Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
1 FEBRERO
«META: LA CORDURA»
“… el Segundo Paso, sutil y gradualmente, empezó a infiltrarse en mi vida. No puedo fijar ni la ocasión ni el día preciso en que llegué a creer en un Poder superior a mí mismo, pero sin duda ahora tengo esa creencia”.
— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 25
“¡Llegué a creer!”Yo hablaba de mi creencia cuando me daba la gana o cuando pensaba que quedaría bien. No confiaba realmente en Dios. No creía que Él se preocupara por mí. Seguía tratando de cambiar las cosas que no podía cambiar. Gradualmente, con desgana, empecé a entregárselo todo, diciendo: “Tú que eres tan omnipotente, hazte cargo de ello”. Y Él lo hizo. Empecé a obtener soluciones a mis problemas más difíciles, algunas veces en el momento más inesperado: manejando al trabajo, mientras estaba almorzando, o cuando estaba profundamente dormido. Me di cuenta de que yo no había pensado en aquellas soluciones — un Poder más grande que yo me las había dado. Llegué a creer.
Del libro Reflexiones diarias
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Locura es hacer lo mismo y esperar diferentes resultados.
Hola!, buen sábado. Dentro de lo primero que hice al conocer el programa fue aprenderme de memoria el enunciado de los Doce Pasos; y al repetirlos no me parecía difícil el hecho de que se mencionara un Poder Superior o Dios; sin embargo al detenerme al repetir el enunciado me parecía algo no muy claro que estableciera que “un Poder Superior podía devolverme el sano juicio”, puesto que pensé que “yo sí tenía un buen juicio ya que muchas decisiones de mi vida eran correctas”, acaso no había sido un estudiante ejemplar, tenia un bagaje cultural, había terminado una carrera profesional con mucho éxito, profesionalmente tenía mucho potencial; en realidad mi problema “era que bebía demás”.
Si el problema era el exceso de bebida, eso: ?qué tenía que ver con el “sano juicio”; y eso en qué inmiscuía a un “Poder Superior”?
Llegó el momento en que “leí” el Libro Azul y “leí” los Doce Pasos, total y absolutamente con la razón y sin poner la atención debida, se trataba de “cumplir una tarea” que me impuse, lo único que si comprendí es que el programa de acción consistía en un programa espiritual.
Al fin volví a leer los Doce Pasos y volví a leer Alcohólicos Anónimos donde encontré el ejemplo del hombre que se “empeña” en cruzar a mitad de la calle a pesar de todos los accidentes, graves consecuencias que finalmente acaban en la muerte.
Locura es hacer lo mismo y esperar diferentes resultados.
Así fue como entendí que respecto al consumo tenía una falta total de sano juicio, lo que además se sumaba a mi impotencia, por lo que solamente algo o alguien con un poder mayor a mi podía ayudarme, pues mi enfermedad es falta de poder que se muestra en la compulsión física de “necesitar más” y una obsesión mental de pensar “está vez será diferente, ahora si controlaré mis copas”.
De pronto tuve que leer, releer y estudiar el Libro Grande y al fin encontré que dice “todo este libro está hecho para habilitarte a encontrar un Poder Superior”, !al fin! comprendí que Dios, como yo lo concibo, es lo que requiero para que venza mi impotencia y me ayude con mi ingobernabilidad cada veinticuatro horas, con esto puede ser que llegue a tener una sana manera de pensar.
Comencé a creer y cada día he ido obteniendo fe.
Felices 24 horas de sano juicio.