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REFLEXIONES DIARIAS AA 18 JUNIO

    Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

    18 JUNIO

    «UNA COMUNIDAD DE LIBERTAD»

    … si se concediera a los seres humanos una libertad absoluta, y no se les obligara obedecer a nadie, entonces se asociarían voluntariamente para el interés común.

    — COMO LO VE BILL, p. 50

    Cuando ya no vivo más bajo los dictados de otros ni del alcohol, vivo una nueva libertad. Cuando me desprendo del pasado y todo el exceso de equipaje que he llevado por tanto tiempo, llego a conocer la libertad. Se me ha introducido a una vida y a una Comunidad de libertades. Los Pasos son una manera “recomendada” para encontrar una nueva vida, no hay mandamientos ni dictados en A.A. Soy libre de servir por deseo y no por decreto. Se entiende que yo me beneficiaré del desarrollo de otros miembros y lo que aprenda lo llevaré a compartir con el grupo. El “bienestar común” encuentra espacio para crecer en la sociedad de libertad personal.

    Del libro Reflexiones diarias
    Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

    Es proponiéndome lo imposible como podré lograr lo posible.

    Cuando se habla de los temas de Libertad, Responsabilidad como miembro y Unidad en el Libro Tal Como la Ve Bill, se hace referencia a la cápsula 50, “A.A.: Anarquía Benigna y Democracia”, tomando un texto de A.A. Llega a su Mayoría de Edad, expresa: “Cuando llegamos por primera vez a A.A., observamos inicialmente una libertad personal mayor que cualquiera otra sociedad conozca. No se nos puede obligar a hacer nada. En este sentido nuestra comunidad es una benigna anarquía. La palabra “anarquía” tiene un mal significado para la mayoría de nosotros. Pero creo que el idealista que fue primero en abogar por la idea sentía que si se concediera a los hombres una libertad absoluta y no se les obligaba a obedecer a nadie en persona, entonces voluntariamente se asociarían para el interés común.

    Cuando necesitamos entrar en acción para funcionar como grupo, observamos que teníamos que actuar como una democracia. A medida que los antiguos se iban retirando, empezamos a elegir a nuestros servidores por el voto de la mayoría. Cada grupo se volvió en este sentido una democracia en acción. Todas las acciones propuestas para el grupo tenían que ser aprobadas por la mayoría. Esto suponía que ningún miembro individual pudiera nombrarse a sí mismo para actuar en nombre de su grupo o de A.A. en su totalidad. Ni la dictadura ni el paternalismo era para nosotros.”

    El anarquismo en el Programa demuestra que no hay dominio del hombre sobre el hombre, pues el funcionamiento de la organización y la Comunidad sea A.A., N.A. y Grupos de Doce Pasos similares se forman por el libre acuerdo de los adictos y/ enfermos de sus emociones (de los compañeros), que a través de su experiencia se dieron cuenta de que no debe haber jerarquías ni nada que se coactivamente exigible, sino que por el contrario se trata de servir a los otros, a servir entre compañeros y que lo que el Programa comparte solamente es sugerido y bajo el argot de la recuperación en los grupos se expresa: “prohibido prohibir”.

    En lo personal al observar que el Programa habla del anarquismo que existe en A.A. y que es igual en N.A. y otros organizaciones de Doce Pasos, me llama poderosamente la atención que el símobolo de la anarquía sea una letra “A” rodeada por un círculo, pues esta “A” no solamente muestra el carácter del abecedario sino que a primera vista parece un triángulo dentro de un círculo, porque para los anarquistas este círculo representa la unidad y el equilibrio del orden natural, no hay un principio ni un fin y por tanto no hay nadie superior ni inferior, algo que es perfectamente aplicable, según mi propia experiencia, en A.A. y en el Programa en general. También se acostumbra a simbolizar el anarquismo con una bandera negra ya que al ser un color uniforme demuestra unidad y según esto el negro refleja la pureza del ideal porque no puede ensuciarse ni mancharse. En este sentido esta alegoría me recuerda mi historial porque si bien el que no haya jerarquías, que no exista obligaciones coercitivas, que nadie pueda imponer nada me hacen ver la pureza del objetivo primordial de mantenerme sobrio y ayudar a otro alcanzar el estado de sobriedad, al mismo tiempo me recuerda que si tengo un cambio de juicios y actitudes nadie puede mancharme ni ofenderme, tal como lo señala el Décimo Paso, y al mismo tiempo me hace ver aunque tuviera ennegrecido el espíritu puedo lograr, a través de la práctica de los Doce Pasos un ideal de pureza sostenida en la abstinencia y el equilibrio emocional.

    La Fraternidad de la recuperación me muestra la posibilidad de que puede erradicarse, para reducir mi ego, la existencia de mi auto-control, mi auto-suficiencia, mi auto-disciplina para erradicar el gobierno autoritario de mis pasiones, mis deseos, mis sueños de grandiosidad, mis satisfacciones temporales y materiales todo esto en contra del alimento necesario para mi espíritu, llevándome por el camino de la unidad, la igualdad, el servicio y la recuperación.

    Cuando leo estas ideas dentro de la literatura de A.A. me viene a la mente que fueron revisadas por los primeros cien alcohólicos y que además pasaron por le tamiz de otros miles más para con ello no solamente establecer los Doce Pasos sino poder adoptar las Doce Tradiciones y por ello el lema del anarquismo es perfectamente aplicable, en mi caso personal, a mi recuperación: “Es proponiéndome lo imposible como podré lograr lo posible” , y esto que es una paradoja se parece a aquello de que “entre más dependencia tenga de Dios más independiente soy”.

    A.A. es anarquista porque no atenta contra mi libertad ni contra la libertad de ningún compañero, se insiste en que todo es sugerido y que simplemente si quiero tener y lograr lo que otros compañeros han hecho, seguramente debo realizar las mismas cosas o accionar de manera similar a lo que ellos han hecho y que a su vez les fue sugerido por el Programa, los compañeros y padrino. Además tiene un sistema de asociación voluntaria con el simple hecho de querer de dejar la bebida, de querer dejar de consumir y/o de querer estar sufriendo con la conducta enferma por lo que yo soy quien determina si soy o no soy miembro y además nadie puede decirme que no formo parte ni expulsarme de la Comunidad.

    En mi cotidianidad he aprendido a ser anarquista para no depender del juicio de los otros, de agradar a los demás, de esperar su aprobación así como a no depender de la sustancia, ni de las personas y enfocarme en una dependencia voluntaria a Dios, como yo lo concibo, porque efectivamente cuando pongo toda mi fe en las personas, en algún momento y de alguna forma me fallarán porque son seres humanos y no son perfectos. De la misma manera puedo aprender que la dependencia sana en el Poder Superior tiene la gran ventaja de reconocer que hay una capacidad, una fuerza, una energía, un dominio y una eficacia que yo no tengo y que está por encima de mí para ayudarme con aquello que yo no puedo y para darme lo mejor para mi vida, aún y cuando yo mismo no sepa que es lo mejor para mí.

    De hecho pienso que A.A. es una anarquía organizada, aunque parezca utópico, porque establece los Pasos y las Tradiciones que evitan el caos y el desorden del grupo y de la Comunidad sin que exista una forma establecida y rígida de un gobierno jerárquico, pues todos somos iguales, alcohólicos y/o adictos en recuperación.

    En mi caso personal me he unido al Programa de recuperación porque no podía ni puedo solo con mi enfermedad de la adicción (mis emociones y pensamientos negativos), y de esta manera existe el interés común de trabajar con otro alcohólico y/o adicto para mantener mi sobriedad, mi limpieza, mi equilibrio emocional y al hacerlo no importan las veinticuatro horas que yo u otro compañero tenga, no existe medida para determinar el grado de sobriedad mío ni de los compañeros, no hay un preeminencia de beneficios o derechos por antigüedad, por edad, por capacidad intelectual, por estrato social, por poder adquisitivo sino que acepto, como muchos compañeros, que la única autoridad fundamental es un Dios amoroso.

    Hoy me doy cuenta que soy libre en esta Fraternidad de la recuperación y que voy por el Camino del Espíritu de una manera responsable y en unidad con mis compañeros.

    Felices 24 horas en una comunidad de libertad.

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