Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
8 AGOSTO
“HICIMOS UNA LISTA…”
Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido…
— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 75
Cuando llegué al Octavo Paso, me pregunté cómo podría hacer una lista de todas las cosas que había hecho a otra gente ya que eran tantas personas y algunas de ellas ya no estaban en vida. Algunos de los daños que yo causé no eran muy graves, pero realmente me molestaban. Lo más importante de este Paso era estar dispuesto a hacer lo que fuera necesario para reparar los daños lo mejor que pudiera en ese momento particular. Querer es poder, así es que, si quiero sentirme mejor, tengo que descargar los sentimientos de culpa que tengo. En una mente tranquila no hay sitio para sentimientos de culpabilidad. Yo puedo limpiar mi mente de estos sentimientos con la ayuda de mi Poder Superior, si soy honesto conmigo mismo.
Del libro Reflexiones diarias
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He empezado por perdonarme para hacer una lista sin la carga de la culpa, mas una lista con honestidad de lo que he perjudicado, defraudado, herido, robado, lastimado, violado, así como el sufrimiento que he infringido para poder caminar a la aceptación y reconocimiento de la necesidad imperiosa de mi disposición para corregir, rectificar y enderezar mis relaciones con los otros, no por el hecho egoísta de sentirme bien y de obtener un perdón de los demás, sino por el simple y sencillo acto de poner mi buena voluntad en acción a través de mi honestidad para reconocer que debo ofrecer una disculpa y actuar para subsanar y reconstruir y así dar un paso más en la dignificación de mi persona y en el progreso de mi espíritu.
La primera parte del enunciado del Octavo Paso dice “Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido . . .” y esto me parecía que lo único complejo que tenía era tener la suficiente memoria y la capacidad de recordar para hacer la lista, en fin ya había hecho un gran avance cuando escribí mi historial, mis consecuencias y en el Cuarto y Quinto Paso; sin embargo tuve que aceptar que esto era un enfoque distinto, puesto que si en el Primer Paso escribo mi historial de la actividad y hago mención a mis actos ingobernables.
En el Cuarto Paso comienzo a escribir los resentimientos por lo que me hicieron e imagino que me hicieron los demás, y aplico el mismo método para los temores e incluso en el ámbito de lo relativo al instinto sexual; en el Quinto Paso mi padrino me ayuda a ver los alcances de mis verdaderos miedos y resentimientos para ubicar que yo he sido el causante de mis propios resentimientos y temores, puesto que su cepa se encuentra en mis defectos de carácter, en mis distorsiones de personalidad y en mi enfermedad de mis emociones negativas.
Entonces en el Octavo Paso hago una lista de las personas a las que he dañado sin importar el grado o la cantidad del perjuicio, agravio y trastorno, incluso a las que al principio no estoy muy seguro de haberlo hecho ya que es importante que no deje de lado a nadie y mucho menos lo elimine de mi lista al justificar que mi daño fue en respuesta a los actos que en mi contra realizaron que imagino que efectuaron en mi contra.
La lista de las personas me sirve para ubicar cómo han sido mis relaciones interpersonales, de tal suerte que al avanzar en este Paso Ocho pueda llegar con buena voluntad y sinceridad a la parte de estar dispuesto a restaurar, remediar, enmendar y resarcir, para alcanzar el objetivo que el Octavo Paso me describe al inicio: “consideramos como establecer la mejor clase posible de relaciones con todos los seres humanos a quienes conozcamos.”
Así, me doy cuenta que la finalidad de lograr una convivencia considerada, sincera, tolerante, comprensiva, alentadora, misericordiosa, caritativa, altruista, generosa y amorosa con mis semejantes requiere de que liste a las personas que he dañado en el pasado, en mi ingobernabilidad y en la actividad, así como el daño que en este presente continuo de mi recuperación causo porque mi enfermedad es incurable y siempre está lista para surgir cuando decido ponerme al frente de mi vida en lugar de darle la entrada correcta a Dios.
Mi enfermedad de la adicción ha tenido la característica y la peculiaridad de ser sumamente destructiva conmigo mismo y con quienes me inter-relaciono, con mayor énfasis en mi esposa, hijos, padres, hermanos, amigos y personas cercanas a las que yo pensaba que quería, cuando ni siquiera comprendía lo que era amar de manera auténtica a mi propia persona y así amar genuinamente a los demás.
He empezado por perdonarme para hacer una lista sin la carga de la culpa, mas una lista con honestidad de lo que he perjudicado, defraudado, herido, robado, lastimado, violado, así como el sufrimiento que he infringido para poder caminar a la aceptación y reconocimiento de la necesidad imperiosa de mi disposición para corregir, rectificar y enderezar mis relaciones con los otros, no por el hecho egoísta de sentirme bien y de obtener un perdón de los demás, sino por el simple y sencillo acto de poner mi buena voluntad en acción a través de mi honestidad para reconocer que debo ofrecer una disculpa y actuar para subsanar y reconstruir y así dar un paso más en la dignificación de mi persona y en el progreso de mi espíritu.
Felices 24 horas haciendo mi lista.