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LEMA 2. ACEPTACION ES VER LAS COSAS COMO SON EN REALIDAD, SIN APROBAR O DESAPROBAR NADA

    aceptate como eres y habras silenciado al mas severo de los jueces. alejandro jodoroski
    no necesitas ser aceptado por otros, necesitas aceptarte a ti mismo

    «Cuando no hay un enemigo interior, los enemigos exteriores no pueden hacerte daño» Proverbio africano

    «Acepta. No es resignacion, pero nada te hace perder mas energia que el resistir y pelear contra una situacion que no puedes cambiar» Dalai Lama

    FASES DE LA ACEPTACION

    1.-Reconocer la resistencia. Aversion a lo que nos ha hecho daño. Descubramos su presencia.
    2.-Curiosidad (capacidad de interesarse por el malestar, lo que ha sucedido)
    3.-Tolerancia. Actitud de convivir con ello. Podemos aguantar el hecho.
    4.-Permitir que los sentimientos vayan y vengan. Periodos de tranquilidad con fases de mucho dolor.
    5.-Reconciliacion. Avenirse a lo que ha sucedido y ver aspectos interesantes para el futuro con lo que ha pasado.
    6.-Aceptacion radical. Rendicion. Se derrumba la resistencia de forma repentina. Se pasa de un estado de desesperacion a serenidad.

    La aceptacion es la solucion a todos mis problemas de hoy. La aceptacion es la unica fuente real de tranquilidad, serenidad, paz. Tambien es conociso como «surrender», «sometiendo a lo inevitable». Aceptacion por Vincent P.Collins

    La aceptacion es la respuesta

    Paso 1. incapacidad para manejar (BB. pg.449)

    Cuando deje de vivir en el problema y comenzo a vivir en la respuesta, el problema desaparecio. A partir de ese momento, no he tenido una compulsion a beber solo.

    La aceptacion es la respuesta a todos mis problemas de hoy.cuando me preocupa, es porque me parece una persona, lugar, cosa o situacion, algun hecho de mi vida, inaceptable para mi.

    No puedo encontrar la serenidad hasta que acepte a esa persona, lugar, cosa o situacion es exactamente la forma en que se supone que es en este momento.Nada, absolutamente nada sucede en el mundo de Dios por error.

    hasta que no podia aceptar mi alcoholismo, no podia permanecer sobrio, a menos que aceptar la vida totalmente en terminos de la vida, no puedo ser feliz. Necesito no concentrarme tanto en lo que necesita ser cambiado en el mundo como en lo que debo cambiar mis actitudes.

    Tengo que mantener mi mente en mi aumento de aceptacion y de mis expectativas para mi serenidad es directamente proporcional a mi nivel de aceptacion. BB.pg452

    «Por fin se entero usted de que no puede ayudar a las personas a no ser que realmente necesiten ayuda, esten dispuestas a recibir ayuda, quieran que se les ayude, y le pidan a usted ayuda. Aun asi, solo puede ayudarles a ayudarse a si mismos. La aceptacion por Vincent P. Collins

    PERDONO MIS ERRORES PASADOS
    PERDONATE POR LOS ERRORES PASADOS
    DEJA QUE ELLOS SALGAN DE TU MENTE…
    EL UNICO LUGAR DONDE SIEMPRE ESTUVIERON
    ENGANCHADOS COMO UN DOLOR AGUDO QUE DESTRUYE TU VIDA
    DEJA DE IMPONERTE LA AGONIA DE LA CULPA
    Y MIRATE ACTUANDO EN EL PASADO COMO UN NIÑO…
    SIN DISCERNIMIENTO… SIN MADUREZ…
    DESDE ENTONCES TU HAS CRECIDO.
    Y LOS ERRORES CONTRIBUYEN A ESTE CRECIMIENTO
    HOY NO ACTUARIAS DE LA MISMA FORMA
    NO PUEDES CAMBIAR EL PASADO..
    PERO PUEDES CAMBIAR TUS PENSAMIENTOS SOBRE EL PASADO
    PODEMOS CONTROLAR NUESTRAS ACTITUDES
    MODIFICA TUS PENSAMIENTOS Y CAMBIARAS
    EL MUNDO Y LO QUE TE RODEA

    La aceptacion es la respuesta a todos mis problemas de hoy. Cuando estoy confusa, mi vida es ingobernable. Hasta que acepto que es lo que tengo preparado para mi en ese momento. Necesito centrarme en lo que debe ser cambiado en mi vida y en mis actitudes. Acepto mi adicción y acepto las personas, las cosas, los lugares y las situaciones tal y como son sin intentar cambiarlas.

    Reconozco que he aceptado mi enfermedad.Entonces tiene que haber algo de lo que yo  me quiera recuperar. Mi enfermedad es comer compulsivamente, no estar gorda ni ser miserable. Hacer una lista de lo que necesito para aceptarme. Cualquier cosa que intento cambiar a traves de mi mente es un desastre. Yo acepto que es un hecho en la vida que yo no puedo extender los brazos y volar. Yo tengo que hacer lo necesario para estar bien y cuidarme. La vida es mas facil si acepto la situacion. Tener una vida con disciplina y dedicar tiempo a como me siento en esta vida y a rezar. Aceptacion de las personas y las situaciones.

    Si no puedo aceptar la situacion, pierdo los nervios. Y entonces al verlo «despierto» y tengo conciencia. Y pienso de un modo practico lo que me conviene hacer. Y al escribir y pensar en lo practico a hacer me desconecto de la locura anterior. La aceptacion va seguida de ciertas acciones :

    • rezar (2horas) para calma y serenidad
      -mirar con claridad cual es la situacion, si me dejo desbordar ya no soy capaz de entender con claridad y hablar con el padrino
      -mirar objetivamente cual es la situacion
      -mirar la situacion y darme cuenta de que no puedo cambiar la situaion y si aun asi me resulta dificil pues debo rezar
    • y trabajar los resentimientos que me produce
      -descansar, respirar profundo
    • ver las alternativas a tomar y tomarlas

    Si tiene remedio, ¿por qué te quejas?
    Si no lo tiene, ¿por qué te quejas?
    Henry Ford

    Hay una gran diferencia entre “desahogarse” y “quejarse”. Mientras que quien se desahoga vacía la tensión poniendo palabras a una situación dolorosa, la queja, por el contrario, niega el propio poder y se resiste a aceptar y a asumir la realidad que toca.

    Mientras que el desahogo se establece desde el compartir y el aceptar, la queja, sin embargo, se desenvuelve sin una visión de conjunto y en el seno de una infantil rabieta. La queja olvida la transitoriedad de todos los estados mentales y la constante fluidez de las ideas.

    Todo problema tiene solución, como todo veneno su antídoto. Sin embargo, si la solución posible no es inmediata o si ésta, todavía, no se deja ver porque tiene la puerta bloqueada, conviene aceptar la situación con urgencia de modo que la presión emocional no arrastre a todo el sistema y el único escape que pueda vislumbrarse sea una estéril queja.La queja es regresiva porque paraliza la acción y bloquea el futuro. La queja señala que algo en la mente del que la padece, todavía no acepta la frustración producida por las expectativas previas.

    ¿De qué sirve quejarse? A nadie beneficia el canto mediocre de alguien que se autoniega. Todos sabemos que si el problema tiene remedio, lo que debemos hacer es actuar, y si no lo tiene, recordemos que la copla quejumbrosa ni resuelve ni mejora, en todo caso, ofusca y oscurece bloqueando las brisas del alma.

    ¿Acaso el hecho de recrearse en el victimismo alivia la frustración que produce lo que no salió como uno esperaba? Sentirse una víctima del destino, ¿acaso no es una opción interna?

    La diferencia entre aceptar las cosas tal como son actualmente y estar frustrado porque las cosas no son como quisiéramos que sean.

    Cuando no aceptamos los hechos, lo que realmente es como es, cuando escapamos hacia algo llamado “lo que debería ser” es decir un ideal, una ilusión, algo que no existe, esto es, lo opuesto de‘lo que es’, entonces el conflicto es inevitable.

    Cuando uno es incapaz de mirar, observar y aceptar lo que realmente estamos sintiendo, entonces evadimos lo que es, como es, evadimos la verdad, la realidad, entonces PROYECTAMOS un ideal, “lo que debería ser” esto crea el conflicto, y crea nuestro DOLOR EMOCIONAL.

    Si son ustedes serios, y quieren aprender a vivir sin conflictos emocionales, verán que existe una manera de vivir en la que no hay ninguna clase de conflicto.

    Si les interesa esto, si realmente les importa y quieren vivir una vida más plena, si desean encontrar un modo de vivir en que no exista ese sentido de LUCHA y de esfuerzo inútil, entonces, por favor, presten cuidadosamente atención a lo siguiente:

    El conflicto existe cuando, haciendo caso omiso de lo que es como es, defendemos la creencia de que “debería de ser” de otra manera. En ese momento, estamos defendiendo el conflicto, defendiendo el dolor, el sufrimiento, no aceptamos lo que es como es, lo resistimos, eso causa nuestros sufrimiento emocional.

    ¿Por qué los seres humanos nunca han querido enfrentar “lo que es como es” y siempre han estado intentando escapar de ello, y de esa manera siguen sufriendo?
    Francisco Jaramillo.

    Quiero aportar a este texto, entre algunas otras reflexiones propias, las siguiente frases de Bruce Lee, que para mi es un referente, más que como maestro de artes marciales o como actor, como filósofo (carrera que estudió en California). Son algunas de sus reflexiones y pensamientos sobre la aceptación o autoaceptación de nosotros mismos en cada momento y circunstancias:

    “Ser uno mismo favorece el surgimiento de relaciones verdaderas, y la aceptación del ser conduce al cambio.”
    “Lo que ES resulta más importante que lo que DEBERÍA SER. casi todas las personas observan lo que es pensando en cómo debería ser.”
    “Es el Ego el que se planta rígidamente frente a las acosas que vienen desde fuera, y es esa rigidez del Ego la que nos impide ACEPTAR todo aquello que nos toca enfrentar.”
    “La realidad se manifiesta cuando dejas de comparar. Lo que es surge únicamente cuando no se realiza ninguna comparación, y vivir con lo que es significa estar en PAZ.”
    “Para liberarte, observa atentamente lo que haces normalmente. No condenes ni apruebes; limítate a observar.”
    “El condicionamiento obstruye nuestra visión de la realidad. No la vemos tal como es debido a nuestro adoctrinamiento, torcido y distorsionado.”
    “La sucesión del verano y el invierno se convierte en una bendición en el momento en que renunciamos a la fantasía de la primavera eterna.”
    “El roble es poderoso, pero será destruido por un viento también poderoso porque ofrece resistencia a los elementos; el bambú se flexiona con el viento, y al hacerlo sobrevive.”
    “No añadas preocupación a tus problemas, acepta los hechos y afróntalos, ¿No resultan ya suficientemente problemáticos como para que les añadas el agravante de preocuparte por ellos?”

    Realmente opino, basado en mi propia experiencia, que no aceptarnos como somos en cada momento nos crea conflictos mentales, luchas internas inútiles y sin sentido alguno que nos desgastan, quitan energía, estresan, dan ansiedad… por sentirnos en un estado que según nuestra opinión, no debería ser. ¿Quien no tuvo alguna vez en su vida pensamientos como?:

    “Esto NO DEBERÍA estar pasándome.”
    “Mi pareja DEBERÍA quererme por todo lo que hice y no haberme dejado.”
    “NO DEBIERA sentirme así porque…”
    “Otra vez igual, DEBERÍA HABER APRENDIDO y no dejar que me pasara de nuevo lo mismo.”
    “Le quería mucho, DEBERÍA poder llorar ahora que ha muerto.”
    “Soy tonto, NO DEBERÍA echarla de menos despues de lo que hizo.”

    NO estoy diciendo que debamos resignarnos o conformarnos a no poder cambiar lo que somos o las circunstancias que tenemos actualmente, o incluso que tengamos que aguantarnos con lo que hay…. no es eso, sino que aceptemos tan solo que ACTUALMENTE nos sentimos así, que pensamos así… que estamos así.

    Pienso que solo desde esa aceptación del como SOY actualmente y del como me siento puede provenir la energía y la claridad mental que nos haga poder cambiar o transformar lo que queremos modificar de nosotros mismos o de nuestras circunstancias para ser cada dia mas como queremos ser.

    Si empleamos la energía que malgastamos en luchar interna y constantemente contra nosotros mismos, (pensando todo el tiempo en lo que debería ser y lo que no es)  …si nos aceptamos humildemente (sabiendonos humanos, con los puntos fuertes de cada uno, pero tambien con nuestras debilidades) y a nuestras circusntancias actuales, obtendremos un DOBLE BENEFICIO, por un lado una PAZ INTERIOR que nos resultará muy reconfortante tras tanta lucha y desgastante conflicto interno, y por otra parte, una CAPACIDAD y CLARIDAD MENTAL aumentada para observar las situaciones y resolver mejor nuestros problemas diarios así como para planear las cosas que deseamos cambiar, para aprender de lo que hemos vivido o experimentado, para ver con claridad lo que queremos en nuestra vida y lo que no queremos… etc.

    Cuando luchamos contra nuestra mente, contra nosotros mismos, lo que queremos modificar se hace mas fuerte, se atrinchera… pero en cambio, cuando lo aceptamos y entendemos que actualmente es así, ese pensamiento nos transforma y ayuda a ser como queramos ser en el futuro.

    “Para aceptarse a sí mismo, hace falta humor. Los arrogantes y los soberbios son, en la mayoría de los casos, personas sin ningun sentido del humor. ¡Ay de quien les arañe el pedestal!.” ANSELM GRÜN.
    “Es el ego el que se planta rígidamente frente a las cosas que vienen desde fuera, y es esa rigidez del ego la que nos impide aceptar todo aquello que nos toca enfrentar.” BRUCE LEE.
    “Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.” FACUNDO CABRAL.
    “Aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de tu sufrimiento.” GERARDO SCHMEDLING.
    “Si aceptas sufrir, sufrirás la mitad de tu vida, si no aceptas sufrir, sufrirás tu vida entera.” CONFUCIO.
    “Sólo si me siento valioso por ser como soy puedo aceptarme, puedo ser auténtico.” JORGE BUCAY.
    “La causa principal de infelicidad no es nunca la situación en la que te encuentras, sino lo que piensas acerca de ella.” ECKHART TOLLE.
    “Si eres flexible, te mantendrás recto.” LAO TSÉ.
    “La confianza no viene de tener siempre la razón, sino de no tener miedo a estar equivocado.” PETER MCINTYRE.
    “Cuando trato de cambiar lo que hay en mí de desagradable luchando contra ello, lo único que consigo es ocultarlo. Si lo acepto, saldrá a la superficie y se evaporará. Si intento resistirme a ello, seguirá perviviendo obstinadamente.” ANTHONY de MELLO.
    “La manera positiva de conformarse se llama aceptación y la manera negativa se llama resignación.” JORGE BUCAY.
    “Cada rechazo de lo que es y de lo que existe, es una gota más de sufrimiento y angustia que estamos añadiendo a nuestras vidas.” CLEMENTE FRANCO JUSTO.
    “Lo terrible no es ser ciego, sino el hecho de no aceptar la ceguera.” JOHN MILTON.
    “Cualquier emoción (amor, odio, rabia, culpa, deseo, rechazo, vacío) que nos negamos admitir y expresar, la viviremos en forma de ansiedad.” ANÓNIMO.
    “El Ideal de nuestro Ego de ser diferentes de lo que somos nos conduce al agotamiento.” DEBBIE FORD.

    ACEPTACION VS RESIGNACION. NO ES LO MISMO

    Resignarte: Congelas tu vida en una situación pq es lo que crees que te ha tocado vivir a pesar, de no ser ‪#‎feliz‬.

    Aceptar: Aceptas lo que no depende de ti pero pones el foco en lo que si y sigues avanzando por el camino que te hace feliz.

    En muchas ocasiones, creemos estar aceptando una situación, cuando en realidad estamos resignándonos a la misma. ¿Cuál es la diferencia?

    Son dos actitudes muy diferentes, ya que la Resignación nos hará sufrir, ya que seguimos esperando que la situación sea de otra forma y no como es en la actualidad. Y en ocasiones, me esfuerzo en cambiarla. Sin embargo, cuando aceptamos, asumimos la realidad, sin pretender cambiarla, sin sufrir por ella, y eso nos permite seguir proyectando en la vida, buscando mejores opciones en otro camino.

    Cuando no es aceptación…es resignación.

    Creemos aceptar una situación cuando conseguimos “sobrevivir” a ella, cuando la olvidamos…sin embargo, estamos resignados a ella… cuando no nos  movemos  en la dirección que deseo en mi vida, sino que quedo atrapado/a  en la situación de la que me resigno, compadeciéndome de mi mismo/a, sintiéndome víctima de la situación, y no haciendo nada al respecto, ya que en contadas ocasiones me digo a mi mismo/a  “esto es lo que hay, no puedo hacer nada”.

    De esta forma, me esclavizo a la situación, me ato a ella, me bloqueo en mi vida, ya que creo que esto es lo que me ha tocado vivir y no busco más opciones. Me resigno.

    La aceptación es felicidad

    Por el contrario, cuando acepto una situación, a pesar de que me disgusta, significa que sigo buscando otro camino para mi felicidad, he descubierto  que éste no es mi camino, que esto no me hace feliz, sin embargo, en ésta ocasión o situación, ha ocurrido así.

    No por ello me bloqueo, no por ello pienso que siempre será así, sino que aprendo de ésta experiencia y sigo mi camino. La aceptación es algo así, como no ir contra-corriente, sino aprovechando las situaciones para aprender en la vida. Siempre existe la posibilidad de re-dirigir mi vida.

    La aceptación es respeto

    La aceptación también es respeto, ya que, cuando acepto a una persona tal y como es, desaparece el deseo de cambiarla, la respeto profundamente, y posteriormente decido si me conviene o no, la relación con esa persona, si me siento o no respetada también por ella.

    La resignacion impide superar el proceso de duelo

    Por ejemplo, cuando me resigno ante el fallecimiento de una persona querida, sufro por ello, me siento enfadado/a con la vida y con el mundo, no lo admito, quiero cambiar esa situación… Y esto es una etapa normal del duelo, pero puede convertirse en un proceso duradero y presente en la vida de aquella persona que realmente no llegue a aceptarlo nunca.

    Aceptar el fallecimiento significa haber superado el duelo. Aceptar el fallecimiento, supone dejar de sufrir, no sentir enfado, y poner rumbo a tu vida de nuevo, que sigue y que tiene mucho más que ofrecerte, en éste caso, la aceptación es la etapa final de un duelo sano.

    ¿Aceptar o resignar?

    Aceptar o Resignar, se convierten en dos caras de la misma moneda, porque necesitamos “pasar página y olvidar” lo sucedido, necesitamos seguir viviendo.

    Si en mi vida aparece la Aceptación de todo lo que me ocurre, seré el dueño de la misma, superando los obstáculos y encontrando la felicidad en el camino de lo aprendido. Si por el contrario, me resigno, permanecerá conmigo siempre el dolor y el sufrimiento.

    Veamos la diferencia entre aceptar y resignarse con un ejemplo. Imagina que vas circulando por una carretera de tierra, llueve y, de repente, tu coche se queda atascado en el barro. Ante esta situación puedes:

    Aceptar lo que ha sucedido

    Resignarse

    “De   acuerdo, la situación es la siguiente: mi coche está hundido en el fango, está   lloviendo, yo sol@ no podré sacarlo de dentro y no tengo cobertura en el móvil.”

    “¡Que   mala suerte tengo! ¿Por qué me tiene que suceder esto a mí? ¡No tengo   cobertura en el móvil! ¡Yo sól@ no puedo sacar el coche de aquí! ¡No puedo   hacer nada!”

    Aceptar que se ha atascado el coche significa que acepto la situación porque la he comprendido, significa que acepto la realidad de la vida como un orden perfecto, respeto los designios de la vida porque, aunque no entienda en este momento porqué me está sucediendo esto, tiene algún sentido en el orden del universo que es más global que uno mismo.

    Aceptar significa que fluyo con la situación, dejo a un lado mis creencias y actúo con sabiduría con lo que la vida me está dando en este mismo momento. La realidad externa es neutra, no es buena ni mala. Es la interpretación mental que yo hago de un hecho lo que lo convierte en bueno o malo.

    Si acepto algo que no he comprendido, no lo he aceptado, me he resignado.
    Cuando acepto la situación se abre ante mí la posibilidad de hacer algo al respecto:

    Aceptar lo que ha sucedido

    Resignarse

    “Ok.   Acepto la situación. Y ahora… ¿qué hago?”

    “¡Que   mala suerte tengo! ¡No puedo hacer nada!”

    Cuando acepto la situación puedo responsabilizarme de la realidad que estoy viviendo y adoptar una actitud constructiva. Resignarme comporta lamentarme y adoptar el papel de víctima, quejándome  de que el coche está en el barro, o bien resolver la situación desde el resentimiento.

    Un hecho que ya ha sucedido no lo puedo cambiar, pero sí puedo cambiar lainterpretación mental que yo haga de ese hecho. Si mi interpretación del hecho me trae sufrimiento es que me he resignado. Si la interpretación del hecho me deja paz en mi interior es que lo he comprendido y aceptado.

    Aceptar lo que ha sucedido

    Resignarse

    “Voy a   esperar a que pare de llover y luego saldré a buscar a alguien que me ayude.”

    “¡Que   mala suerte tengo! ¡No puedo hacer nada!”

    Desde la aceptación voy a ver una nueva forma de resolver el conflicto.

    La diferencia entre aceptar o no es: cuando me resigno, pienso que la vida me sucede y creo resistencia a los hechos que son contrarios a mis propósitos, cuando acepto lo que me ocurre, fluyo con la vida y aprendo de cada situación que se me plantea.

    Vivimos una época en la que muchos no estamos del todo contentos con lo que hacemos, con nuestro trabajo con nuestra vida en general, pero por una razón u otra hemos decidido resignarnos con ello o simplemente aceptarlo y, de una manera o de otra,  seguir para adelante. De hecho,  una de las frases más repetidas y pronunciadas en los últimos tiempos es el famoso… “Esto es lo que hay”

    Y yo me pregunto… aceptar este “esto es lo que hay” ¿es bueno o malo? ¿nos ayuda a convivir con una realidad que consideramos inevitable? ¿ es una forma de tirar la toalla o es una forma de afrontar la realidad? Pues de esto vamos a hablar hoy, pues no es lo mismo aceptar lo que nos pasa, que resignarnos con lo que nos pasa.

    ¿Qué es la resignación?

    “La resignación es un suicidio cotidiano” Honoré de Balzac.

    La resignación es una actitud que se adopta ante la vida, a veces tratada como una suerte de virtud; algo así como una postura estoica para hacer frente a todo tipo de adversidades.

    Psicológicamente hablando podríamos clasificarla como una especie de resiliencia pasiva.
    Otras veces es interpretada como una característica de aquel que no está dispuesto a luchar, del que se da por vencido, del que acepta el destino sea éste cual sea y aunque resulte perjudicial.

    La resignación tiene cierto parecido a la paciencia, aunque esta última puede tener un fin o propósito utilitario que en el caso de la resignación es más discutible. Se podría decir que la diferencia fundamental es que la paciencia es un recurso que se pone en práctica para lograr un objetivo, en ocasiones unida a la perseverancia, mientras que la resignación va unida a la renuncia y a la negación de cualquier posibilidad para alcanzar objetivo alguno.

    ¿Qué es aceptación?

    Hay tantas realidades como puntos de vista. (José Ortega y Gasset)

    Con origen en el término latino acceptatio, el concepto de aceptación hace referencia a la acción y efecto de aceptar. Este verbo, a su vez, está relacionado con aprobar, dar por bueno o recibir algo de forma voluntaria y sin oposición.

    La idea de aceptación se refiere a que una persona aprende a vivir con sus errores; es decir, que acepta su pasado y de esta manera, puede encarar el futuro con una nueva perspectiva y aprovecha las oportunidades que brinda la vida.

    Aceptar es dejar de pelearse con el pasado, es entender que todo lo que me pasó facilitó mucho de lo que soy y lo que aprendí. Aceptación es la integración de mi pasado, y de mi presente, e incluso de mi futuro.  No tiene que ver con ninguna lucha, ni con un conflicto, y no tiene que ver con abandonar un ideal, porque el ideal está en un segundo plano, en el futuro.

    ¿Es lo mismo aceptación y resignación?

    No, para nada, no nos confundamos:

    Si acepto algo que no he comprendido, no lo he aceptado, me he resignado.

    Aunque a simple vista pueda parecer los mismo, aceptar y resignarse son los polos opuestos de la actitud que no toma ante los hechos que ocurren, así que vamos a ir viendo las diferencias con un ejemplo práctico:

    Ejemplo: Trabajo en una empresa desde hace años. Estoy trabajando bien y estoy apunto de ser promocionado/a.

    Cuando estoy a punto de conseguirlo, la empresa se fusiona con otra y quedan congelados todos las promociones, en concreto, el puesto que tanto esperaba, ya no está vacante, pues hay una persona de la empresa fusionada que ya lo esta ocupando. Resultado:  me quedo sin ascenso.

    Ante esta circunstancia se pueden tomar dos caminos:

    Aceptar lo que ha sucedido

    Resignarse

    “De   acuerdo, la situación es la siguiente: mi empresa se ha fusionado con otra y en la otra empresa ya había una persona desempeñando el puesto al que yo aspiraba, me quedé sin él”

    “¡Que   mala suerte tengo! ¿Por qué me tiene que suceder esto a mí? ¡Siempre me toca lo malo!¡No puedo   hacer nada!”

    Cuando acepto la situación se abre ante mí la posibilidad de hacer algo al respecto:

    “Ok.   Acepto la situación. Y ahora… ¿qué hago?”
    “¡Que   mala suerte tengo! ¡No puedo hacer nada!”

    Como veis son dos actitudes muy diferentes, ya que la resignación nos hará sufrir, ya que seguimos esperando que la situación sea de otra forma y no como es en la actualidad. Y en ocasiones, la persona se esfuerza en cambiar la realidad.

    Cuando aceptamos, asumimos la realidad, sin pretender cambiarla, sin sufrir por ella, y eso nos permite seguir buscando mejores opciones en otro camino.

    Cuando acepto la situación puedo responsabilizarme de la realidad que estoy viviendo y adoptar una actitud constructiva. Resignarme comporta lamentarme y adoptar el papel de víctima, quejándome  de que el coche está en el barro, o bien resolver la situación desde el resentimiento.

    Aceptar lo que ha sucedido
    Resignarse
    “Voy a  esperar a que haya otra vacante y voy a luchar por ella. Si ya pensaron que era capaz antes ,lo seguirán pensando en cuanto se presente la ocasión. Yo sigo al pié del cañón”
    “¡Que   mala suerte tengo! ¡siempre me pasan este tipo de cosas! ¡No puedo hacer nada!”
    Como véis,  la realidad no se puede cambiar, pero lo que si podemos cambiar es lo que vamos a hacer nosotros con esa realidad.
    La resignación en la empresa
    La negación es un buen comienzo, la aceptación un excelente avance. (Luís de Landa)
    La resignación (el paso que sigue a la indignación) es el peor enemigo para la gestión de personas en una organización, ya que la falta de interés y el escaso compromiso pueden llevar a una reducción del rendimiento. Es tarea de RH reaccionar y trabajar en su recuperación, pero el empleado resignado también debe poner de su parte.
    Honoré de Balzac decía que “la resignación es un suicidio cotidiano”. ¿Qué me dice del talento resignado? Sin duda, el peor de los enemigos en cualquier empresa que se precie. Ahora que sobran los motivos para llegar a ese lamentable estado es el momento de reaccionar, inventar y trabajar en su recuperación.
    Según David Comí, socio director de Incrementis , al talento resignado lo reconoceremos porque
    Siempre dudan de si algún objetivo concreto se puede alcanzar.
    Piensan siempre en ideas y propuestas, no en hechos.
    Se quedan sólo en buenas intenciones.
    Bajan los brazos al instante.
    Sienten miedo al fracaso.
    No pasan a la acción, se quedan quietos.
    Se dicen, ‘nunca seré capaz de hacerlo’.
    Sólo ven defectos”.
    José Luis Gugel, Managing Partner en Ray Human Capital España, suma a estos defectos:
    Falta de interés,
    Escaso compromiso
    Reducción del rendimiento
    ¿Cómo salir de este estado de ánimo?
    Comí propone que para ayudar a estos profesionales a salir de su estado de conformismo,  no hay nada como ponerles en evidencia. ¿Cómo? Desarrollando, dentro de la empresa,  un entorno orientado a estimular a las personas para que actúen.
    Comí propone recurrir a frases tan sencillas como: ¿Tú qué propones?. Este tipo de frases“Hace que el talento busque objetivos propios y soluciones para mejorar. El talento sólo si siente que forma parte de la solución, se activa al 100% y entrega su voluntad para que sus acciones resulten efectivas y aporte resultados a la organización”.
    Javier Cantera, presidente de BLC,  plantea tres estrategias:
    Sacar el talento de su zona de confort. Movilizar al empleado cambiándole el reto, el puesto e incluso su área de pensamiento. Hay que buscar soluciones distintas desde personas diferentes.
    Entronizar el compartir. Es momento de ideas colectivas y no individuales. Más allá del grupo, la comunidad (red social), los colegas, el benchmarking, etcétera. El profesional valora sus pequeños éxitos si se comparan con los fracasos externos.
    Favorecer los emprendedores internos. Identificar la diferencia basada en el negocio que debemos explorar. El talento debe movilizarse en retos nuevos fruto de emprendedores internos.
    La comunicación interna: La medicina contra los resignados. Cantera propone trabajar la comunicación interna, el estilo directivo e implantar una estrategia abierta. Señala tres acciones.

    1. Política de comunicación activa. Transparente y realista. Pero con optimismo inteligente. Este término de la psicología positiva es básico: en época de entornos cambiantes debemos ser inteligentes, utilizar el sentido común pero sin abandonar un perfil positivo de fondo.
    2. Estilo directivo “optimalista”. Este término también procede de la psicología positiva e indica que no es momento de perfeccionismo sino de posibilismo. Dentro de las soluciones posibles debemos escoger desde una visión optimista. Este estilo directivo da serenidad por su realismo y, a su vez, transmite positivismo por su actitud.
    3. Apertura a las soluciones posibles. Es el momento de la innovación y el emprendedor interno. No sabemos dónde está la solución, por tanto busquemos que el talento se ilusione con las ideas y los cambios que podemos introducir.
      Concluyendo
      Es cierto que la realidad y las cosas que nos pasan, son las que son y  que en la vida hay mucho de “esto es lo que hay”, pero lo que es realmente importante es nuestra actitud ante estos hechos y lo que decidimos hacer a partir de ellos.
      Para terminar me gustaría comparar esta actitud a la que podemos tomar a cuando perdemos el autobús y vemos como este se marcha en nuestras narices. Cuando esto nos pasa podemos hacer dos cosas:
      Quedarnos con cara de tontos, resignarnos y quedarnos  sentados en el banco de la parada, lamentándonos porque ya no llegamos a esa cita que tanto esperábamos.
      O,  podemos asumir que lo perdimos, echar a correr e intentar cogerlo, o buscar alternativas para llegar a nuestra cita de otra manera.

    Lo que tengo claro, es que los primeros (los resignados) se quedará allí sentados, lamentándose. Los segundos (los que aceptan lo que pasó)  llegarán a dónde se proponen. Quizás un poquito más tarde, pero llegarán.

     
    ACEPTAR LA PARTE INJUSTA DE LA VIDA
    1.A todos nos va a tocar alguna vez, sin merecerlo
    2.las injusticias forman parte de la vida, ni son un castigo ni fruto de la mala suerte
    3.darle vueltas a lo que no controlas o lo que no depende de ti es un gasto inutil de energia
    4.abandona el victimismo y centra tu atencion en lo que dependa de ti

    1. a veces cerrar la carpeta es dejar de prestarle atencion

    cuando aceptes tus defectos nadie podra usarlos en tu contra

    aceptar a las personas tal y como son sin querer cambiarlas, ni siquiera me acepto tal y como soy y eso que a mi si me puedo cambiar

    aceptacion no es resignarse
     
    Leí en este periódico que Raquel Hollis había recibido 400.000 «me gusta» a su foto en bikini. Una foto en la que se mostraba tal y como ella es físicamente. Una mujer normal con sus estrías y su flacidez fruto de su maternidad. Decía además que animaba a todas las mujeres a aceptarse y disfrutar, y agradecía de forma sincera el estado de su cuerpo porque era fruto de sus tres hijos. Y que la única opinión que le importaba era la de su marido, que la seguía encontrando tremendamente sexi.
    Lo mejor de la foto es la sonrisa sincera y honesta, relajada y serena con la que aparece Raquel. No es una sonrisa de quien intenta convencerse a sí misma, ni de quedar bien, ni la de alguien que finge un optimismo como tapadera de su frustración.
    Y aquí es donde radica la felicidad: en la aceptación de lo que uno es, por dentro y por fuera. Y no confundamos aceptación con resignación, con no crecer y con falta de esfuerzo. Dice Raquel que parte de su flacidez se debe al esfuerzo enorme que ha hecho para perder el peso de los tres embarazos.
    La palabra aceptar, dentro de este mundo competitivo, tiene connotaciones negativas. La confundimos con dejadez, con no salir de la zona confortable y con la falta de implicación y de esfuerzo. Y en parte pudiera significar eso, pero solo en los contextos en los que las personas desean avanzar, se quejan, reprochan y se comportan como víctimas con lo que sí depende de ellos y no actúan.
    Pero realmente el concepto de aceptación forma parte de nuestro estado de bienestar. Se trata de esforzarnos con aquello que elegimos y depende de nosotros, y aceptar lo que no.
    5 cosas que deberías aceptar para ser feliz:

    1. El paso del tiempo. Buscar la eterna juventud, una cara sin arrugas, un cuerpo firme y prieto como cuando tenías 20 años, parecer sexualmente atractivo para los que son veinte años más jóvenes que tú, no solo es una esclavitud, sino que parece hasta ridículo. Esto no significa que tengas que dejarte en relación a tus hábitos de vida saludables y seguir siendo atractivo para ti y para los demás. Hacer ejercicio para estar sano y para disfrutarlo, cuidar tu piel, limpiar tus dientes, arreglarte y controlar el peso en los límites de lo que es sano.
    2. No puedes cambiar a la gente para que se ajuste a lo que tú deseas. Hay personas que no te convienen y que son tóxicas para ti. Acepta que igual no desean ser de otra manera para que tú seas feliz, y toma decisiones. Las personas no cambian por genial que tú seas. No necesitas convertirte en la persona perfecta para que te quieran como tú deseas. Igual es demasiado esfuerzo. Hay alguien ahí fuera que seguro que valoraría todo lo que ofreces o que encaja con la idea que tienes de amor.
    3. La parte injusta de la vida. Una separación que no esperabas, el desengaño de una amistad, un compañero de trabajo que te hace la vida complicada, un accidente o una enfermedad. Hay muchas situaciones que van a ocurrir ajenas a tu intervención y fuera de responsabilidad. Pasa página, acepta que la vida tiene sabores y sinsabores, y que estos no están relacionados con tu calidad como persona. Las mejores personas no son las que tienen la mejor vida. Porque a todos, tarde o temprano, nos llega un infortunio. Aceptar que eso forma parte de las reglas del juego de la vida te permitirá avanzar en lugar de quedarte pillado en el «¿y por qué a mí?».
    4. Aceptar que alguien a quien amas no te corresponda. Lo siento, es así. Estar detrás de esa persona, mandarle mensajes, mostrarte cómo eres y como no eres con tal de llamar su atención, es invertir energía en quien no te va a hacer caso, aunque seas la mejor persona del mundo. Cuando alguien te ama o está interesado en ti, te lo hace saber y lo notas. No hace falta siquiera que te esfuerces de más. Porque cuando coincide que tú le atraes y él o ella a ti, no hay que meter nada con calzador, todo fluye. El «ya se dará cuenta de lo maravilloso que soy» es engañarte. O compararte con otras parejas que haya tenido pensando que tú las superas. Todo esto le da igual. Si está para ti no hace falta que seas alguien diez, hace falta que seas tú mismo y que tú mismo le atraigas. Deja de machacarte la autoestima buscando cuál es el defecto por el que no te presta atención. No lo hay. Simplemente, no le interesas lo suficiente.
    5. Aceptar las emociones. Deja de huir de tus miedos y de tus sensaciones y de todo lo que te incomoda. La mayoría de las veces, emociones como la ansiedad, la tristeza y la frustración, son señales de algo, y te dan información. No trates de enmascararlas saliendo de compras para sentirte mejor. Trata de saber qué te pasa y por qué,0 y dale solución. En esta sociedad en la que solo se quiere ser feliz a toda costa, se ha terminado confundiendo el estado de serenidad y bienestar con la ausencia de problemas y momentos duros. Y es un error. Porque parte de la felicidad pasa por los pasos y los aprendizajes que tenemos en momentos difíciles de superación personal. No huyas de ellos, no consumas alcohol para sentirte mejor, no compres, no los evites. Solo escucha, reflexiona, y haz cosas, que no significa comprar cosas, que te ayuden a estar mejor.

    Aceptar no es resignación. Es una decisión inteligente que implica estar a gusto con aquello que no podemos cambiar, que no depende de nosotros o que nos supone una esclavitud que limita nuestro bienestar y serenidad.

    cuando no lo acepto, porque a mi? me resisto. Lo que se resiste, persiste. Genero mucho cortisol

    ACEPTAR A LAS PERSONAS TAL Y COMO SON Y NO COMO A MI ME GUSTARIA QUE FUERAN
    LAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS ESTÁN PARA SER ACEPTADOS
    Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma
    Los cambios más significativos comienzan a producirse cuando aceptamos las cosas tal y como son; tanto la aceptación de lo que nos viene dado por la vida, como la aceptación de nosotros mismos.
    En nuestras vidas cambiantes se producen muchas situaciones en las que no nos queda más remedio que aceptar las cosas tal y como nos vienen dadas, ¿Qué pasa cuando nos negamos a aceptar las cosas tal y como son?
    Cuando nos resistimos a los cambios, a lo que ya no forma parte de nuestro control, que no podemos hacer nada para evitarlo porque es algo que ya ha sucedido o está sucediendo. El negarlo solo hace que caigamos en el sufrimiento.
    Las circunstancias más claras donde la aceptación juega un papel fundamental son la muerte, el amor y el desamor.
    ¿Cómo negar la muerte, cómo negar un enamoramiento, cómo negar un desamor? – Pues sí, nos empeñamos en negar estas realidades que nada podemos hacer si se producen.
    No se trata de situaciones buenas o malas, se trata de realidades que son propias del ser humano, forman parte de nuestras vidas; produzcan alegría o tristeza, la emoción y su intensidad nos indica lo significativa que es esa experiencia para nosotros.
    Si no tienes fuerza para imponer tus propias condiciones a la vida, debes aceptar las que ella te ofrece.
    S. Eliot
    Necesidad de entender
    Nuestra tendencia hacia lo que escapa de nuestro control, es intentar darle una respuesta, conseguir una explicación que nos alivie. Necesitamos entender todo aquello que ocurre en nuestras vidas.
    Nos olvidamos que todo lo que intentamos comprender, va a ser el resultado de nuestras interpretaciones y experiencia, de explicaciones a las que queramos darle un sentido para finalmente convencernos y hacernos creer que esa es nuestra realidad.
    Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender.
    José Ortega y Gasset
    Nos perdemos en la razón, en las palabras, cuando toda verdad, toda realidad está dentro de nosotros; está en lo que sentimos, está en la emoción que experimentamos. Ir hacia ese sentimiento que nuestro propio cuerpo se encarga de mostrarnos es aceptar la realidad de lo que nos ocurre.
    La tendencia de ir hacia el razonamiento para explicar ciertas cuestiones como son las que tengan relación con el amor; son impedimentos y barreras que nos ponemos a nosotros mismos para no aceptar la realidad.
    El entendimiento es una tabla lisa en la cual nada hay escrito.
    Aristóteles
    ¿Qué sucede cuando no aceptamos lo que nos ocurre?
    Cuando enterramos esos sentimientos a los que no queremos atender, por no quedarnos sumidos en la tristeza, o tener miedo a que nos atrapen y nos hagan demasiado daño; un daño que creemos no ser capaces de sostener y de afrontar; estamos negando nuestra vivencia, nuestra existencia.
    Estamos enterrando nuestra esencia, dejamos atascadas muchas de las emociones que necesitan ser liberadas, necesitan ser vividas y experimentadas.
    Cuando hacemos esto nos estamos olvidando de una parte esencial de nuestra humanidad, no aceptando nuestras vulnerabilidades, creyendo que estamos por encima de ellas.
    El cuerpo se encarga de darnos las señales pertinentes en forma de alerta para que en algún momento decidamos sacar todo aquello que tenemos estancado (rabia, tristeza, enfado, irá, etc.), al no hacerlo nuestra energía a su vez se queda estancada y como resultado aparece la enfermedad y la desconexión con nosotros mismos y nuestra felicidad.
    Aprendiendo a aceptar
    El desarrollo personal y el aprendizaje se produce cuando estamos dispuestos a aceptar nuestros sentimientos y emociones tal y como aparecen, sin pasarlos por el filtro de la razón de forma que los modifique, los reprima y los apague.
    Podemos tener en cuenta que la razón va a necesitar ofrecer una explicación a lo que está sucediendo, pero al quedarnos ahí anclados estamos desviando la atención hacia lo que experimentamos.
    El verdadero aprendizaje ocurre cuando estamos dispuestos a aceptar, dejándonos sentir cada una de las emociones que brotan ante cada una de las circunstancias por las que pasamos.
    Es así como nos transformamos siguiendo el flujo de la vida. Puesto que todo aquello que negamos y no estamos dispuestos a aceptar nos someterá a la desvinculación con nosotros mismos, con todo lo que ello implica.
    Cuando aceptamos hechos inevitables en nuestras vidas podemos sentir la tristeza con gran intensidad, pero el sentirla es precisamente lo que nos libera de ella, para seguir avanzando y dar lugar a nuevas emociones, vivencias y experiencias.
    En el momento que comenzamos a aceptar lo que nos ocurre, comenzamos a aceptarnos a nosotros mismos. Estamos preparados así para perdonar y perdonarnos, para seguir fluyendo hacia nuevas experiencias, dejando brotar la energía, dejándonos sentir vivos.
    La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón.
    Leon Tolstoi
    ACEPTAR QUE LA VIDA TRAE PROBLEMAS


    LOS PROBLEMAS DESAPARECEN TAN PRONTO COMO SE ACEPTAN


    “Si sientes miedo, sientes miedo. ¿Para qué convertir el asunto en un problema? Reconoce que tienes miedo, al igual que posees dos manos. ¿Para qué crear un problema? Es como si te preguntaras por qué tienes una nariz, en lugar de dos.


    El miedo está allí y lo único que debes hacer es tomar nota y aceptarlo. Acéptalo y no te preocupes. Verás que súbitamente desaparece.


    Esa es la alquimia interior: los problemas desaparecen tan pronto como se aceptan, pero se agrandan y complican cuando se entra en conflicto con ellos. Claro que hay sufrimiento y con él viene el miedo. Pero acéptalo porque no hay nada que puedas hacer al respecto. No pienses que estoy hablando de pesimismo al decir que no puedes hacer nada al respecto. Cuando digo que no hay nada que puedas hacer, te estoy dando la clave para solucionar el problema.


    El sufrimiento es parte de la vida y del crecimiento, y no hay nada de malo en él. El sufrimiento se convierte en algo malo solamente cuando es destructivo, y no se utiliza para crear; el sufrimiento se convierte en algo malo solamente cuando la persona sufre y no aprende nada de su sufrimiento. Yo quiero decirles que cuando el sufrimiento deja lecciones es una fuerza creadora.


    La oscuridad es bella cuando insinúa la pronta aparición del alba; la oscuridad es peligrosa cuando es interminable y no insinúa un amanecer. Es peligrosa cuando sencillamente se perpetúa y la persona continúa moviéndose como autómata en la rutina de su círculo vicioso. Esto te puede suceder si no estás alerta: por querer salir de un sufrimiento, terminas creando otro, y para escapar de ese creas otro, y luego otro, y así sucesivamente.

    Y todos esos sufrimientos que no has vivido continúan aguardándote. Han escapado, sí, pero simplemente para caer en otro sufrimiento, porque la misma mente que creó el primer sufrimiento, crea también los siguientes. El sufrimiento siempre estará ahí porque es una creación de la mente.


    Acepta el sufrimiento y atraviésalo; no escapes. Es una dimensión completamente diferente en la cual debes trabajar.


    El sufrimiento está ahí; sal a su encuentro, atraviésalo. El sufrimiento estará ahí, de modo que acéptalo. ¿Qué temblarás? ¡Entonces tiembla! ¿Para qué fingir que no tiemblas, que no sientes miedo? Si eres cobarde, pues acéptalo.


    Todas las personas son cobardes. Aquellas a quienes llamamos valientes solamente están fingiendo porque muy en el fondo son tan cobardes como el resto del mundo. En efecto, son quizá más cobardes porque para crear su cobardía se han fabricado una máscara de bravura y tratan de actuar de tal manera que nadie piense que son cobardes. Su bravura es apenas una fachada.


    ¿Cómo podemos ser valientes? La muerte está ahí. ¿Cómo podemos ser valientes si somos apenas hojas sacudidas por el viento? ¿Cómo podría no temblar una hoja? Cuando el viento sopla, la hoja se estremece. Pero nunca acusamos a la hoja de cobarde. Sólo sabemos que está viva. Así, cuando tiemblas y el miedo se apodera de ti, eres como una hoja al viento -¡hermoso! ¿Para qué formar un problema de ello?


    Pero la sociedad todo lo ha convertido en problema.


    Cuando un niño siente miedo de la oscuridad le decimos: “No tengas miedo, sé valiente”. ¿Por qué? El niño es inocente; es natural que sienta miedo en la oscuridad. Pero lo obligamos a ser valiente y a esforzarse por serlo. Entonces, se llena de tensión y se limita a soportar la oscuridad; todo su ser está tenso y listo para temblar, pero el niño se reprime. Ese temblor reprimido lo perseguirá durante toda la vida. Habría estado bien temblar en la oscuridad; no habría nada de malo en ello. Habría estado bien llorar y correr y refugiarse en los brazos de sus padres, no había nada de malo en ello.


    Ese niño habría salido de la oscuridad con mayor experiencia y mayor conocimiento. Después de temblar y sollozar en la oscuridad se habría dado cuenta de que en realidad no había nada que temer. Al reprimirlo, nunca logras experimentar el fenómeno en su totalidad y no extrae de él lección alguna.


    La sabiduría viene con el sufrimiento, a través de la aceptación. Cualquiera que sea la situación, siéntete a gusto en ella…


    ¡Eres hermoso! Acéptalo y, no importa lo que suceda, permite que pase y vive la situación.
    El sufrimiento no tarda en convertirse en aprendizaje, en cuyo caso se convierte en una fuerza creadora.


    El miedo te dejará intrepidez y la ira te dejará compasión. Al comprender el odio, nacerá en ti el amor.


    Pero eso no sucede creando un conflicto, sino viviendo con la consciencia alerta.


    Acepta y atraviesa la situación”
    Osho


    cuando trato de cambiar lo que hay en mi de desagradable… luchando contra ello, lo unico que consigo es ocultarlo.
     
    Si lo acepto, saldra a la superficie y se evaporara.


    Si intento resistirme a ello, seguira perviviendo obstinadamente. Antony de Mello
    Aceptación no es conformarse con el presente, no se trata de estancarnos en el mismo lugar “porque nos aceptamos“, por el contrario, es un estado en el que se busca constante mejora, una cima más alta, la incomodidad de seguir trabajando en nosotros mismos cada día para  llegar a una nivel más alto.

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