Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
22 FEBRERO
«ORIENTACIÓN»
… esto significa la creencia en un Creador que es todo poder, justicia y amor: un Dios que me tiene asignado un propósito, un significado, un destino de crecer, aunque sea poco y a tropiezos, hacia Su imagen y semejanza.
— COMO LO VE BILL, p. 51
Según iba dándome cuenta de mi propia impotencia y de mi dependencia de Dios, como Lo concibo yo, empezaba a ver que había una vida que, si yo hubiera podido tenerla, la habría elegido para mí desde el principio. Por medio de un trabajo asiduo de los Pasos y la participación en la vida de la Comunidad, he llegado a saber que hay de verdad un camino mejor hacia el cual se me está guiando.
A medida que voy sabiendo más acerca de Dios, me veo posibilitado de confiar en Su forma de obrar y en los planes que Él tiene para el desarrollo de Su carácter en mí. A paso rápido o lento, crezco acercándome más a la imagen y la semejanza de Dios.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.
No sé si tenga algún propósito mayor en mi vida, pero lo que sí sé es que mi tarea primordial es estar sobrio (abstemio y equilibrado emocionalmente), trabajar en mi recuperación y trabajar con los demás para transmitir el mensaje.
Yo siempre tuve la creencia respecto a la existencia de un Ser Supremo, que ama a la humanidad y por tanto me amaba a mí, no importaba su nombre, pues en mi concepto al fin de cuentas Es el mismo, y a pesar de ello no tuve una fe que obrara en consecuencia para buscar conocer Su Voluntad y estar dispuesto a cumplirla.
Mi egoísmo, en realidad era “mi dios”, pues se sustentaba en “mis logros”; en “mis errores”; “en mi capacidades”, en “mis incapacidades”; en “mis virtudes”, en “mis defectos”; y me rodeaba de “mis pecados” y me daba “mi absolución”.
En la medida que he ido conociendo y practicando el Programa, no puedo dejar de preguntarme ¿cómo era posible que la verdad dejara a Dios fuera de mi vida?; ¿cómo podía criticar a aquellos que negaban a Dios, si yo con mis actos hacía que desapareciera de mi vida?; y ¿cómo podía ufanarme de “ser espiritual” incluso “religioso” y ni siquiera cumplir los diez mandamientos?
Cualquier filosofía, religión o doctrina que busque el desarrollo humano necesariamente busca un progreso espiritual, en el aspecto de lograr una disposición principalmente moral, mental o cultural, para iniciar un trabajo o tendencia a investigar y desarrollar las características del espíritu, o sea, buscar y trabajar en un conjunto de creencias y actitudes características de la vida espiritual, por lo que esta decisión implica habitualmente la intención de experimentar estados especiales de bienestar, como la salvación del almao la liberación interior. Vivir así implica asimismo la práctica de la virtud, mas sobre todo representa la relación entre el ser humano y un ser superior (Dios) con la finalidad más genérica de la búsqueda del sentido de la vida. Sin embargo, en mi caso, nada de estos conocimientos sirvieron porque precisamente los dejé en el plano racional, porque no viví conforme a ellos, en fin porque no estaba enteramente dispuesto a experimentar una relación auténtica y sincera con Dios, no aceptaba que en todo se hiciera Su Voluntad, mucho menos consideraba posible que Sus milagros y Sus respuestas vinieran a través de los demás, yo quería el contacto directo.
He vuelto a estas creencias con un enfoque diferente, gracias a las enseñanzas del Libro Grande, los Doce Pasos y la literatura de AA, NA y Grupos de Doce Pasos, pues ahora fundamentalmente comprendo que la espiritualidad es Hacer la Voluntad de Dios y para ello es que primero me habilitan a encontrar un Poder Superior y me dan un instructivo que me permite ir avanzando para tener un despertar espiritual; sobre todo me regala el milagro de vivir en sobriedad y verlo como algo posible cada noche, en cada junta y ratificar que puede estarse bien al observar la vida de mis compañeros dentro y fuera del grupo.
El insospechado recurso interior que he descubierto en mí, me hace sentir que ahí radica mi unión con Dios y la imagen y semejanza con Él, pues se encuentra fundamentalmente dentro de mi ser, sólo es cosa de actuar con los principios espirituales para que Él Haga su aparición en mi vida y sea quien la maneje.
No sé si tenga algún propósito mayor en mi vida, pero lo que sí sé es que mi tarea primordial es estar sobrio (abstemio y equilibrado emocionalmente), trabajar en mi recuperación y trabajar con los demás para transmitir el mensaje no solamente con mis tribunas, mis estudios del Programa sino esencialmente con mi manera de vivir cada veinticuatro horas.
Dar, practicar e ir viviendo cada paso, de manera constante, hace que viva bien porque Dios elimina mis defectos de carácter, porque Él me cuida, porque me permite tener un contacto consciente con Dios, porque aprendo a detectar, admitir y corregir mis errores, porque estoy dispuesto a reparar y reparo los daños ocasionados, en fin porque me comprometo a vivir honestamente no dañar a nadie y a dar a cada quien lo que le corresponda en todos los asuntos de mi vida.
Viene a mi mente “Quien ama no puede odiar a nadie”, para mí es una forma de sintetizar el Programa porque al practicar el auténtico amor a Dios y el amor a los demás de manera gratuita, generosa, tolerante y comprometida crezco espiritualmente, es una tarea difícil mas puede alcanzarse con la práctica diaria, por veinticuatro horas, lo que lo hace más simple porque no es para toda la vida.
Hoy sí hago consciente: “¡Amaré a Dios sobre todas las cosas!”.
Felices 24 horas de orientación divina.