Saltar al contenido

REFLEXIONES DIARIAS AA 2 JULIO

    Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

    2 JULIO

    «EL CORAZÓN DE LA VERDADERA SOBRIEDAD»

    Encontramos que nadie tiene por qué tener dificultades con la espiritualidad del programa. Buena voluntad, sinceridad y una mente abierta son los elementos para la recuperación. Pero estos son indispensables.

    — ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 520

    ¿Soy lo suficientemente honesto para aceptarme como soy y dejar que ese “Yo” sea el que vean los demás? ¿Estoy dispuesto a hacer todo esfuerzo, todo lo necesario para mantenerme sobrio? ¿Tengo la amplitud de mente para escuchar lo que debo escuchar, pensar lo que debo pensar y sentir lo que debo sentir?

    Si mi respuesta a estas preguntas es “Sí” quiere decir que sé lo suficiente respecto a la espiritualidad del programa para estar sobrio. Cuando continúo practicando los Doce Pasos, avanzo hacia el corazón de la verdadera sobriedad: serenidad conmigo mismo, con otros y con Dios como yo Lo concibo.

    Del libro Reflexiones diarias
    Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

    Buena voluntad implica no ser egoísta y fluir, no poner las trabas de mi propio y exclusivo interés; sinceridad u honestidad no mentirme ni a mi mismo ni a los demás, no ocultar lo que realmente me pasa, aceptar mis errores, mis fallas, mis defectos y confesarlos, no guardarme nada; y mente abierta estar dispuesto a experimentar cada sugerencia y no sentirme el dios de mi razón; hacer a un lado “mi inteligencia”…

    En el Libro Grande, en el Apéndice II, “Experiencia Espiritual”, se puede leer: “nuestros miembros encuentran que han descubierto un insospechado recurso interior, que pronto identifican con su propio concepto de un Poder Superior a ellos mismos. La mayoría de nosotros pensamos que esta conciencia de un Poder Superior al nuestro es la esencia de la experiencia espiritual. Nuestros miembros más religiosos la llaman “conciencia de Dios.”

    Queremos manifestar de la manera más enfática, que (a la luz de nuestra experiencia) cualquier alcohólico capaz de encarar honradamente sus problemas puede recuperarse, siempre que no cierre su mente a todos los conceptos espirituales. Solamente puede ser derrotado por una actitud de intolerancia o de negación beligerante. Encontramos que nadie tiene por qué tener dificultades con la espiritualidad del programa. Buena voluntad, sinceridad y una mente abierta son los elementos para la recuperación. Pero estos son indispensables. “Hay un principio que es una barrera para toda información, que es una refutación de cualquier argumento y que no puede fallar para mantener a un hombre en una perpetua ignorancia: el principio consiste en despreciar antes de investigar.” HERBERT SPENCER.”

    Cuando al finalizar de releer los Doce Capítulos del Libro Azul encuentro este segundo apéndice relativo a la Experiencia Espiritual o Despertar Espiritual al que tantas veces se hace referencia y llego a esta parte admito que sin que haya sido de manera súbita, ostentosa, mágica y estruendosa he ido teniendo un cambio de juicios y actitudes que solamente son el resultado de aplicar los principios espirituales de humildad, tolerancia, sinceridad, generosidad y amor a que me invita el Programa cuando para ponerlos en acción y ejecutarlo lo hago con buena voluntad y sin objetar y dejando de discutir teniendo mente abierta, experimentando aciertos y errores.

    La primera vez que escuché que solamente requería tener buena voluntad, honestidad y mente abierta pensé que era muy fácil, mas entonces me pregunté ¿por qué cuesta trabajo aplicar cada uno de los Pasos?, y repasé los conceptos: buena voluntad implica no ser egoísta y fluir, no poner las trabas de mi propio y exclusivo interés; sinceridad u honestidad no mentirme ni a mi mismo ni a los demás, no ocultar lo que realmente me pasa, aceptar mis errores, mis fallas, mis defectos y confesarlos, no guardarme nada; y mente abierta estar dispuesto a experimentar cada sugerencia y no sentirme el dios de mi razón; hacer a un lado “mi inteligencia”, aceptar que hay que experimentar que hay un Poder Superior y no querer que las cosas resulten sin haber probado antes a practicar cada paso.

    ¡Háztela Fácil! (uno de los cárteles que más me llamaron la atención en el salón de usos múltiples y junta AA de la clínica y que por cierto rara vez he visto en un grupo) me invita a no despreciar nada antes de realmente probarlo, vivirlo e investigarlo pues con base en estar continuamente intentando, poco a poco se va lejos en la posibilidad de ir aplicando de manera habitual la espiritualidad en mi vida, una espiritualidad para infantes emocionales, como yo, que parte del hecho de simplemente hacer lo correcto, no dañar a nadie y confiar en mi Poder Superior. Así mismo, si aplico correctamente el hecho de buscar “ser niño” para encontrar más fácil la espiritualidad, entonces debo tener un espíritu inocente, con alegría de vivir, con la sonrisa súbita, la falta de crítica y un auténtico anhelo de compartir lo que Dios me ha prodigado a través del Programa de recuperación, y esto lo he encontrado en la Comunidad donde me han brindado comprensión y buena voluntad donde la mayoría de los miembros de la Confraternidad han hecho y hacen todo lo que está dentro de sus posibilidades y limitaciones para ayudarme.

    Mi despertar espiritual ha resultado un gran regalo que curiosamente tengo que dar a otros para lograr lo mejor para mí y para mis compañeros, y que empieza con confiar en otros enfermos de adicción, como yo, en aceptar que cada uno de mis compañeros, al igual que yo, tienen su propia fuente de guía y sabiduría para discernir lo que más conviene y el derecho a encontrarlo cometiendo errores y aprendiendo. Confiar en que yo mismo soy capaz de descubrir, a través de ensayo y error, lo que mas me conviene. ¡Dios mío, ayúdame a confiar en ese don!.

    Sólo por hoy, con buena voluntad y sinceridad dejaré que otros ven mi real y auténtico “yo”, para vivir sobrio, limpio y con serenidad, dejando que los demás decidan lo que más les conviene y que, aceptando la guía de Dios a través de los otros compañeros y de mi padrino, sea yo el que elija y decida lo que es mejor para mí.

    Felices 24 horas con el corazón de la verdadera sobriedad.

    error: Content is protected !!