Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

19 JUNIO

“REGENERACIÓN A.A.”

Tal es la paradoja de la regeneración en A.A.: la fortaleza que surge de la derrota total y la debilidad, la pérdida de la vida antigua como condición para encontrar una nueva vida.

— A.A. LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD, p. 46

Los miles de palizas que me dio el alcohol no me animaron a admitir mi derrota. Yo creía que conquistar a mi “enemigo-amigo” era mi obligación moral. En mi primera reunión de A.A. fui bendecido con el sentimiento de que estaba bien que admitiera mi derrota ante una enfermedad que no tenía nada que ver con mi “carácter moral”. Instintivamente supe que estaba en presencia de un gran amor cuando crucé las puertas de A.A. Sin ningún esfuerzo de mi parte llegué a darme cuenta de que era bueno y apropiado amarme a mí mismo, como Dios lo ha dispuesto. Mis pensamientos me habían tenido cautivo y mis sentimientos me liberaron. Estoy agradecido.

Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

Me costó mucho trabajo dejar de auto-conmiserarme, hacer a un lado la ira contra mí mismo y aprender a perdonarme

La Espiritualidad, en mi caso personal, no se da por el número de mis triunfos sino por el número de las veces que me he levantado para aprender; del número de ocasiones en que voy aplicando de buena voluntad las sugerencias que me ayudan a afrontar los disturbios emocionales, por mi admisión de todas las consecuencias causadas por mi enfermedad de la adicción, por mis emociones negativas, por mis pensamientos nefastos y mis conductas desviadas.

Antes de conocer el Camino de la Recuperación me parecía que era una ignominia reconocer que era alcohólico y además se me hacía que era algo terrible, muy bajo y denigrante; no me daba cuenta que lo verdaderamente vergonzoso y degradante era vivir en la actividad intoxicado, en la actividad dañando y perjudicando a los demás, destruyéndome y ofendiendo abiertamente a Dios oponiéndome a Su Voluntad.

Por eso me costó mucho trabajo dejar de auto-conmiserarme, hacer a un lado la ira contra mí mismo y aprender a perdonarme, de tal manera que al reconciliarme conmigo mismo pudiera empezar a vislumbrar mi reconciliación con Dios, con mi esposa, mis hijos, mi familia y quienes me rodean. De esta manera también comenzar a perdonar a los demás y a aceptar con exactitud cuáles han sido mis fallas y cuáles han sido realmente los errores de los otros y no seguí culpándolos de situaciones que no sucedieron, que no existen y que solamente han sido producto de mi imaginación y de mi propio auto-engaño.

La espiritualidad interior a que me invita el Programa me ayuda en mi búsqueda de la mejor forma de vivir en paz conmigo mismo y con los demás.

Lo primordial que he ido experimentando de la espiritualidad es darle importancia muy especial a aprender a ver como vivo conmigo mismo y con los demás, así como observar esa forma de vida en mis compañeros y quienes me rodean, lo que me ha llevado a la admisión de mi propia responsabilidad de mis actos, de las consecuencias y efectos de los mismos en lugar de seguir con una manera de justificar y racionalizar mis actos y culpar a los otros, a las circunstancias, a la sociedad, en fin a terceros, lo que me ha permitido tener un cambio positivo en mi vida.

Al ir trabajando cada uno de los pasos he comenzado a liberarme de los grilletes que me han aprisionado y me han acompañado durante mi vida y que me llevaron a la actividad del consumo; he podido ver que la vida es diferente y que la vida puede vivirse bien sin consumir, que con base a practicar los principios espirituales del Programa puedo aspirar a tener una vida útil y feliz, con un cambio profundo de personalidad y en un estado de nueva conciencia.

Felices 24 horas de regeneración.

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