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REFLEXIONES DIARIAS AA 22 JULIO

    Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

    22 JULIO

    “LO BUENO Y LO MALO”

    “Creador mío, estoy dispuesto a que tomes todo lo que soy, bueno y malo”.

    — ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 76

    La alegría de la vida está en dar. Ser liberado de mis defectos, para poder ser servicial más libremente, permite que crezca en mí la humildad. Mis defectos pueden ser humildemente puestos bajo el amoroso cuidado de Dios y ser eliminados. La esencia del Paso Siete es la humildad y qué mejor manera de buscarla que dar todo lo que soy —bueno y malo— a Dios, para que Él pueda liberarme de lo malo y devolverme lo bueno.

    Del libro Reflexiones diarias
    Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

    Al escuchar y al leer que la alegría de la vida está en dar, se me hace presente ese acrónimo DAR

    La glosa del Séptimo Paso concluye proponiéndome que haga una oración para terminarlo, la cual tiene inicia diciendo: “Creador mío, estoy dispuesto a que tomes todo lo que soy, bueno y malo”. Primeo pensé que efectivamente el Programa es espiritual y por tanto habla de Dios así como de moralidad, lo que necesariamente se ubica en la concepción del bien y del mal, algo que siempre rondaba en mi fuero interno cuando total y absolutamente temeroso tenia que enfrentar las consecuencias de mi intoxicación así como de mis conductas nefastas, maléficas, despiadadas, desviadas, torcidas y absurdas.

    ¿Todo estará bien?, ¿Habré causado algún mal?, ¿Ser infiel está bien o está mal?, ¿Abusar del la confianza de los demás está bien?, ¿Responder con ira a cualquier cosa que considere en mi contra está mal?, ¿Ser bueno está mal?, ¿Imponerme sobre los demás está bien?, ¿Beber está bien?, ¿No consumir está mal?, ¿Dudar de los demás está bien?, ¿Buscar la empatía está mal?, ¿Confiar sólo en mí está bien?, ¿Dejarle las cosas a Dios está mal? Y así sucesivamente, sin realmente hacer un autoexamen profundo y minucioso de mí mismo para reconocer todo aquello que es incorrecto, indebido, ilegítimo, ilícito, irresponsable, inequitativo, indecente, insultante e infrahumano en mi personalidad y sopesarlo ante lo correcto, decente, amable, servicial, justo, íntegro, razonable, cordial, cariñoso, cálido y considerado.

    La oración cubre toda mi existencia al decir que Dios tome todo lo que soy, porque yo soy un cuerpo – espíritu y como tal tengo que estar en este plano terrenal para progresar espiritualmente con base en aprender, aceptar y trascender mis defectos, mis errores, mis vilezas, mis iniquidades, mis deformaciones y mi soberbia de querer ser Dios, al mismo tiempo que enfrento mis frustraciones por mis propias limitaciones y mis propias características porque en el fondo sé que no soy Dios sino un simple ser humano con muy pocas capacidades, que sumado a mi adicción me hace una ser sin poder.

    Al escuchar y al leer que la alegría de la vida está en dar, se me hace presente ese acrónimo DAR que implica:

    Disciplina.- las sugerencias y principios espirituales para mi comportamiento que debo practicar un día a la vez, de manera constante y resistente, en beneficio de mi estabilidad emocional y la consecución de mi sobriedad y de mi progreso espiritual,

    Aceptación.- el reconocimiento de mi impotencia y de todos mis defectos de carácter que presiden mi ingobernabilidad para aprender a vivir con mis errores, lo que no puedo cambiar, y con base en esta admisión encarar mi futuro, por periodos de veinticuatro horas, con una nueva perspectiva y aprovechar las oportunidades que me regala el Programa con mi cambio de juicios y actitudes; y

    Responsabilidad.- percatarme de que todo lo que pienso, siento y hago tiene una consecuencia porque soy yo quien decide, en el intento de lograr que mis actos correspondan a lo que me sugieren los Doce Pasos; así como corregir lo que no hago ni he hecho bien, sólo por hoy, y volver a empezar.

    Querido Dios, estoy listo para recibir tu ayuda para librarme de los defectos de carácter de los cuales ahora me doy cuenta son un obstáculo en mi recuperación. Ayúdame a continuar siendo honesto conmigo mismo y guíame hacia la salud mental y espiritual, para así poder dar a mi ser y los demás lo mejor de mí.

    Una vez que con el Séptimo Paso haya realmente adquirido la concepción de lo que es la humildad y practique actos humildes, tendré la sinceridad para decir: “Dios mío, Bendice mi salud buena, mi sobriedad de calidad benévola, mis emociones benignas, mis pensamientos benévolos, mis actos bienhechores y Bendice lo mismo en los demás”.

    Felices 24 horas pidiendo a Dios bendiga lo bueno que hay en mí.

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