Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.
20 MAYO
«UN DÍA A LA VEZ»
Por encima de todo, toma las cosas un día a la vez.
— COMO LO VE BILL, p. 11
¿Por qué me engaño a mí mismo diciéndome que tengo que alejarme de la bebida solamente por un día, cuando sé muy bien que nunca debo beber otra vez en mi vida? No me estoy engañando, porque un día a la vez es probablemente la única manera en que yo puedo alcanzar el objetivo a largo plazo de mantenerme sobrio.
Si me resuelvo a nunca más beber mientras viva, creo las condiciones para un fracaso. ¿Cómo puedo estar seguro de que no beberé cuando no tengo idea de lo que me espera en el futuro?
En el plan de un día a la vez, tengo la confianza de que puedo estar alejado de la bebida por un día. Así es que empiezo con confianza. Al fin del día tengo la recompensa de haberlo logrado. El haberlo logrado me hace sentir bien y me da el deseo de más.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.
Por encima de todo, toma las cosas un día a la vez.
Cuando me dijeron que solamente por veinticuatro horas no consumiera, que esa era el objetivo pensé que no tenía sentido, ya que si soy impotente ante el alcohol y por ello a una multitud de sustancias y conductas, entonces que caso tenía que yo buscara la salida de pensar “hoy no bebo” y dejar abierta la posibilidad mental de “mañana sí”. Después pensé “hoy no bebo”, “mañana ¿quién sabe?”, mas hice a un lado cualquier tipo de reserva.
Al fin entendí que el Programa de un día a la vez me enseña a vivir aquí y ahora (hoy), pues evita que me quede crucificado con un brazo en el pasado, uno en el futuro y el resultado sea que no viva el presente y por tanto no pueda caminar para avanzar. Además me dio una solución que no había pensado, ya que mis “grandes metas” me llevaron a pensar “nunca volveré a beber” e irremediablemente llegaba el día en que volvía a consumir, no se me ocurría que era más fácil ponerme metas de corto plazo.
Una vez que fui aprendiendo a vivir el Programa sólo por hoy, pude darme cuenta que tampoco se trata de un autocontrol, pues si esto fuera, aún en el caso de que decidiera auto-controlarme por veinticuatro horas estaría en una constante lucha contra mis propias emociones que seguramente en algún momento del día no podría moderar ni dominar y me llevarían a beber, no sin antes haberme causado un estrago importante en mis pensamientos y actitudes, para conmigo y para con los demás, porque habrían de salir totalmente desbocadas ya que nunca he podido regular la intensidad de mis sentimientos, pensamientos y emociones.
Al entender que todo el Programa radica en que encuentre a mi Poder Superior, le deje mi enfermedad y procure tener y mejorar una relación con Dios, como yo lo concibo, entonces comprendo que por un día a la vez le entrego la carga de mi enfermedad para que Él que Sí Puede, tome mi enfermedad de la adicción y la haga a un lado por veinticuatro horas y me la devuelva mientras estoy dormido, para que al despertar vuelva a entregársela por completo (por lo menos así lo vislumbro yo) y de esta manera yo me encargue de accionar los principios espirituales que me van mostrando cada uno de los Doce Pasos con la finalidad de lograr un cambio profundo de personalidad, un despertar espiritual y con esta experiencia vaya adquiriendo un nuevo estado de conciencia.
Esta imagen de que mi enfermedad es una carga, de soltarla para que Dios la tome, y volverla a recibir me sirve para tener muy claro que yo no puedo controlar mi adicción (soy impotente); que no está en mi deshacerme de mis defectos de carácter y por tanto de mis emociones negativas y mis pensamientos nefastos (soy ingobernable); que no se elimina mi enfermedad (incurable); que si no mantengo mi suspensión diaria crece rápida y fácilmente (progresiva); y que si no me apego a la espiritualidad mi enfermedad de la adicción y/o emocional me quitará la dignidad, la poca cordura que logre y terminará conmigo (mortal), por eso me viene muy bien releer en Tal Como la Ve Bill el número 11 que dice:
“Dios no nos pide que tengamos éxito, sino solamente que tratemos de tenerlo. Sin duda, estás tratando, y has estado tratando de tenerlo. Así que no me alejaría de A.A. a causa de cualquier sentimiento de desilusión o de vergüenza. Es precisamente el lugar en donde debes estar.
¿Por qué no tratas de ser sólo un miembro? No es necesario que lleves a cuestas la totalidad de A.A.
Lo que cuenta no es simplemente la cantidad de cosas buenas que haces, sino también la calidad.
Sobre todo, hazlo un día a la vez”. (CARTA, 1956)
De esta manera, mi fe es algo muy eficiente y práctico pues la sustento en la demostración diaria de que los Doce Pasos funcionan pues lo veo en mis compañeros y en mí. Entonces tengo certeza de que siguiendo sus sugerencias sólo por hoy no consumiré y que estaré mejor habilitado para tener mis emociones en equilibrio. Por esto voy logrando tener la suficiente la tranquilidad, protección y confianza de que alcanzaré y mantendré la sobriedad.
¡Hoy es un día exitoso porque no he consumido y tengo equilibrio emocional!
Feliz Un Día A La Vez.