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REFLEXIONES DIARIAS AA 21 ABRIL

    Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

    21 ABRIL

    «CULTIVAR LA FE»

    “No creo que podamos hacer algo muy bien en este mundo a menos que lo practiquemos… Debemos practicar adquirir el espíritu de servicio y debemos adquirir alguna fe, lo que no se hace fácilmente, en particular si la persona ha sido muy materialista, siguiendo la moda de la sociedad de hoy.

    Pero creo que la fe puede ser adquirida, tiene que ser cultivada; eso no fue fácil para mí y asumo que es difícil para cualquier otro…”

    EL DR. BOB Y LOS BUENOS VETERANOS, p. 322-323

    El temor es frecuentemente la fuerza que me impide adquirir y cultivar el poder de la fe. El temor bloquea mi apreciación de la belleza, de la tolerancia, del perdón, del servicio y de la serenidad.

    Del libro Reflexiones diarias
    Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

    Al olvidarme de mí mismo, me encuentro, dejo de centrarme en mi egoísmo y puedo valorar que cuento con lo necesario para vivir.

    Cuando comencé a estudiar y practicar el Segundo Paso pude darme cuenta de que se puede ir cultivando la fe, ya que todo comienza con la idea de buscar un Poder Superior, llegar a tener una creencia y con el tiempo ir adquiriendo fe.

    Creer y tener fe en que hay un Poder Superior, en mi caso Dios, no me ha sido tan difícil, lo complicado es mantener una fe en acción que me permita buscar la verdadera abundancia, que es la espiritual, en lugar de pensar que el resultado de la fe es obtener la acumulación, la opulencia, la demasía incluso la exageración de bienes materiales (dinero, cosas, sexo, personas y poder). Tampoco se trata de que la fe implique escasez, porque mi tendencia a auto-devaluarme se inclina, erróneamente, a pensar que en esto estriba comenzar el camino de la “humildad”.

    La fe tiene que ser algo que trabaje con constancia para prender el interruptor o switch de la espiritualidad por estas veinticuatro horas e ir acumulando la energía que vaya fluyendo. Hay ocasiones en que tener fe y ser espiritual es muy fácil si no hay controversias, conflictos, aflicciones, pérdidas, insolvencia, insuficiencia, limitaciones mas cuando la disminución, la cesación, la iliquidez se presentan es común es que haga su aparición el temor y entonces mis miedos al actualizarse hacen a un lado mi fe, me llevan a traicionar a Dios porque dejo de confiar y comienzo a discutir intelectual y emocionalmente, porque la realidad aparente me dice que si me falta lo material no puedo estar bien espiritualmente.

    Sé, por experiencia vivida, que no es sencillo dar al cien por ciento el Tercer Paso, mantenerse espiritual y buscar la espiritualidad cuando las necesidades materiales no están resueltas, lo que confundo es que esas necesidades prioritarias e indispensables sí están cubiertas, lo que no es aquello que considero como forzoso, ineludible, obligatorio o que preciso en mi vida.
    Para ir adquiriendo fe, a través de la verdad de la humildad, dar servicio a mis compañeros es un buen inicio puesto que me va preparando para dar servicio a mi esposa, a mis hijos, a mis familiares, a mis amigos, a las personas cercanas incluso comienzo a poder dar servicio hasta a los que no me quieren bien, con todo esto el verdadero y auténtico servicio me lo doy a mí mismo.

    Al olvidarme de mí mismo, me encuentro, dejo de centrarme en mi egoísmo y puedo valorar que cuento con lo necesario para vivir, que si practico mi espiritualidad tengo la abundancia real que me regala el Programa de recuperación y puedo pedir a Dios aquello que sea para mi mayor bien y el de los demás para hacer Su Voluntad, por eso tan importante la oración y la meditación a que me invita el Paso Once.

    Si cultivo mi fe, sólo por hoy, caeré en cuenta de que nunca lo material precedió a lo espiritual, podré rescatar lo que es más valioso de mí y sobre todo podré unificar mi intención con la Voluntad de Dios, pidiendo constantemente ser un instrumento y un conducto para llevar la verdadera riqueza del amor, el perdón, la armonía, la verdad, la esperanza, la alegría y obtener con ello la plenitud de la serenidad, el valor y la sabiduría.

    Felices 24 horas cultivando mi fe.

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