Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
30 MAYO
«NUESTRO OBJETIVO PRIMORDIAL»
Cuanto más se aferre A.A. a su objetivo primordial, mayor será su influencia bienhechora en todas partes.
— A.A. LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD, p. 109
Reflexiono con gratitud sobre los primeros años de nuestra Comunidad y aquellos sabios y cariñosos “pioneros” que proclamaron la necesidad de no desviarnos de nuestro objetivo primordial, el de llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre.
Deseo mostrar mi respeto a aquellos que trabajan en el campo del alcoholismo, teniendo siempre en cuenta que A.A. no apoya causas ajenas. Debo recordar que A.A. no tiene el monopolio de hacer los milagros, y sigo sintiéndome humildemente agradecido al Dios bondadoso que hizo que A.A. fuera posible.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.
El objetivo primordial de A.A. es mantenerme sobrio y ayudar a otros alcanzar el estado de sobriedad, lo que implica no solamente la abstinencia de dejar de consumir sino ayudarnos a alcanzar el equilibrio emocional, y esto para mí se ha convertido en la finalidad de unir mi fuerza de voluntad a la Voluntad de Dios, tal y como dice el Tercer Paso, solicitando que se Haga Su Voluntad y no la mía.
Hoy para mí es un recordatorio y doy testimonio de lo importante que es este objetivo, pues solamente con la ayuda de otros sean: clínica, terapeutas, consultores, grupos, compañeros, padrino y todos aquellos que viven y practican el Programa de recuperación es que me he mantenido sobrio y al yo mismo formar parte de la Comunidad he podido transmitir el mensaje con mi manera de vivir mis veinticuatro horas en el estudio, aprendizaje y acción de los Doce Pasos.
Paradójicamente para mantener mi sobriedad trabajo con otro, me doy cuenta que es la mejor forma de ponerme en acción para estar sobrio, limpio, con pensamientos y actitudes positivas y de todo el tiempo que he estado en la Fraternidad, esto es algo que he podido experimentar, ya que una forma inmejorable para permanecer en acción dentro del Programa de recuperación, es no perder de vista que A.A., N.A. y/o Grupos de Doce Pasos son una comunidad de hombres y mujeres que compartimos nuestra mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver nuestro problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo, la adicción y/o las conductas adictivas.
Gracias a Dios, como yo lo concibo, hoy estoy en la Comunidad y he podido disfrutar de cómo se van cumpliendo las Doce Promesas que ofrece la recuperación, esas promesas que me parecían inalcanzables y que por momentos he sentido eran utópicas, y que mi Poder Superior me regala, siempre y cuando, ponga mi colaboración, incluso para llegar ser blanco como la nieve.
Conmemoro la diferencia entre: vivir mal, amanecer con la culpa, tener miedo y vergüenza de darle la cara a alguien, sufrir por lo mal actuado y el daño causado, en fin la locura; junto con el inicio de la derrota para no consumir, seguido de un intenso trabajo interior y con la determinación de poner al frente de mi vida a un Poder Superior para que se haga cargo de mi enfermedad de la adicción y de mis emociones negativas, por lo que al cumplirse estas veinticuatro horas puedo dar evidencia, prueba y confirmación de que el Programa de recuperación sí funciona y que cumple su objetivo primordial y que en la medida en que me he aferrado a él mayor ha sido su influencia bienhechora en todos los asuntos de mi vida.
Agradezco a Dios poder transmitir el testimonio de que A.A. tiene un lugar preponderante y muy especial como una práctica acertada que ha sido utilizada dentro de otros procesos de tratamiento, y que por experiencia propia he vivido sus efectos positivos así como en otros compañeros, que me han demostrado una posibilidad real de recuperación. ¡Sí hay una solución!
La sobriedad (estar limpio), objetivo primordial del Programa de recuperación constituye la meta fundamental de AA, significa educarme y formarme en la práctica de vivir en la abstinencia (no consumir y/o no incurrir en las conductas obsesivas) a través de un vivir en la abstinencia a través de un incesante y permanente desarrollo y crecimiento emocional que me otorga la oportunidad de conseguir la madurez emocional, pues alcanzar el estado de sobriedad ha significado, en mi caso personal, la puesta en acción de los principios espirituales y actitudes como la honradez, la sinceridad, la humildad, la libertad, la tolerancia, la buena voluntad, el orden, el método, la constancia, la disciplina, la decisión para cambiar y mente abierta para que por ciclos de veinticuatro horas yo pueda mantener la actividad de mantenerme sobrio por un día a la vez, y accionar de esta manera me da el regalo presente de un progreso espiritual ilimitado y que me llevará al Camino Feliz, según mi propia concepción.
Sólo por hoy permito que el Poder Superior comience a manifestarse en mí, de tal manera que la gratitud y el agradecimiento se convierten en parte esencial de mi forma de vida, toda abundancia espiritual y material vibran al unísono, sabiendo que la material nunca precedió a la espiritual. Mi insospechado recurso interior se combina con el Poder para sanar mi mundo a medida que al trabajar con otros alcohólicos y/o adictos nos sanamos a nosotros mismos.
La gratitud me lleva a las alturas de las más elevadas frecuencias vibratorias, y elimina mis tensiones y mi enfermedad. Cuando expreso gratitud con cada respiración, me convierto en un conducto de compasión, amor y comprensión, y las límites que obstruyen mi interior fronteras se deshacen en mi adquirida conciencia y en la conciencia de la Comunidad en unidad con la Voluntad de Dios. Mis compañeros me han enseñado que la gratitud es mi ofrenda a Dios, con la fe de que hay algo más grande para mí, que me guía, me sostiene y me protege, así como a todos y cada uno de mis compañeros. He aprendido que cada día debo dar gracias a Dios por todo lo que sucede porque esta actitud me hace tener una actitud positiva, aun en medio de las aflicciones, aunque no entienda todo lo que ocurre a mi alrededor y dentro de mi mundo interior. Al pedirle a Dios que mi juicio sea sano y agradecido puedo esperar las cosas buenas se tornen mejores y que la esperanza se convierta en fe.
Dios, quiero expresarte mis sentimientos surgidos en mi caminar por mi mundo interior de luchas y victorias. Ahora me detengo un instante y miro hacia delante a la luz de este nuevo día. He caminado un largo trecho donde Tu luz me fue alumbrando cada día con mayor intensidad. Miro también hacia atrás por el camino donde me guiaste para no perderme más. Gracias Señor por salvarme cuando estaba ciego, prisionero y angustiado. Tú me llamaste y tuviste compasión y benevolencia conmigo. Gracias por ese milagro de la sobriedad, equilibrio emocional y mucho más, sé que Tú estás en mí ahora y más allá de mis pensamientos. Ahora veo con paz mi pasado, no para llorar por mis errores, sino para reconocer la ceguera espiritual en que me encontraba, pero que Tú alumbraste con Tu presencia, liberándome de todo lo negativo de mi interior. Gracias Poder Superior, ¡hoy soy libre! Me regalaste también capacidad de perdonar a otros, pedir perdón y perdonarme a mí mismo. Gracias porque siempre y sólo por hoy camino de Tu mano y nunca me abandonas.
Gracias, Dios, por enfrentarme a mis heridas, y sanarme emocional y espiritualmente. Me guiaste sutilmente para mirar en mi interior, dentro de mi espíritu para que sea capaz de descubrir las cadenas que me aprisionaban y que en ocasiones todavía se aferran. Me has dado la alegría de detectar, admitir y corregir la verdad de mis tristezas. Me muestras las razones, los hechos y los defectos de carácter por los que fracasé a causa de mis equivocados sentimientos, de mis pensamientos negativos, por mi ingobernabilidad y mi impotencia, pero más importante aún, me das el derecho por Tu Gracia de ser llamado Alcohólico Anónimo y/o Adicto en Recuperación cuando reconocí, acepté y admití de corazón mi enfermedad y creí en un Poder Superior en lo más profundo de mi ser. Llenas mi vida de sabiduría y de Tu Poder y Espíritu Superior. Gracias, Dios, por vivir dentro de mí, gracias por la paz que vibra en mi espíritu. Gracias, sólo por hoy todo la gran mayoría de mi vida es alegría y tranquilidad.
Gracias por esta nueva vida que me regalas. Gracias, por estas veinticuatro horas de ser útil y con un cambio de juicios y actitudes y porque siento Tu Amor. Gracias por este camino de victoria, prosperidad y sobriedad. Gracias porque, sólo por hoy siento amor por todos y por todo.
Gracias por ser parte del objetivo primordial de A.A.