Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
27 ABRIL
«DESCUBRIMIENTOS ALEGRES»
Nos damos cuenta de lo poco que sabemos. Dios constantemente nos revelará más, a ti y a nosotros. Pídele a Él en tu meditación por la mañana, que te inspire lo que puedes hacer ese día por el que todavía está enfermo. Recibirás la respuesta si tus propios asuntos están en orden. Pero, obviamente, no se puede transmitir algo que no se tiene. Ocúpate, pues, de que tu relación con Él ande bien y grandes acontecimientos te sucederán a ti y a infinidad de otros. Esta es para nosotros la Gran Realidad.
— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 164
La sobriedad es un viaje de descubrimientos alegres. Cada día trae nuevas experiencias, una nueva comprensión, esperanzas mayores, fe más profunda, tolerancia más amplia. Debo mantener estos atributos o no tendré nada que pasar.
Para este alcohólico en recuperación los grandes acontecimientos son las alegrías cotidianas de poder vivir otro día en la gracia de Dios.
Del libro Reflexiones diarias
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Cuando llego al final de Libro Grande me doy cuenta de que respecto de lo que es comprender, tolerar, consolar, ser sincero, en fin de cómo auténticamente practicar los principios espirituales sé bien poco, porque es un camino lento de progreso espiritual para poder pura, genuina y legítimamente amar a Dios y a mis semejantes, porque amar implica lo mejor y sin reservas, significa acabar con el egoísmo para ser generoso, es no albergar resentimientos y temores que incluyen ira, envidia, inseguridad, falta de fe, error, discordia, tristeza, desesperanza, odio, frustración, depresión, desconsideración, deshonestidad, y todo aquello que reduce el corazón espiritual.
Víctor Hugo dijo “que entre el corazón fuera más chico paradójicamente más odio le cabe”, y lo entiendo perfectamente porque quiere decir que en la medida que tengo menos amor, que tengo menos espiritualidad, voy almacenando y dejando crecer mi egoísmo, mi egocentrismo, mi egolatría y doy cabida a mis malas emociones regidas por el resentimiento y por ese “lujo” de la ira que envenena mi vida y que ha sido motivo trascendente para consumir y con ello destruirme y destruir, hasta aquello que según yo “amaba inmensamente”.
Así que al llegar a esta parte, del Libro Azul reafirmo mi descubrimiento alegre de que todo estará bien si estoy con Dios, pues Él es quien me ha guiado, me ha salvado de las garras de la adicción, me ha ido dando sano juicio, es quien cuida mi voluntad y mi vida, en fin gracias a que lo he ido encontrando, como me dice el Cuarto y el Quinto Capítulo del Libro Grande, se me ha ido revelando la verdad y así ir poniendo mi existencia en orden.
“Ocúpate, pues, de que tu relación con Él ande bien y grandes acontecimientos te sucederán a ti y a infinidad de otros. Esta es para nosotros la Gran Realidad.” Cuando lo leo siento una emoción que me llena de esperanza y curiosamente me conmueve de tal forma que siento que se asoman lágrimas a mis ojos, que mi espíritu se cimbra porque capto que lo mejor de mi vida llegará, cada veinticuatro horas, si tengo una relación adecuada con Dios, porque Él es quien manda y entonces todo estará bien, además de que viviendo auténticamente de esta forma puedo no solamente progresar espiritualmente sino que puedo ayudar a otros, enfermos de las emociones como yo porque puedo ser un conducto del Poder Superior.
No me pide que haga grandes obras, sacrificios, heroicidades el Libro Azul me sugiere que mi relación con Dios ¡ande bien! y lo maravilloso de la existencia se me irá revelando, lo podré ir viviendo, tendré la posibilidad de gritar con la energía que tengo, sólo por hoy, ¡A Vivir! en plenitud.
Encontrar a Dios en todas las cosas, en mi caso personal, ese es la intención y la acción de mis veinticuatro horas, de esta manera estoy ocupado alejándome del consumo, comienzo a tener conciencia y actitud positivas para encontrar a Dios y al descubrirlo en esa inmensidad que implica Su Amor poder abrazarme para redimirme, para sentir el consuelo de todo lo mal andado, para buscar la santidad genuina que es vivir con honestidad, tolerancia y amor, sabiendo que esta integridad en mi existencia me permite trascender la corrupción, depravación, descomposición y putrefacción de mi espíritu y por ello de toda mi existencia.
Que aliciente más grande, saber que si recorro con sinceridad los Doce Pasos, que si los practico, que si pongo mi fe en marcha y con convicción pongo mi fuerza de voluntad en cumplir el Programa para que se haga en mí y a través de mí la Voluntad de Dios estaré dirigido no solamente a tener una vida abstemia, con equilibrio emocional sino con progreso espiritual e inclusive místico.
Dios, para mí, es y será el autor del orden porque el universo existe, a quien yo siento por los beneficios de Su Providencia que me otorga el infinito de Su bondad, sabiduría, poder y grandeza.
En Él creo, aunque no pueda comprenderle; a Él Amo en su esencia pues bien sé que no hay una imagen que auténticamente pueda representarlo; le hablo en la apertura de lo mundos porque es espíritu y verdad, y viviendo, sólo por hoy, con toda justicia, practicando todos los principios espirituales (virtud) y recibiendo principalmente la misericordia por la cual me constituyo en instrumento de su Providencia.
Felices 24 horas de descubrimientos alegres.