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LA LEY DE LA CLARIDAD – CLARIDAD MENTAL

    En el momento en el que sabes lo que quieres, todo el mundo capta el mensaje y responde de forma adecuada.

    La falta de claridad traba la energía psíquica y te mantiene en un estado de confusión.

    La claridad te libera para poder seguir adelante y te abre nuevas puertas.

    Las decisiones firmes te sacan del estancamiento y te dirigen hacia la libertad.

    Si te preocupas y los pensamientos dan vueltas en círculo, estamos en oscuridad.

    Cuando tomas una decisión clara, se enciende la luz en tu cabeza y las fuerzas superiores del Universo ven esa luz y se colocan junto a ti para que tu visión se pueda materializar.

    Hay dos formas de activar esta Ley:

    Esperas pacientemente que el sol despeje la niebla y puedas ver dónde estás o tomas la decisión de caminar en cualquier dirección.

    La claridad es el primer paso hacia la libertad, y te ayudará a conseguir lo que tu corazón desea.

    Una decisión corta la conexión con otras posibilidades.

    Céntrate en la ruta que has elegido.

    La verdad, honestidad, autenticidad e integridad proceden de la claridad.

    Se claro al Universo con tus deseos y necesidades.

    Si no sabes lo que quieres, estás enviando un mensaje confuso.

    Los pensamientos y decisiones claras, atraen del Universo lo que precisas en tu vida.

    Solicita lo que necesitas y ten confianza en que se te dará.

    ADIOS A LA CONFUSION

    Cómo enfrentar pensamientos confusos

    Todo el mundo en algún momento de su vida se enfrenta a pensamientos confusos e inquietantes y mucha gente vive oprimida por ellos.

    ¿Qué está bien? ¿Quién está en lo cierto? ¿Qué puedes hacer cuando hay tantos puntos de vista diferentes?

    Aquí tienes algunas recomendaciones para intentar enfrentarte a ese tipo de pensamientos.

    1.-Primero, si el pensamiento te angustia, relájate, bien meditando, dando un paseo, leyendo o escuchando música.

    2.-Cuando estés más calmado, estudia el pensamiento con objetividad, como si el pensamiento fuera algo remoto.

    La confusión puede ser sobre temas prácticos (como cómo arreglar algo) o sobre temas emocionales o intelectuales (filosofía, política, etc.). Encuentra cual es el tema y el tipo del proceso de pensamiento. El tema es el más fácil y es la primera cosa que tienes que reconocer. El tipo es normalmente emocional.

    + Un ejemplo puede ser (para un estudiante) sentirse confundido sobre un problema de matemáticas difícil y luego sentirse enfadado o ansioso porque no puede solucionarlo. El tema es el problema, el tipo es el contexto emocional.

    3.-Intenta no involucrarte personalmente con el tipo o el tema.

    En un tema práctico como cómo preparar una receta, es fácil distanciarse, pero cuando es alguna cuestión personal es más difícil y tentador verse involucrado. Recuerda: es tu mente y tu tienes el control.

    4.-Separate de los pensamientos confusos.

    Puedes hacer esto distinguiendo mentalmente tu persona del pensamiento y ver que es un proceso diferente y que puedes dejarlo marchar.

    5.-Otras cosas que puedes hacer son las siguientes:

    +Intenta ver el asunto desde otro ángulo de manera que dos formas opuestas (o más) se puedan basar en tus experiencias personales, preferencias y percepciones. Algunos temas son imposibles de resolver y se vuelven más complicados cuanto más profundices.

    +La trampa es empezar a pensar que un tema está bien y el otro está mal, porque puede que los dos estén bien, o los dos estén mal. La confusión surge porque queremos involucrarnos en el asunto o queremos discutirlo.

    • Decide si puedes resolver los asuntos a partir de la ficción en que puede estar envuelta tu mente. Para aquellos temas que son imposibles de descubrir (como temas metafísicos o religiosos), intenta hacerte una idea y deja de lado lo que no puedes probar.
    • Nunca podrás resolver el asunto del problema si es algo que te preocupa personalmente. Si estás preocupado por algo, añadirás más confusión al preguntarte: “¿Por qué no puedo arreglarlo?¿Me pasa algo?”. Ten en cuenta que al intentar resolverlo estarás echándole más leña al fuego.

    Considera si puedes sacar información relevante de alguna fuente y pregúntate si es una buena fuente y por qué. Una fuente puede ser cualquier medio de comunicación (TV, internet, periódicos), wikipedia, facebook, etc., amigos, documentos oficiales, expertos y autoridades en varios temas y también las más cuestionables como la sabiduría, ideas o tradiciones populares o los cuentos de viejas (con estos últimos hay que tener cuidado porque, aunque se vaya repitiendo mucho y esté muy extendido, no tiene por qué ser cierto).

    Las fuentes de conocimiento no son siempre exactas pero muchas veces tomamos lo que queremos oír, aunque sean ideas contradictorias y no tengan sentido.

    Prueba a escribir lo que te pasa. De esta manera te expresarás y podrás ver más claros tus pensamientos. Puedes hacer una lista de pros y contras, una lluvia de ideas o cualquier cosa que se te venga a la cabeza. Esto te ayudará a construir confianza y a abandonar los pensamientos absurdos.

    6.-Si no puedes dejarlo ir, cambia el proceso de pensamiento e introduce un nuevo asunto como la tolerancia o la amabilidad contigo mismo o un modo más activo pidiéndole a alguien que te ayude.

    Siempre puedes hacer otras cosas o seguir examinando el asunto pero mira sus beneficios y considera si te hace bien. Considera tu atención hacia el tema en una forma consciente e inquisitiva como un proceso positivo en tu vida, uno que te devuelva la serenidad.

    TENER MI PROPIA OPINION DE LAS COSAS – MI SANO JUICIO

    El que me expliquen en que me he equivocado, teniendo la posibilidad de enmendar, no dar por hecho que no tengo remedio solo por el hecho de q  es mas fácil y no cuesta esfuerzo, tal vez eso hicieron con ellos, tal y como lo hago yo con los demás.

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