Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
25 NOVIEMBRE
«UNA PODEROSA TRADICIÓN»
En los años anteriores a la publicación del libro Alcohólicos Anónimos, no teníamos nombre… Por un escaso margen, se decidió titular nuestro libro “La Salida”… Uno de nuestros primeros miembros solitarios… descubrió doce libros publicados con ese título… Así fue que “Alcohólicos Anónimos” se convirtió en el título de preferencia. Y así fue que conseguimos un título para nuestro libro, un nombre para nuestro movimiento y, como ya estamos comenzando a ver, una tradición de la más alta importancia espiritual.
— LA TRADICIÓN DE A.A.: CÓMO SE DESARROLLÓ, p. 35-36
¡Cuántas veces un Poder Superior se ha hecho sentir en momentos cruciales de nuestra historia! En aquellos primeros días, la importancia que el principio de anonimato adquiriría fue, si acaso, vagamente percibida. Parece que el azar contribuyó aun en la selección de un nombre para nuestra Comunidad.
Dios no desconoce el anonimato y frecuentemente aparece en los asuntos humanos disfrazado de “suerte”, “azar” o “coincidencia”. Si el anonimato, algo fortuitamente, se convirtió en la base espiritual de nuestras Tradiciones, quizá Dios estaba actuando anónimamente en nuestro beneficio.
Del libro Reflexiones diarias
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330-36
DIOSEDENCIA O COINCIDENCIA.
«Diosidencias» es un término utilizado por algunas personas para describir circunstancias o eventos que parecen ser resultado de la intervención divina o la providencia. Es decir, situaciones que pueden interpretarse como una señal de Dios o como evidencia de su presencia y cuidado.
Por ejemplo, una persona que sobrevive a un accidente grave podría considerar que fue una «diosidencia», ya sea porque atribuye su supervivencia a la protección divina o como una señal de que debe hacer cambios importantes en su vida. También se puede hablar de «diosidencias» cuando ocurren coincidencias inesperadas o encuentros significativos que parecen tener un propósito místico.
Es importante mencionar que el concepto de «diosidencia» es subjetivo y está basado en la creencia religiosa personal de cada individuo. Algunas personas pueden ver eventos cotidianos como señales de Dios, mientras que otras pueden no sentir lo mismo. En cualquier caso, muchos ven estas supuestas «diosidencias» como una forma de conectar con lo divino y encontrar consuelo en tiempos de necesidad.