de coste práctico y aplicado.
2. Apertura del docente a los contextos del aprendizaje
Para facilitar la reflexividad de sus alumnos, los docentes universitarios han de
sostener habitualmente una postura más abierta en relación con el contexto del
aprendizaje, y de las situaciones, sin limitarse al terreno en que se saben expertos,
ocupados en una formación continua. Esta actitud potencia una relación unidireccional
con sus alumnos cuando lo que se necesita es establecer relaciones bidireccionales
(profesor-alumno) que contribuyan al aprendizaje transformacional en los alumnos. Para
enseñar la PR se ha de ejercitar un verdadero diálogo reflexivo, que exige
bidireccionalidad.
Otro buen recurso en esta misma línea es que el profesor aproveche su práctica
profesional para el ejercicio docente, así como para su investigación, etc. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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Es preciso que el docente universitario transforme su enseñanza en el aula universitaria
abriéndola a nuevos contextos que produzcan cambios e interacciones que sean capaces
de acelerar los aprendizajes de sus alumnos/as y sus motivaciones para obtenerlos.
3. Transparencia disciplinar con los estudiantes.
Otro modo de favorecer la el desarrollo reflexivo la encontramos en la transparencia en
la relación de los docentes con sus alumnos. Entre los académicos existe una cierta
tendencia a ocultar la lucha intelectual en que están comprometidos en la disciplina
escogida por ellos y sus dilemas correspondientes. El principio de la transparencia
requiere que el profesor haga explícitos los procedimientos secretos presentes en el
programa, no sólo las tareas. Los alumnos precisan conocer las tareas es decir, qué hay
que hacer, pero también precisan conocer el procedimiento, es decir, cómo se debe
realizar. También este mismo principio, a su vez, ha de aportar claridad sobre las
relaciones de poder presentes en las situaciones de aprendizaje y, al hacerlas explícitas,
permite a los alumnos adaptar su postura ante ellas, reconociéndolas y familiarizándose
con ellas. Barnett plantea que los académicos se presenten como personas, se
comprometan con la acción crítica, y se coloquen en una situación que no difiera de la
de los estudiantes. Este proceso exige: “valor, integridad y autenticidad, por una parte, y
las cualidades de la paciencia, sensibilidad, respeto y reciprocidad intersubjetivos, por
otra.” (Barnett, 1997: 110).
4. Transferir la responsabilidad del aprendizaje
La maduración de la idea del profesor universitario como facilitador de aprendizaje del
alumno y no de transmisor de conocimientos lleva a interrogarse acerca de la
responsabilidad del aprendizaje y sobre quién debe recaer ésta. El paso de los métodos
de transmisión de conocimientos desde un formato tradicional a los de facilitación del
aprendizaje supone cierta transferencia de responsabilidad del profesor al estudiante,
especialmente, la concerniente al aprendizaje del alumno que de forma inconsciente
suele asumirla el profesor. Esta transferencia de responsabilidad al alumno ha de
hacerse de forma progresiva y en muchos casos se tratará sólo de una transferencia
parcial y que supone una novedad para el alumno no exenta de inseguridad e
incertidumbre comparado con la costumbre de la clase magistral que sitúa la
responsabilidad en el docente y en el grupo, pero no en el alumno individual. Este
cambio fácilmente estimula al alumno con elementos emocionales que le llevan a
comprometerse y a retarse a sí mismo en su propia capacidad de aprender. Asumen
riesgos, sienten miedo, se aventuran a nuevas formas de aprender, y adquieren
progresivamente una mayor autonomía y creatividad en su percepción de la realidad y
de la práctica educativa. Barnett (1997) hace una apuesta radical sobre la formación
crítico-reflexiva que los docentes han de promover en la enseñanza superior: DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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“Los académicos se han fijado para sí mismos un conjunto limitado de
tareas para desarrollar las capacidades críticas de los estudiantes[…] la
enseñanza superior para la época moderna tiene más misión que generar
incertidumbre epistemológica; también debe proporcionar incertidumbre
personal y ontológica y tiene que producir una incertidumbre práctica”.
(Barnett, 1997: 175).
Sin embargo para que ese proceso sea formativo y fructífero se requiere una
participación considerable del docente que debe dedicar menos tiempo al discurso
proposicional y más tiempo a escuchar y orientar personalizadamente a sus alumnos
que han vivido experiencias distintas en contextos escolares muy variados. El docente
reduce el índice de responsabilidad en el aprendizaje del alumno y simultáneamente
aumenta el índice de responsabilidad en las tareas de supervisión.
5. Establecer complicidades didácticas con los alumnos/as
El docente universitario ha de estar dispuesto a mantener un tipo de relación con sus
estudiantes que no responde al modelo tradicional académico. Si estas relaciones han
estado marcadas durante siglos por la separación y el aislamiento, ahora se tornan
relaciones más próximas tanto intelectual como afectivamente entre uno y otro y
también con los propios compañeros de estudios. Las relaciones que se establecen son
menos fijas, menos estandarizadas, más simétricas y, en ocasiones, novedosas, ya que se
sustentan en la facilitación no en la transmisión jerárquica del saber. Buber (1994)
apuesta fuerte por ellas y llega a afirmar que el aprendiz se educa gracias a las
relaciones y que la relación que caracteriza el aprendizaje personal es la relación yo-tú
que describe así: “la relación es mutua. Mi tú me afecta, como yo le afecto. Estamos
moldeados por nuestros alumnos y hechos por nuestras obras…Vivimos nuestras vidas
inescrutablemente incluidas en la fluyente vida mutua del universo.” (Buber 1994:30).
6. Crear conexiones emocionales positivas
Los docentes universitarios no están muy habituados a prestar atención a los elementos
emocionales del aprendizaje y es fácil que se desentiendan de los sentimientos de sus
estudiantes. El pensamiento de sus alumnos no va madurando biológicamente, o
biogenéticamente, o psicogenéticamente, sino todo de forma simultánea y global. El
sujeto va construyéndose globalmente a sí mismo a partir de sus percepciones, la
manera en que se le han presentado satisfacciones e insatisfacciones de sus necesidades
primordiales, la calidad de los sentimientos instalados, su pasado y presente
emocionales, etc.; todos esos elementos vertebrados y entrelazados entre sí van
especificando y delimitando sus cogniciones.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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Cuando el profesor universitario tiene estima por sus alumnos/as y está comprometido
con ellos, les facilita personalmente la construcción de su propia formación práctica, y
les presta el necesario apoyo a nivel emocional. En esta línea se expresa Valls:
“La vinculación que se establece entre docente-discente no sólo beneficia la
dimensión emocional de esta relación, sino aspectos tan diversos como el
aprovechamiento y el control del tiempo, el perfeccionamiento en las tareas,
el apoyo en momentos de desconcierto (¿cómo lo hago?, ¿voy bien
encaminado?…).
El acompañamiento realizado por el profesor ha de permitir que el alumno
sea capaz de proponerse objetivos a corto y largo plazo, encontrar
soluciones a sus dificultades, descubrir estrategias y recursos que le
permitan continuar avanzando en su proceso de aprendizaje. En este
contexto, se pueden generar espacios y situaciones que estimulen la
creatividad y minimicen los mecanismos de defensa frente al hecho de
aprender.”
(Valls, 2008: 34)
Precisamente las situaciones en que se produce el conocimiento están cargadas de
reflexiones, intervenciones personales, y los procesos de autoestima son en estas
ocasiones muy sensibles en función del efecto que producen en los demás. Las
relaciones más simétricas con profesor y alumno comportan una mayor vulnerabilidad
emocional en el estudiante que se sincera sobre su acción práctica, sus sentimientos y
sus reflexiones en la intervención escolar y después de ella.
Aunque sea obvio, en este marco se precisa recordar que los sentimientos de afecto
entre el docente y el practicante contribuyen a crear una actitud positiva hacia el
aprendizaje y se comunican a través de actitudes empáticas de paciencia, apoyo a su
autoestima, perseverancia, etc. En esta línea apunta Wernicke (1993) que las
interacciones son siempre emocionales e intelectuales, no pueden ser una cosa u otra; en
toda interacción, cada uno de los participantes aporta sus propias emociones; pero en
ocasiones surge una nueva emoción, ya no propia de cada uno sino propia de ambos o
del grupo: la interacción se ha transformado en relación; nace un vínculo.
El docente se compromete con sus alumnos en el aprendizaje y la voluntad de ayudarles
le conduce a planear y cambiar estrategias adaptándose a las posibilidades de los
estudiantes, incluso cuando éstos sostienen alguna actitud negativa.
Tal como apunta Freire (1996), los profesores enseñan a sus alumnos a querer y a
disfrutar del aprendizaje y dan muestra de competencia científica, capacidad de amar,
humor, claridad política y coherencia. Relacionan las dificultades y los obstáculos con
las facilidades para aprender. Estimulan la curiosidad crítica de los alumnos y no la
memorización mecánica de los contenidos transferidos.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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Para ellos, enseñar y aprender son partes inseparables del mismo proceso de conocer.
La función del profesor en la escuela es proporcionar un ambiente que estimule las
preguntas y las respuestas que dirigen el curso del pensamiento del alumno. El profesor
modifica los estímulos para que la respuesta logre la formación de disposiciones
intelectuales y emocionales deseables.
Para expresar este nuevo tipo de relaciones entre docentes y alumnos Belenky
(1996:221) utiliza la expresión aprendizaje conectado. En resumen, las relaciones
necesarias para propiciar la reflexividad en los estudiantes son mutuas y no
unidireccionales, abiertas a las diferencias, y la incertidumbre y no ligadas a unos
resultados inflexibles.
La noción de aprendizaje como un proceso social y colaborativo no se acomoda
fácilmente al tradicional sistema educativo occidental de corte competitivo e
individualista y distante.
7. Utilizar metodológicamente el diálogo reflexivo
Una de las aportaciones de Pedagogía contemporánea es el aprendizaje dialógico
(Flecha, 1997), planteamiento que pone el énfasis en las interacciones. El diálogo
reflexivo e intencionado constituye un elemento clave de la CR cuando se pone al
servicio del aprendizaje y lo interpretamos en nuestro contexto como diálogo didáctico.
Cada vez son más las investigaciones que confirman que el proceso de aprendizaje
depende de la coordinación entre las actividades que se llevan a cabo en los diferentes
contextos de la vida del estudiante y no sólo de lo que sucede en los espacios y tiempos
establecidos para la enseñanza en el aula universitaria. Para ello el diálogo es capaz de
introducir en el aula universitaria esa diversidad de vivencias y de elementos para que el
estudiante realice un aprendizaje profundo y significativo desde el punto de vista
psicológico.
Sin embargo conviene señalar que el hecho de que docentes y estudiantes estén
comunicándose en el aula universitaria no garantiza que exista un diálogo reflexivo.
Diálogo reflexivo y comunicación están estrechamente relacionados si analizamos el
contexto del aula universitaria, sin embargo no significan exactamente lo mismo aunque
percibimos que a nivel didáctico la comunicación y el diálogo son aliados básicos de la
reflexión.
La autorreflexión se apoya y se complementa con el diálogo con los otros, profesor y
compañeros, y ha de incluirse como estrategia didáctica formativa en la universidad.
Precisamente el diálogo reflexivo es el que conduce al pensamiento reflexivo y prepara
para Y Su uso metodológico facilita a los alumnos el paso del aprendizaje de bucle
sencillo al de doble bucle que hemos tratado anteriormente. Esta cuestión requiere que
el docente universitario no tema la participación de los alumnos en una situación de
clase y que sepa gestionar esas interacciones intelectuales que se generan entre teoría y
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Buena parte de la función del profesor en ese diálogo con y entre sus alumnos es
proporcionar un ambiente que estimule las preguntas y las respuestas que dirigen el
curso del pensamiento del alumno. En este sentido (Valls 2008) conviene tener en
cuenta que se debe atribuir un espacio y un tiempo para la reflexión del alumno/a, que le
permita pensar y verbalizar los procesos y las tareas, tanto las realizadas
satisfactoriamente como las que no lo son. Ello facilita integrar esta realidad en un
contexto de verdaderas oportunidades de aprendizaje, permitiendo ajustar la enseñanza
a las características singulares de cada uno de los alumnos/as. Desde el aprendizaje
dialógico la diferencia va unida a la igualdad: igualdad para que todos puedan llegar al
nivel de aprendizaje por el que opten y diferencia para que todos puedan hacerlo sin
renunciar a sus propias opciones antropológicas pedagógicas, y educativas, culturales,
religiosas, etc.
El profesor modifica los estímulos para que la respuesta logre la formación de
disposiciones intelectuales y emocionales favorables.
“El diálogo reflexivo que permite el aprendizaje críticamente reflexivo, compromete
a la persona hasta el extremo de sus conocimientos, su sentido del yo y del mundo,
tal como lo experimentamos. Por tanto, se cuestionan nuestras premisas sobre el
saber, sobre nosotros mismos y nuestro mundo. Se cuestionan también las premisas
vigentes sobre las ideas, el yo y el mundo”
Brockbank, 2002:73)
Sin embargo, la figura central en la organización y desarrollo del proceso educativo
recae en el profesor que guía ese diálogo reflexivo; su experiencia, motivación e
inclusión en la actividad, es la que promueve que sus alumnos construyan y
reconstruyan conocimiento en una atmósfera participativa e indagadora que propicia e
induce al estudiante a expresar su mundo interno2
. La construcción del conocimiento a
través del diálogo reflexivo no significa la ausencia absoluta de momentos expositivos
por parte del profesor. El profesor es quien promueve el diálogo reflexivo entre
docentes y estudiantes garantizando la bidirecccionalidad de la comunicación.
Sin embargo en este clima de diálogo existe una posible falacia didáctica: cuando las
intenciones del profesor consisten en hablar a sus alumnos largo y tendido, en sentido
didáctico, con la intención de transmitir su posición o conocimientos en una materia, el
diálogo deja de ser reflexivo y bidireccional y pasa a ser unidireccional e incapaz de
propiciar en los estudiantes ideas nuevas. Esta forma didáctica de apariencia dialógica,
cuando se basa en el diálogo unidireccional, se caracteriza por el hecho de que una de
las partes reclama para sí el carácter de experto que quiere interactuar con los que no lo
son.
2 Me agrada ilustrar esta consideración con unas palabras que ennoblecen el valor humano de la apertura a
los demás: “Un pensamiento que no se expresa, un juicio práctico que no se realiza, son actos infecundos.
Incluso el enriquecimiento personal que nace de la especulación teórica, alcanza todo su sentido cuando
se comparte” (Ruíz, 1996:402).DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
DIEZ PROPUESTAS PARA EL AULA UNIVERSITARIA
Dra. Ángeles Domingo Roget
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El diálogo que se plantea desde el aprendizaje dialógico es un diálogo igualitario, lo
que supone que se funciona a partir de la validez de los argumentos y no de la posición
de poder que cada agente ocupa. Cuando se lleva a cabo el diálogo igualitario, el
profesorado no ve cuestionado su papel, sino que, al contrario, se refuerza. También
aumenta su formación ante la necesidad de argumentar sus propuestas.
Conviene advertir que en estas situaciones didácticas el diálogo reflexivo no es
amenazador ni para quien enseña ni para quien aprende3
, es un estímulo y una recurso
pedagógico que genera energía para aumentar la significatividad del aprendizaje y para
que los alumnos se mantengan activos en ese proceso que no podrá ser transmisivo.
El diálogo reflexivo entre profesor y alumno y entre alumnos entre sí, permite
reflexionar a los alumnos sobre sus prácticas con el apoyo de los que dialogan con él, y
puede, a su vez, influir en su próxima práctica, y suele enriquecer con aprendizaje
práctico a todos los que intervienen en el diálogo colectivo.
El diálogo compartido supera en mucho el diálogo que uno puede establecer consigo
mismo. El diálogo reflexivo con los demás sobre una práctica facilita que se pueda
abordar los sentimientos del practicante antes, durante y después de la acción y se
produce el fenómeno del descubrimiento de teorías implícitas, elementos inconscientes
y elementos emocionales que han interactuado y que se hacen explícitos por medio de la
ayuda de los otros que pueden contribuir con su visión más externa y quizás algo más
objetiva.
Uno de los espacios más oportunos para el diálogo reflexivo es el Seminario, modelo
potencial del desarrollo de la PR del estudiante. El número de alumnos reducido facilita
el clima para ese diálogo entre unos y otros y la supervisión del docente resulta más
asequible y controlable.
8. Promover la perspectiva interdisciplinar y transdisciplinar
La CR propone al alumno/a el aprender a partir de su propia práctica en el aula escolar.
Y el alumno al acudir al aula se introduce en una realidad viva, unitaria, pero de gran
complejidad, plena de interacciones, fuertemente contextualizada, y en ciertas
situaciones le corresponde intervenir con una respuesta única, que condense y vertebre
una enorme cantidad de conocimientos, experiencias, creencias, teorías, etc. Urge por
tanto que en la institución universitaria proceda a una mayor transferencia del
conocimiento y promueva una perspectiva más interdisciplinar y transdisciplinar. Con
ello no fragmenta artificialmente el saber en disciplinas que la realidad profesional no
secciona, y las presenta profundamente relacionadas y unidas. Si esta sugerencia es, en
efecto, de complicada puesta en práctica, una contribución posible de los docentes es
3
Sin embargo en el hábitus y teorías implícitas de numerosos docentes sí que ese diálogo es percibido
inconscientemente como una situación amenazadora de control y dominio en el aula universitaria. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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abrir sus disciplinas, asignaturas y programas y adoptar actitudes más flexibles que no
les limiten a su estricto marco de referencia inmediato de su asignatura.
Tenemos que romper el encajonamiento del saber para convertirlo en un saber global. Si
el saber no aporta soluciones al contexto multidisciplinar que vivimos, no sirve de nada.
Podemos identificar tres acepciones diferentes del concepto de interdisciplinariedad, de
acuerdo con el resultado del informe elaborado como consecuencia del encuentro
convocado por la Universidad de Stanford, en agosto de 2002, para tratar de crear un
nuevo formato de trabajo universitario:
a) La versión banal, producto de una «complementariedad» entre diferentes
disciplinas, normalmente consecuencia de la necesidad de trabajar juntos abordando
diferentes aspectos de una misma problemática.
Por ejemplo, la relacionada con la cuestión urbanístico-social en las grandes metrópolis.
Intervienen y se interceptan urbanismo, arquitectura, geografía urbana, sociología,
economía, ingeniería, derecho, etc.
Esta interdisciplinariedad «de fin de semana», es portadora de la convicción de que lo
que las otras disciplinas puedan decir en nada cambiará el trabajo que cada participante
realiza. El resultado final es un «informe-sumatoria» donde los criterios de coherencia
entre los diferentes «productos» de cada disciplina son poco consistentes.
b) La versión académica, producto del tiempo que algunos investigadores pasan
juntos, es consecuencia de la obligación establecida por algún financiamiento concedido
por instituciones de enseñanza o que se dedican oficialmente a investigaciones
«interdisciplinarias». El resultado final es una conversación intelectualizada en la cual
cada uno de los interlocutores trata de exhibir su trabajo individual, sus hipótesis
«innovadoras», su «originalidad».
c) La posibilidad de una verdadera co-elaboración intelectual relacionada con la
puesta en interacción de las diversas disciplinas involucradas, cuyos resultados
potenciales no podrían haber sido producidos aisladamente. Para que esto pueda
producirse es necesario que previamente haya sido establecido un terreno común por
medio de conceptos fundamentales compartidos.
Esta es la dimensión de la interdisciplinariedad que nos interesa integrar en la
perspectiva docente de nuestra institución universitaria y por la que apostamos en esta
investigación.
La transdisciplinariedad implicaría la intersección de diferentes disciplinas, provocando
atravesamientos entre campos capaces de posibilitar múltiples visiones simultáneas del
objeto en estudio.
1. Los campos disciplinarios constituyen estructuras y si estos interaccionan
entre sí, producen relaciones. Por ello el profesor puede utilizar esas
posibilidades de intersección entre las disciplinas para los procesos de
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2. Promover la inteligencia general y no parcelaria. Para alcanzar a focalizar la
complejidad, superando la fragmentación disciplinaria, hay que avanzar mas allá
de la sumatoria de campos que prescinde de las interrelaciones. Interesa, por
tanto, que el profesor universitario promueva que sus estudiantes desarrollen
este tipo de inteligencia, una inteligencia general la denomina Morin, que no
pretende simplificar y reducir la complejidad artificialmente.
3. Realismo pluralista. El docente ha de transmitir respeto y aceptación por la
estructura compleja de la realidad educativa objeto de estudio y de práctica, en la
que “todo influye en todo”. El afán reduccionista de simplificar el análisis y la
práctica educativa descalificaría profesionalmente al profesor universitario4
. Si
el aula escolar es una organización versátil, viva, dinámica, abierta, flexible, hay
que formar a los estudiantes familiarizándoles con la perspectiva interdisciplinar
y transdisciplinar y orientarles en esa línea y promover modalidades de acción
conjunta que integren esta perspectiva5
.
4. Los campos disciplinarios precisan incorporar la crítica lógica al mismo
tiempo que la perspectiva pragmática. Cada disciplina tiene acceso a una faceta
del objeto de estudio y por eso es necesario producir agentes capaces de circular
entre dos o más campos disciplinarios simultáneamente.
Los saberes han de poder interrelacionarse en la educación superior con apuestas de
trabajo coordinado que propicien en el alumno practicante una mejor comprensión de la
realidad que está viviendo durante sus prácticas en la escuela, que es un ecosistema de
gran complejidad. Sólo tras una mejor comprensión de la situación educativa, la
intervención del alumno en el aula articulará más y mejor las distintas disciplinas
implicadas en las situaciones educativas (psicología educativa, la didáctica, la
sociología, etc.). La CR tiene como objetivo coparticipar y hacer dialogar entre sí estos
diversos saberes.
En esta línea, en nuestra universidad se ha formalizado el Practicum de cada curso de
Magisterio desde una perspectiva interdisciplinar e intradisciplinar implicando en el
Practicum de cada curso el mayor número posible de asignaturas troncales u
obligatorias, recientemente cursadas por el estudiante, con el trabajo cooperativo de los
profesores implicados.
4
En Teoría de Sistemas se conoce con el nombre “Prerrequisito de Ashby”, la ley formulada por
Luhmann, según la cual sólo la complejidad, puede acoger complejidad. Aunque también está en lo
cierto Habermas cuando plantea paradójicamente que la introducción de nuevos sistemas para reducir
complejidad puede, más bien, aumentarla.
5
Todo docente universitario es consciente de la complejidad que plantea la realidad educativa, pero en
ocasiones se evita la perspectiva interdisciplinar por motivos más bien psicológicos, puesto que abrirse a
las relaciones interdisciplinarias genera inseguridad intelectual y desafíos que se presentan como
amenazas a la sensación de dominio sobre un programa o disciplina cerrado y el docente puede temer esa
pérdida de control, en la que se apoya su poder y autoridad. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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9. Enfocar el aprendizaje desde la perspectiva holística
Si la formación del futuro maestro ha de orientarse a la práctica, uno de los modos de
prepararle para su quehacer docente es propiciar durante su formación inicial un modo
de pensar de carácter analógico que le ayude a lograr que su mirada intelectual hacia el
objeto de estudio sea capaz de captar las diferencias sin perder la unidad. El
Diccionario de la Real Academia Española define el holismo como «la doctrina que
propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes
que lo componen.” En este contexto surgen las llamadas sinergias, ese efecto añadido
positivo que se produce al unir dos o más unidades y que es superior cualitativamente a
la estricta suma. La perspectiva holística6
– a veces asimilada a la naturalista – se nutre
conceptualmente de la investigación etnográfica y se la enmarca en la filosofía de la
totalidad7
. Propone una visión global de la realidad estudiada, integrando toda su
complejidad desde distintos puntos de vista, internos y externos, objetivos y subjetivos,
y en la que interesan las interpretaciones de todos los implicados en el estudio de las
temáticas.
Es la perspectiva más coherente con la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad.
Este enfoque del conocimiento implica a todos sus componentes, con sus relaciones
obvias e invisibles. Normalmente se usa como una tercera vía o nueva solución a un
problema. El holismo enfatiza la importancia del todo, que es distinto que la suma de
las partes (propiedad de sinergia) y da importancia a la interdependencia de éstas.
La psicología cognitiva suele llamar holístico a aquel estilo de aprendizaje que estudia
el todo, relacionando sus partes, pero sin separarlo del todo, en palabras del profesor
Wernicke:
“El paradigma general del sujeto será holístico cuando reconozca la
construcción mental de un sistema de mapas globales y fragmentarios como
formas de captación y organización de la realidad, con interpretación
simultánea desde diversas dimensiones, la inevitable interacción entre todos los
mapas (integración) y un constante desarrollo dinámico objetual-fenoménico y
subjetivo.”
(Wernicke, 2003:168)
En cambio, un paradigma fragmentario supone la falta de interacción entre las diversas
dimensiones del ser humano y la división estricta entre los diversos mapas, sin una
supuesta influencia recíproca de estos entre sí. A la perspectiva holística se opone la
6
El holismo (del griego holos que significa todo, entero, total) es la idea de que todas las propiedades de
un sistema (biológico, químico, social, económico, mental, lingüístico, etc) no pueden ser determinadas o
explicadas como la suma de sus componentes. El sistema completo se comporta de un modo distinto que
la suma de sus partes.
7
Esta característica, propia de la investigación etnográfica, propone una visión global de la realidad
estudiada, integrando toda su complejidad desde distintos puntos de vista. Esto la hace más rica en
significados sociales ya que reproduce distintas perspectivas.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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serialista. La diferencia fudamental entre estos dos tipologías de aprendices se pueden
sintetizar así:
a) Aprendizaje serialista: aquel en el que se aprende paso a paso, creando nuevas
hipótesis a medida que avanzan y “a quienes los árboles no dejan ver el bosque” (Daniel
1975:85). Cuando se les pide que enseñen lo aprendido los serialistas reproducen el
procedimiento con exactitud. Este aprendizaje se aproxima al concepto de enseñanza
como reproducción.
b) Aprendizaje holístico: aquel en que se aprende globalmente, apreciando la
complejidad y el marco completo. Cuando se les pide que enseñen lo que han aprendido
los aprendices holistas cambian el orden y saltan de unas cosas a otras, aunque sin
perder la coherencia y el sentido. En este caso el planteamiento de la enseñanza se
entiende como transformación.
Estudiadas las diferencias entre el holismo y el serialismo, debemos apuntar que para
lograr que los estudiantes sean capaces de activar su capacidad reflexiva se requiere que
sus profesores los hayan familiarizado con esta perspectiva, promoviendo estrategias de
aprendizaje holístico y evitando que su aprendizaje se estructure de una forma lineal,
plana y atomizada.
Precisamente el espacio curricular del Practicum (prácticas en espenarios rofesionale
durante toda formación univesitaria, favorece esta percepción holística de la realidad
educativa y contribuye a que el estudiante, a medida que avanza en su proceso
formativo, establezca relaciones cognitivas y experienciales – interdisciplinares e
intradisciplinares – a partir de sus prácticas y que éstas siendo crecientes, abiertas y
creativas conduzcan a una síntesis profesionalizadora en su saber, su saber hacer y su
saber estar.
Estas propuestas se sustentan en varias investigacione que llegan a la misma conclusión
por diferentes itinerarios. El enfoque atomista del aprendizaje se centra en los detalles,
aislados o en sucesión, recordando la secuencia serialista. Los enfoques holistas o
holísticos hacen hincapié en los significados globales y tratan de contextualizar el
material nuevo en lo que ya se conoce y buscan los argumentos clave o principales
(Svensson, 1997). Los programas pensados para aprendices atomistas revelaban que los
alumnos pueden modificar su enfoque o concepción del aprendizaje cuando se les
facilita un ambiente que apoye ese paso (Saljo, 1979).
Y dando un paso más en la línea expuesta, considero necesario no someter a un estudio
parcelario y fragmentado las situaciones que el practicante vive en el aula. Son
vivencias que acumulan muchos elementos e interacciones ricas y complejas latentes en
el aula escolar y que la realidad presenta al practicante de forma global y unitaria. DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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Como consecuencia, es preciso que los alumnos al practicar la reflexión sobre su
práctica, lo hagan también de forma holística. Según Dewey (1989) la reflexión no
consiste en un conjunto de pasos o procedimientos específicos que han de seguir
sistemáticamente los profesores. Es, en cambio, una forma de afrontar y responder a los
problemas. La acción reflexiva constituye un proceso más amplio que el de la solución
racional de problemas. La reflexión implica intuición, emoción y pasión: no es algo que
pueda acotarse de manera precisa, como han tratado de hacer algunos, y enseñarse como
un conjunto de técnicas para uso de los maestros. Por tanto, para enseñar a los
practicantes a ejercitarse en la PR inicialmente habrá de hacerse con una etapa de uso
sistemático de un modelo o metodología que sistematice su reflexión y que guíe en
estos procesos reflexivos a los que está poco habituado. Una vez superada la
inseguridad e incertidumbre inicial, el practicante adquiere soltura y ya no se precisa el
seguimiento ordenado y sistemático de la metodología, así el practicante, usará el
método de forma flexible, abierta, sin límites, en definitiva, su PR irá adquiriendo una
clara orientación holística.
10. Estrategias y técnicas para inducir a la reflexividad
El docente en su tarea de planificación ha de definir qué estrategias de enseñanzaaprendizaje
se adecuan mejor a su contexto universitario y las que más faciliten la
iniciación, entrenamiento y desarrollo de la CR de los estudiantes.
El planteamiento docente que más favorece el aprendizaje reflexivo y como
consecuencia la CR, es la utilización de metodologías activas y participativas por parte
del alumno. El estudiante ha de ser el protagonista de su aprendizaje y entendemos por
pedagogía activa aquella que induce a los aprendices a estar activos intelectual y
mentalmentes, no sólo cinestésicamente.
Nos limitaremos a enumerar algunas de las estrategias de aprendizaje, sistemas de
evaluación y dinámicas de trabajo universitario que facilitan los procesos reflexivos en
los alumnos:
– Diario reflexivo individual y grupal.
– Registro de experiencias.
– Diálogo reflexivo.
– Carpetas de aprendizaje o portafolios.
– Trabajo colaborativo entre alumnos.
– Enseñar técnicas de observación sistemática.
– Estudio de casos prácticos.
– Reconstrucción mental y verbal de situaciones escolares.
– Auto-informe.
– Ejercicios de inferencia teórica a partir de casos particulares.
– Resolución de casos de intervención educativa.DESARROLLAR LA COMPETENCIA REFLEXIVA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
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– Reflexión compartida en los Seminarios de Practicum.
– Verbalización y narración de experiencias reales.
– Detección y análisis de teorías implícitas del docente que han influido.
– Detección metacognitiva de vacíos teóricos a cubrir con formación.
– Auto-evaluación y hetero-evaluación entre los practicantes.
– Utilización de la indagación como investigación.
– Utilización didáctica de la confrontación o conflicto cognitivo8
.
– Interacción consigo mismo, con los demás y con la teoría
Las diez orientaciones expuestas a través de las cuales el profesor/a universitario/a
puede propiciar el desarrollo de la reflexividad aunque son asequibles, suponen cierta
innovación y tensión por parte del docente. Mi experiencia al aplicarlas dichas
propuestas experimentalmente, en el marco de mi investigación doctoral, han mostrado
su efectividad formativa de un modo relevante.
A modo de síntesis final se presentan esquemáticamente las 10 propuestas que se han
tratado en este artículo orientado a la innovación docente en la Educación Superior.
10 CLAVES DOCENTES PARA UNA FORMACiÓN
REFLEXIVA DE LOS ESTUDIANTES
10. Estrategias para desarrollar la reflexividad
9. Enfoque holístico del aprendizaje
8. Perspectiva interdisciplinar y transdisciplinar
7. Diálogo reflexivo como método didáctico
6. Conexiones emocionales positivas en el aula
5. Complicidad didáctica con el alumno
4. Transferencia al alumno de la responsabilidad
3. Transparencia disciplinar del profesor
2. Apertura a los contextos del aprendizaje
1. Facilitar situaciones de aprendizaje
Propuestas docentes el desarrollo de la CR en el aula universitaria
8
Trasladar al aula universitaria la confrontación inicial entre teoría y práctica que se produce
frecuentemente en los estudiantes al entrar en contacto con el escenario profesional constituye una
situación de alto valor formativo que interpela su CR y les conduce a recodificar y reelaborar su
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reflrexividad

Es un proceso que tiene el ser humano, donde analiza, de acuerdo a sus capacidades y habilidades lo que desee desarrollar como el mismo conocimiento. La reflexividad busca lograr que las personas, en especial los adolescentes, sean capaces de entender la magnitud de las acciones que van a realizar, que analicen si esa acción les traerá consecuencias positivas o negativas.

Ventajas de ser reflexivos:

-Se realizaran las acciones que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la persona
-Su vida tendrá más satisfacciones que la vida de una persona que solo actúa por inercia o por influencia de sus pares
-Mayor capacidad  de análisis, que a largo plazo será muy beneficioso en su vida
-Mejor desempeño tanto en los estudios como en las diversas tareas que tiene un adolescente

¿Por qué los adolescentes no actúan reflexivamente?

Muchas veces la presión del grupo influye de manera considerable en el adolescente, instándolo a realizar acciones que van en contra de sus principios y valores por el simple hecho de estar de “moda” o porque todo el mundo lo hace.
El adolescente se encuentra en un dilema, hacer lo que mi grupo de amigos dicen que haga aunque vaya en contra de mis valores o rechazar esa acción y como consecuencia ser marginado socialmente. El adolescente reflexivo evalúa la situación con sus pros y contras, de tal manera que la reflexión que obtenga le guíe en lo que debe hacer.
Ser reflexivo no se trata solo de realizar acciones buenas sino de estar convencidos plenamente de que se está tomando la decisión más correcta para la vida. Pues el futuro de una persona depende de las decisiones que se tomen en determinadas situaciones.
En la adolescencia también hay una mayor capacidad de reflexión, donde el adolescente va a compararse con los otros muchachos que están a su alrededor, y con base en ello, llegan a establecer iniciativas propias y un concepto de sí mismos que les permite afrontar la vida de una manera más exitosa.
El pensamiento del adolescente difiere del pensamiento del niño. Los adolescentes son capaces de pensar en términos de lo que podría ser verdad y no sólo en términos de lo que es verdad. Es decir, pueden razonar sobre hipótesis porque pueden imaginar múltiples posibilidades. Sin embargo, aún pueden estar limitados por formas de pensamiento egocéntrico, como en el caso de los niños.
El nivel más elevado de pensamiento, el cual se adquiere en la adolescencia, recibe el nombre de pensamiento formal, y está marcado por la capacidad para el pensamiento abstracto. En la etapa anterior, llamada etapa de las operaciones concretas, los niños pueden pensar con lógica solo con respecto a lo concreto, a lo que está aquí y ahora. Los adolescentes no tienen esos límites. Ahora pueden manejar hipótesis y ver posibilidades infinitas. Esto les permite analizar doctrinas filosóficas o políticas o formular nuevas teorías. Si en la infancia sólo podían odiar o amar cosas o personas concretas, ahora pueden amar u odiar cosas abstractas, como la libertad o la discriminación, tener ideales y luchar por ellos. Mientras que los niños luchan por captar el mundo como es, los adolescentes se hacen conscientes de cómo podría ser.

 Factores que influyen en la madurez intelectual

Aunque el cerebro de un niño se haya desarrollado lo suficiente como para permitirle entrar en la etapa del pensamiento formal, puede que nunca lo logre si no recibe suficientes estímulos educativos y culturales. En la adolescencia, no solo hay una maduración cerebral, sino que el ambiente que rodea al adolescente también cambia, su ambiente social es más amplio y ofrece más oportunidades para la experimentación.
Todos estos cambios son fundamentales para el desarrollo del pensamiento. La interacción con los compañeros puede ayudar en este desarrollo. Según las investigaciones realizadas en Estados Unidos, cerca de la sexta parte de las personas, nunca alcanza la etapa de las operaciones formales.

Características típicas del pensamiento de los adolescentes

Encontrar fallas en las figuras de autoridad. Las personas que una vez reverenciaron caen de sus pedestales. Los adolescentes se hacen conscientes de que sus padres no son tan sabios ni saben todas las respuestas, ni tienen siempre razón. Al darse cuenta de eso, tienden a decirlo alto y claro con frecuencia. Los padres que no se toman estas críticas de modo personal, sino que las consideran como una etapa del crecimiento y desarrollo de sus hijos, son capaces de responder a esos comentarios sin ofenderse y reconocer que nadie es perfecto.Tendencia a discutir. A menudo, los adolescentes usan la discusión como un modo de practicar nuevas habilidades para explorar los matices de un tema y presentar un caso desde otros puntos de vista. Si los padres animan a sus hijos a participar en debates acerca de sus principios, mientras evitan llevar la discusión a título personal, pueden ayudar a sus hijos en su desarrollo sin crear riñas familiares.Indecisión. Dado que los adolescentes acaban de hacerse conscientes de todas las posibilidades que ofrece y podría ofrecer el mudo, tienen problemas para decidirse incluso en las cosas más sencillas. Pueden plantearse diversas opciones y medir las consecuencias de cada decisión durante horas, incluso aunque se trate de temas poco importantes.Hipocresía aparente. A menudo, los adolescentes no reconocen la diferencia entre expresar un ideal y buscarlo. Así, pueden usar la violencia en una marcha a favor de la paz, o protestar contra la polución mientras arrojan basura a la calle. Aún deben aprender que los valores no basta con pensarlos sino que deben vivirse para lograr un cambio.
Autoconciencia. La autoconciencia se relaciona con la tendencia a sentirse observados y juzgados por los demás. Los adolescentes pueden ponerse en la mente de otras personas e imaginar lo que piensan. Sin embargo, como tienen problemas para distinguir entre lo que les interesa a ellos y lo que les interesa a los demás, suponen que los demás piensan de ellos igual que ellos mismos. Así, cuando un o una adolescente ve un grupo de chicos riéndose, «sabe» que se están riendo de él o ella. Aunque este tipo de autoconciencia se da también entre los adultos, en los adolescentes se da de un modo más intenso y son mucho más sensibles a las críticas, de modo que es importante que los padres se abstengan de ridiculizarlos o criticarlos en público.Centrarse en sí mismos. Los adolescentes suelen creer que ellos son especiales, que su experiencia es única y que no están sujetos a las mismas leyes que rigen el mundo. Esto puede llevarlos a asumir conductas de riesgo, porque piensan que nada malo va a pasarles a ellos. Por ejemplo, una adolescente puede pensar que ella no va a quedarse embarazada, o que no va a acabar enganchada a las drogas, aunque tenga comportamientos de riesgo en ambos sentidos. No obstante, hay que tener en cuenta que este «optimismo ingenuo» puede darse en adultos en la misma medida. Es decir, cuando se les pide que evalúen, por ejemplo, su riesgo de morir en un accidente de tráfico, adolescentes y adultos pueden responder de manera similar. La diferencia es que el adulto aplica este modo de pensar en la práctica (siendo más prudente al volante, usando cinturón, etc.) y el adolescente es más propenso a no hacerlo.

¿Por qué estas habilidades sociales son tan importantes en el adolescente?

Los adolescentes se sienten desorientados, no saben hacia donde van o qué hacer en determinadas circunstancias. Por ello el aprendizaje de la asertividad como un medio de comunicación eficaz y de la reflexividad le ayudará a encaminarse y poder tomar sus propias decisiones.
Se busca que el adolescente vaya aprendiendo de una forma madura cómo enfrentar los restos y demandas que el mundo de hoy propone, sólo así será una persona capaz de competir en el mundo tanto en el ámbito laboral como en los diferentes campos que se va a desarrollar.
La adolescencia es una etapa de cambios dramáticos en la persona pero sin la ayuda de los padres y maestros, estos cambios serán mucho más difíciles de entender y por tanto sobrellevar.
Por esto es necesario que tanto los padres como los maestros estén dispuestos a guiar esta nueva de la vida de sus hijos, enseñándoles con el ejemplo a practicar la asertividad, qué mejor lugar para aprender que en el propio hogar o en el colegio que es el segundo hogar de la persona. También la reflexividad, porque sin ella las acciones que realizaremos carecerán de importancia en nuestra vida, serán actos vacíos, realizados por simple inercia o influencias por el grupo que nos rodea. Nos ayudará a sentirnos seguros de lo que hacemos y somos, por tanto las decisiones que tomemos sólo dependerán de nosotros mismo, tal vez nos equivoquemos pero si somos conscientes de ello, entonces trataremos de enmendarlo y volver a levantarnos para seguir.
Porque el mundo de hoy necesita personas con ganas de seguir no necesita personas mediocres que al primer obstáculo de dejan caer y ya no quieren seguir.
Adolescente sé asertivo y reflexivo, estas cualidades cambiarán tu vida.
 
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TEMAS
ACEPTACION
ACTITUD
ADICCION( AL AMOR
AYUDA
CAMBIAR
CODEPENDENCIA
COMUNICACION
CONTROL
CRISIS
DEFECTOS
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DOLOR
EGOISMO
EGOCENTRISMO
ENFERMEDAD
ESPERANZA
EXPECTATIVAS
ESPERANZA
FAMILIA
FORTALEZA
FRUSTRACION
INTUICION
MADUREZ
MENTE ABIERTA
PACIENCIA
PENSAR, RAZONAR
PERDON
PERFECCIONISMO
RECUPERACION
RESENTIMIENTO
RESPONSABILIDAD
BUEN HUMOR
SENTIMIENTOS
SOLEDAD
VALOR
VICTIMA
VIVIR
VOLUNTAD( DE DIOS Y LA MIA)
saber darme a mi misma autoinstru

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