Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
16 MARZO
«COMO NOSOTROS LO CONCEBIMOS»
Mi amigo sugirió lo que entonces parecía una idea original… “¿Por qué no escoges tu propio concepto de Dios?” Esto me llegó muy hondo; derritió la montaña de hielo intelectual a cuya sombra había vivido y tiritado muchos años. Por fin me daba la luz del sol. Sólo se trataba de estar dispuesto a creer en un Poder superior a mí mismo. Nada más se necesitaba de mí para empezar.
— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 12
Yo recuerdo las veces que miraba al cielo, y reflexionaba sobre quién dio comienzo a todo esto, y cómo. Cuando llegué a A.A., para lograr una sobriedad estable, tenía que adquirir una comprensión de alguna descripción de la dimensión espiritual.
Después de leer una variedad de teorías, incluyendo la científica de una gran explosión, opté por lo sencillo suponiendo que el Dios de mi entendimiento fue el Gran Poder que hizo posible la explosión. Con la inmensidad del universo bajo Su dominio, Él podría, sin duda, guiar mi pensamiento y mis acciones si yo estaba preparado a aceptar Su orientación.
Pero no podía esperar ayuda si le volvía la espalda y me iba por mi propio camino. Llegué a estar dispuesto a creer y he tenido 26 años de sobriedad estable y satisfactoria.
Del libro Reflexiones diarias
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Trabajar en mi fe, es importante porque trae consigo las siguientes sensaciones: confianza y serenidad.
El Poder Superior lo pienso ocupando un espacio de sentido último, como lugar de la integración, confianza y totalidad, que da respuestas a mis necesidades. Por eso el Poder Superior tiene como objetivo, entre otros, el hecho de producir una sensación de totalidad, de unión con un “todo”, que en principio es la Comunidad AA, y se va materializando en forma más concreta en mi grupo.
El contacto con lo superior es consciente, directo y personal. El grupo, es un continuo sistema de apoyo basado en una fuerte identificación con los iguales y la pertenencia a una Comunidad Fraterna, sólo actúa como colaborador y acompañante del proceso. El camino espiritual que propone el Programa plantea el derecho incondicional a desarrollar mi propia concepción de un Poder más fuerte que yo (al igual que todos los adictos). Insistiendo siempre en que se trata de un programa espiritual.
Encontré que entre las funciones del Poder Superior está la de devolver el sano juicio: el objetivo es que yo (y cada uno de mis compañeros) encuentre una concepción de este poder que pueda ayudarlo, como en mi caso personal lo ha hecho. Por lo tanto, se evidencia una libertad de conciencia para que cada uno individualmente, de acuerdo a mi propia experiencia, decida cuál, qué y cómo es su Poder Superior.
Dentro del Programa y los Doce Pasos se menciona a un Poder Superior, y cuándo esto lo leemos o lo escuchamos algunos por primera vez muchos salimos con la afirmación de que no creemos en un Poder Superior. Hoy pienso que no hay nada más lejos de la verdad que esto, puesto que en mi experiencia, todo ser humano cree en algo superior. Lo que muchas veces pasa, es que no le pongo el nombre de Poder Superior a lo que creo. Lo que sucede es que las personas, como yo, toman este concepto en una forma concretista; lo cual no es raro, porque por el uso de substancias, en mi caso, existe pérdida de la abstracción. Posterior a abstenerme y ya no seguir afectando mi cerebro con el alcohol, desde el punto físico mi cerebro va sanando solo y yo voy recuperando la abstracción mental. Pero mientras se da este proceso de sanación, no puedo evitar pensar en forma concretista.
En mi experiencia de vida he podido constatar que realmente todo ser humano cree en algo superior pero su forma de visualizarlo es única y esto es lo que acarrea los problemas de entendimiento. Como cada quien lo visualice es un proceso interno propio y al ser propio le va dar sus toques individuales que lo hará único, así lo he hecho yo. Por esta razón cuando me enfrascaba en discusiones de religión y espiritualidad nunca llegué a un acuerdo porque traté de imponer mi creencia única en otros. El no entender que muchos de mis procesos, conceptos o ideas son únicos, da una mala maña: la idea de que tengo la verdad para los demás. En vez de compartir aspectos únicos expresándolos como parte de mi experiencia buscaba imponerlos en los demás.
He podido observar que las personas que entran auténticamente a Programa y ya tienen un camino andado en la creencia de Dios, no les cuesta mucho trabajo incorporar el concepto de Poder Superior, aunque cómo en mi caso la pregunta es ¿cuál es la diferencia del Dios de AA, NA y Grupos de Doce Pasos al que yo conocía?. El problema que yo presenté fue que no había invertido tiempo en mi fe, apegándome en verdad a que se hiciera Su Voluntad en la Tierra como en el Cielo.
Lo que he vivido es que otros de plano dicen que no creen en un Dios o lo sienten como impuesto por sus padres. De esta manera es natural que esté resistente al concepto de un Poder Superior, manifestándolo en incomodidad. Con el propósito de facilitar el proceso yo efectúo, con mis compañeros, el siguiente ejercicio que mi padrino me puso.
Primero es importante establecer que cuando se habla de un Poder Superior debe, en mi caso personal, forzosamente reunir 3 características: omnipotente (todo lo puede), omnisapiente (todo lo sabe) y omnipresente (esta en todos lados). Por esta razón cuando algunas personas dicen que el grupo es su poder superior o hablan de un ser humano como su poder superior, sirve al principio pero en mi caso me di cuenta que estaba cayendo en un error. Lo que sí puedo decir, es que el grupo o la persona es un reflejo del poder superior.
Segundo, es establecer el hecho de que el ser humano siempre cree en algo, puede no estar estructurado o definido pero siempre se cree en algo, La forma de traer a la consciencia esta creencia es con la pregunta : “¿Cómo creo que se formó la tierra?” A la respuesta que doy, en su caso me den mis compañeros (siempre y cuando no sean una serie de tonterías), le voy a encontrar las tres características del poder superior. Como ejemplo utilizaré la respuesta más frecuente, y que yo tuve. Mencione que creo en la evolución o naturaleza. Cuando me hicieron ver la cantidad de energía que hay detrás de estos procesos, me demostraron que llegué a la primera omnipotente; cuando me hicieron ver que se estaba dando en todos lados y en un presente, omnipresente y al hacerme la pregunta de “¿No crees que estos procesos son sabios?, obtuve la última, omnisapiente. Con esto les hago ver que yo sí creía y que muchos de mis compañeros también sí creen en un Poder Superior pero lo visualizaba diferente y tenía que desarrollarlo.
Repitiendo, queda claro que el Programa de los Doce Pasos no es un programa religioso, se trata de un programa de tratamiento en forma de grupos de auto ayuda, pero al igual que en cualquier otra enfermedad difícil o larga, los enfermos de adicción echamos mano del área espiritual porque es una fuerza extra que necesitamos.
Por otro lado, para creer en un Poder Superior necesito de fe y la fe es una emoción, la siento. Pero la fe, es de esas emociones complejas y para sentirlas hay la necesidad de mi parte de trabajar en ellas. Entre más yo trabaje, más la siento y si dejo de trabajar la dejo de sentir. Por esta razón, en mi caso personal, es que nos topamos con mucha gente que menciona que no siente fe y por lo tanto no echa mano del Poder Superior. Lo que siempre voy a encontrar, es la pregunta ?por qué no he trabajado en la emoción (de fe)?. Es como si esperara que solita se forme.
Trabajar en mi fe, es importante porque trae consigo las siguientes sensaciones: confianza y serenidad. Al mismo tiempo que trabajo en la fe de un Poder Superior, voy a traer conmigo la capacidad de introspección. Esto es muy importante porque mi enfermedad, se llevó entre las piernas mi capacidad de ser objetivo conmigo mismo. Además me permite la búsqueda de alternativas y ya sabemos que en los adictos, como yo, es muy difícil que lo haga, porque con la enfermedad, adoro el manejo de extremos resultando en rigidez y visón en túnel.
Mi concepto del poder superior dentro de los Doce Pasos no se da de la noche a la mañana. Es un proceso que se da paulatinamente, siempre y cuando yo trabaje en él. Que va ir de la mano de la rehabilitación, reflejando maduración.
La maravilla de que yo pueda concebir a mi Poder Superior (en mi caso Dios), es un regalo muy grande del Programa porque en la medida que me ha habilitado para encontrarlo, voy teniendo la posibilidad de ir descubriendo cada día, por veinticuatro horas, lo más excelso de Él y así poder ir comprendido, poco a poco, Su Voluntad y cumplirla.
Felices 24 horas con Dios, como yo lo concibo.
