Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
12 FEBRERO
«LA RAÍZ DE NUESTRAS DIFICULTADES»
¡Egoísmo — concentración en sí mismo! Creemos que ésta es la raíz de nuestras dificultades.
— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 62
Qué asombrosa es la revelación que el mundo, y todos sus habitantes, pueden arreglárselas bien conmigo o sin mí. Qué alivio el saber que la gente, las cosas y los lugares estarán perfectamente bien sin mi control y dirección. Y qué indeciblemente maravilloso llegar a creer que un Poder superior a mí mismo existe aparte e independientemente de mí mismo. Creo que desaparecerá algún día la impresión que experimento de separación entre Dios y yo. Mientras tanto, la fe ha de servir como la senda hacia el centro de mi vida.
Del libro Reflexiones diarias
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Mi incomprensión conmigo mismo, con mi esposa, con mis hijos, con mi madre, con mis hermanos, con quienes me dan su amistad y con quienes se relacionan conmigo es muy grande, porque yo siempre había querido ser comprendido y no comprender
No me fue fácil, y hay momentos en que me cuesta un poco de trabajo entenderlo en ciertas circunstancias, entender y entonces aceptar que la raíz de toda mi falta de inteligencia emocional, mis falta de equilibrio psicológico, mis defectos de carácter e incluso “mis defensas naturales” tienen como fundamento y origen en el egoísmo, en el mío en la concentración en mí mismo olvidándome de los demás.
Me pregunté ¿qué tiene que ver mi egoísmo con los actos que los demás realizan y que me afectan?; ¿qué tiene de relación mi egoísmo con la incomprensión de los demás?; ¿qué tiene de vínculo mi egoísmo con la maldad de otras personas?; ¿que implicación tiene mi egoísmo con que alguien me haga enojar o incluso que me lleve a lo iracundo?; ¿qué tiene que ver mi egoísmo con que haya circunstancias y personas que me causan temor e inseguridad?
Al principio lo entendía de la siguiente manera: los actos que los demás realizan y me afectan es porque ellos actúan egoístamente viendo sólo por sus intereses; la incomprensión de los demás se da porque solamente piensan en sí mismos; la maldad de las demás personas nace de su egoísmo de no sentir misericordia por los demás; el causar mi enojo e incluso la ira es porque otro egoístamente busca perjudicarme; el egoísmo de otras personas hacen que actúen de manera agresiva, son victimarios y por tanto me causan miedo e inseguridad, y cuando se trata de circunstancias el problema no debe tener ninguna relación con el egoísmo porque el miedo es natural.
Las anteriores conclusiones me sirvieron para que, al tener que voltear a verme a mí mismo, a introyectarme, a conocerme y ser sincero para reconocer mi impotencia, mi ingobernabilidad y por tanto mis defectos de carácter, no me quedara duda de que mis actos faltos de sano juicio, mi inestabilidad emocional y todo aquello que me perturba nace de Mí Egoísmo porque siento que todo y todos me afectan a mí, incluso cuando afectan a mi esposa, a mis hijos, a mis seres cercanos, puesto que habiendo un interés en su bienestar la parte que más gravita es la afectación que puede tener en mí.
Mi incomprensión conmigo mismo, con mi esposa, con mis hijos, con mi madre, con mis hermanos, con quienes me dan su amistad y con quienes se relacionan conmigo es muy grande, porque yo siempre había querido ser comprendido y no comprender; Mis actos irracionales, mis locuras, consumiendo y sin consumir, afectan a los demás porque defiendo “mi capacidad de beber” y “mi capacidad para decidir correctamente”; Mi maldad surge de mi egoísmo para “poner a la gente en su lugar” o para “vengar un mal recibido por mí o los míos”; Mi egoísmo por querer que las cosas sucedan conforme a mis deseo desata mi enojo y me lleva a la ira y cuando surge la frustración es un elemento que alimenta este insano sentimiento; Mi egoísmo me hace temer aquello que no quiero enfrentar, simplemente “no es justo” pues alguien quiere dañarme; y cuando el miedo es a algo simplemente por mi egoísmo prefiero no enfrentar y me evado o “tomo valor”.
Llegué a pensar que todo giraba alrededor mío, que sin mí intervención las cosas no salían bien, puro egocentrismo puesto que la verdad si yo no estaba bien, no podía dar, proporcionar ni ayudar a que algo estuviera bien, mucho menos que alguien se sintiera bien o tuviera algo bueno en realidad.
La paranoia del egocentrismo, “??qué me ves??, ??”qué le ves a mi esposa, hija, casa, coche o lo que sea????, porque pienso que yo o “mis cosas” son el “centro de atracción”. Insano juicio o locura, como quiera llamarle, lo cierto es que pensando así solamente sufro porque vivo muy mal emocionalmente.
Al fin he podido liberarme al dejar de discutir conmigo, con los demás, por todo y por nada, ya que he admitido, aceptado y reconocido que no soy nada ni nadie que tenga mayor valor que ningún otro ser humano, soy un compañerito más, soy un ser humano, común y corriente.
Soy realmente libre y trasciendo, cuando soy sincero al aceptar que solamente un Poder Superior me da sano juicio y Él es quien manda y cuida de mi vida, y me puede ayudar si lo dejo y pongo mi voluntad y mi existencia a Su cuidado.
Felices 24 horas libre de egoísmo y egocentrismo.