Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

1 MARZO

«FUNCIONA»

Funciona — realmente funciona.

— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 88

Cuando logré mi sobriedad, al principio tenía fe únicamente en el programa de Alcohólicos Anónimos. La desesperación y el temor me mantenían sobrio (ayudado quizás por un padrino cariñoso y duro).

La fe en un Poder Superior me llegó mucho más tarde. Al comienzo esta fe venía lentamente, después de que yo empezaba a escuchar a los otros compartir en las reuniones acerca de sus experiencias — experiencias a las que nunca me había enfrentado sobrio, pero con las cuales ellos se estaban enfrentando reforzados por un Poder Superior. De este compartimiento surgía la esperanza de que yo también podría “conseguir” un Poder Superior y que lo haría.

Con el tiempo llegué a saber que un Poder Superior —una fe que funciona sean cuales sean las circunstancias— es posible. Hoy esta fe, más la honestidad, la liberalidad de mente y la buena disposición para trabajar en los Pasos, me da la serenidad que busco. Funciona — realmente funciona.

Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

Cuando decidí hacer algo con mi gran problema con la bebida no tenía ni idea de que se tenía que hacer. Así que recurrí a una clínica porque era lo único a lo que había prestado oídos respecto a una forma de resolver el problema.

Yo suponía que me darían algún tipo de terapia psicológica, una rutina de ejercicios y quizá algún tipo de alimentación para ayudarme y que era probable que me enseñaran cómo beber con moderación o simplemente me darían los consejos para no beber, puesto que yo sí tenía la convicción de que en la vida es más fácil abstenerse de algo que controlarlo.

Al terminar mi ciclo en la clínica no podía entender que “el resto de mi vida tendría que ir a AA, NA o algún grupo de Doce Pasos” pues solamente así podría dejar de consumir, lo cual me parecía bien pues pensaba que se trataba de estar viendo constantemente a “personas que estuvieran peor que yo” para así no quejarme de mi vida y circunstancias.

Había vislumbrado que se trataba de un Programa espiritual (yo lo concebía así por su persistente mención de un Poder Superior o Dios), mas realmente no acababa de entender que la espiritualidad que me proponían no tenía nada que ver con “un mundo mejor que este”, “el más allá”, “otras vidas” o el “desarrollo del espíritu” como situaciones “fuera de este plano material”.

La espiritualidad que me propusieron mis compañeros y el Programa fue una nueva vida adquiriendo verdadera conciencia a través del cambio de juicios y actitudes derivados de la práctica de los Doce Pasos para tener un profundo cambio de personalidad, sustentado en encontrar un Poder Superior que logre lo que yo no pude, dejar de consumir y vivir bien.

Yo escuchaba y veía a muchos compañeros que me antecedían que dejaban de consumir, que su vida había mejorado, que se volvían confiables y observaba a otros que llegaban después de mí tener una conversión por su despertar espiritual, siempre está conversión me asombra porque me prueba que sí funciona y que hay una solución.

Dentro del Programa hay ocasiones en que tiendo a pensar que funciona para “retener una pareja”, “recobrar un empleo”, “conseguir recursos económicos”, en fin una serie de requerimientos materiales desde mi óptica egoísta, y cuando repasó la literatura y veo a mis compañeros observo que AA, NA y los grupos de Doce Pasos no están hechos para esto, sino para salvar mi vida, restaurar mi equilibrio emocional y progresar mi alma.

No cabe duda que sí pongo mi vida y mi voluntad al cuidado de Dios, sólo por hoy: las cosas en mi vida y sobre todo mi equilibrio emocional estará bien.

Felices 24 horas en un Programa que sí funciona.

error: Content is protected !!