Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
17 JULIO
«ENTREGA Y AUTOEXAMEN»
La estabilidad que logré se originó en mis esfuerzos para dar, no en mis exigencias de que se me diera.
Y creo que así podemos tener parecidos resultados en cuanto a la sobriedad emocional. Si analizamos toda inquietud que sentimos, las grandes y las pequeñas, encontraremos en su origen alguna dependencia malsana y la exigencia malsana derivada de esta dependencia. Abandonemos, con la gracia de Dios, estas exigencias obstaculizadoras. Entonces, nos veremos liberados para vivir y para amar; entonces, nos será posible aprovechar el trabajo de Paso Doce, tanto con nosotros mismos como con otra gente, para lograr la sobriedad emocional.
— EL LENGUAJE DEL CORAZÓN, p. 238
Años de dependencia del alcohol para alterar mis humores me privaron de la capacidad de relacionarme emocionalmente con mis compañeros. Creía que tenía que ser autosuficiente, tener confianza sólo en mí mismo, motivarme a mí mismo y todo en un mundo de gente en quienes no se podía confiar. Finalmente, perdí mi dignidad y me quedé con mi dependencia, falto de cualquier habilidad para confiar en mí mismo o creer en nada. La entrega y el autoexamen mientras compartía con los recién llegados me ayudaban a pedir ayuda humildemente.
Del libro Reflexiones diarias
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Disturbios emocionales, algo con lo que vivía constantemente, una sensación de intranquilidad, angustia, ansiedad, tristeza que me llevaban al temor, a la frustración, a la falta de sinceridad, a la depresión y a la ira. Entonces busco la alegría ficticia por medio de la euforia del consumo, en ocasiones busco el valor fingido por medio de “tomar del valiente”, otras veces acrecentar mi autoconmiseración; muchas donde fue el pretexto para “el romanticismo del desamor”; otras tantas para dejar correr mi grandiosidad y mi fantasía loca; en fin una manera artificial, afectada, forzada, falsa, engañosa, imaginaria, inventada, mentirosa, apócrifa e irreal de vivir en el consumo y para justificar mi consumo.
Mi ingobernabilidad estaba en su punto cúspide para arrastrarme en directo a no soportar mi propia conciencia y mi culpa; intentar minimizar; justificar y racionalizar; condenar a otros; darme el permiso de ser irresponsable; ignorar mi conciencia de enfermedad; ser intolerante; ser soberbio; en fin dejar surgir el fondo de mi enfermedad que me acompaña desde pequeño donde en realidad mi sufrimiento, mi dolor, mi incomprensión, mi inseguridad, mi falta de autoestima y mi ego nunca satisfecho me llevaron a requerir de la bebida para mentirme y crearme un mundo inexistente; donde al mismo tiempo tenía una lucha constante por beber y al mismo tiempo intentar que no se me notara; pretender que los efectos no me traicionaran; ambicionar mantenerme en control; y ansiar desesperadamente poder consumir sin consecuencias.
Mis pensamientos y emociones negativos, los efectos de mis conductas desviadas y los resultados de todas mis carencias espirituales se entronizaron para estar en un constante conflicto en mi existencia y así requerir consumir, creándose un círculo vicioso y enfermo muy destructivo; pues siempre que intenté ganarle mano a mano al alcohol siempre perdí. Yo pude ir encontrando la solución para parar y comenzar mi recuperación al reconocer mi impotencia y sobre todo admitir mi ingobernabilidad.
Cuando le di cabida a la buena voluntad con mente abierta y con honradez para accionar de manera generosa, altruista, tolerante, sincera y amorosa es que se va desintegrando la grandilocuencia de mi ego con este Programa ego-reductor.
Tengo emociones que me hacen experimentar estado de ánimo maravillosos y otras que me hacen actuar de tal forma que luego me arrepiento o por lo menos de las que no me siento precisamente tranquilo. Yo quiero explotar al máximo mis emociones positivas para con ello poder contrarrestar mis emociones negativas y que Dios elimine mis defectos de carácter. Desde luego, he tenido que hacer, trabajar y vivir cada uno de los Pasos, muy especialmente hacer mi inventario para saber cuáles son y que alcance tienen mis defectos de carácter con la finalidad de no engañarme a mí mismo y de esta manera pueda tener una estabilidad derivada de la humildad.
Cambiar mi dependencia a la sustancia, a las conductas, a las personas y a mi propio auto-sabotaje por una dependencia en mi Poder Superior es la finalidad de la recuperación pues al quedar habilitado para descubrir a Dios, como yo lo concibo, puedo estar en posibilidad de orar y meditar para conocer Su Voluntad y pedir la fortaleza para cumplirla.
Felices 24 horas de entrega y autoexamen.