Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
19 ABRIL
«HERMANOS POR NUESTROS DEFECTOS»
Nosotros los alcohólicos recuperados no somos hermanos por nuestras virtudes, sino hermanos por nuestros defectos y por nuestros esfuerzos comunes para superarlos.
— COMO LO VE BILL, p. 167
La identificación que un alcohólico tiene con otro es misteriosa, espiritual — casi incomprensible. Pero está allí. Yo la “siento”. Hoy, siento que puedo ayudar a otros y que ellos me pueden ayudar.
Preocuparme por alguien es para mí una sensación nueva y emocionante; importarme sus sentimientos, sus esperanzas, sus oraciones; saber de sus tristezas, de sus alegrías, de sus horrores, de sus penas, de sus pesares; querer compartir estos sentimientos para que alguien pueda encontrar alivio. Nunca sabía cómo hacer esto — ni cómo tratar de hacerlo. Ni siquiera me importaba. La Comunidad de A.A. y Dios me están enseñando a preocuparme de otros.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.
En la recuperación voy aprendiendo porque mis compañeros, mi padrino y toda la Comunidad me reciben con honestidad, tolerancia, paciencia, consideración, generosidad, me regalan su experiencia, su fortaleza y me dan amor.
El auténtico interés por otro compañero es el inicio del sincero amor por mis semejantes, pues es la forma en que aprendo a consolar, comprender, llevar perdón, llevar armonía, llevar verdad, llevar fe, llevar esperanza, llevar luz, llevar alegría, en fin olvidarme de mí mismo.
En la recuperación voy aprendiendo porque mis compañeros, mi padrino y toda la Comunidad me reciben con honestidad, tolerancia, paciencia, consideración, generosidad, me regalan su experiencia, su fortaleza y me dan amor.
Aprendo de su ejemplo de servicio porque me prestan sus oídos para que yo pueda compartirles todo lo que sucede en mi vida, en mi mente, en mis emociones y en mi espíritu.
Con base en el Programa de recuperación puedo ir practicando los principios espirituales con mi esposa, con mis hijos, con mi familia, con mis amistades, en mi trabajo y en todos los asuntos de mi vida, aunque reconozco que el código de tolerancia y amor que tengo en la Fraternidad no se me da tan fácil en los demás ámbitos de mi vida, sobre todo con aquellos que convivo más.
Por eso he vivido la experiencia de que la familia es el fusible que más pronto se funde cuando hay momentos en que debo aplicar con mayor ahínco y de manera más estricta la sinceridad, la generosidad, la obediencia, la escucha, la paciencia, evitando mi egotismo y no dejar que me invadan los resentimientos, los temores, la frustración, la falta de sinceridad, la desconsideración.
Cuando inicio en mi Programa de recuperación me siento “iluminado” mas sin embargo mi actitud de un auténtico interés por otro, mi actitud de servicio a los demás, mi deseo de transmitir el mensaje de que puede vivirse bien, mostrar que hay una solución y a través de compartir con otros enfermos de adicción, con otros enfermos de sus emociones negativas es algo que ya no me impongo como una tarea para toda la vida sino sólo por hoy.
De esta forma he aprendido a llevar mi cambio de juicios y actitudes en todos los asuntos de mi vida, en ocasiones solamente por segundos y minutos, con lo cual he podido evitar algunos conflictos interpersonales gracias a la oración y a ponerme en manos de Dios,
Alguna vez pensé que “yo ayudaba a otros”, hoy sé que solamente soy un conducto del Poder Superior y que realmente al actuar en favor de otro, me ayudo a mí.
Lo mejor es que de entré los que hemos sido parte del desecho, desesperanza y escoria de la vida, es que he encontrado a los espíritus más avanzados para encontrar El Despertar y El Progreso Espiritual.
No llegue a AA por virtuoso sino por defectuoso y esto ha sido no sólo mi redención sino mi resurrección.
Felices 24 horas entre auténticos hermanos.