Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

6 ABRIL

«UN PROCESO PARA TODA LA VIDA»

Teníamos dificultades en nuestras relaciones inter- personales, no podíamos controlar nuestra naturaleza emocional, éramos presa de la angustia y de la de- presión, no encontrábamos un medio de vida, tenía- mos la sensación de ser inútiles, estábamos llenos de temores, éramos infelices, parecía que no podíamos servirles para nada a los demás…

— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 52

Estas palabras me recuerdan que yo tengo más problemas que el alcohol, que el alcohol es solamente un síntoma de una enfermedad más penetrante. Cuando dejé de beber empecé un proceso para toda la vida de recuperación de emociones turbulentas, de relaciones dolorosas y de situaciones inmanejables. Este proceso es demasiado para la mayoría de nosotros sin la ayuda de un Poder Superior y de nuestros amigos de la Comunidad.

Cuando empecé a trabajar los Pasos muchos de estos hilos enmarañados se deshicieron, pero poco a poco se fueron reparando los lugares más despedazados de mi vida. Un día a la vez, casi imperceptiblemente me sané. Disminuyeron mis temores como un termostato que se hubiera bajado. Empecé a experimentar momentos de alegría. Mis emociones se hicieron menos volubles. Ahora, de nuevo, soy parte de la familia humana.

Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

Yo que no podía y no veía como ser útil para los demás, que no sabía ser un auténtico servidor hoy he aprendido a trabajar con los demás en todos los asuntos de mi vida y se ha dado el milagro de vivir, sólo por hoy, en recuperación.

Una de las frases más conocidas en el argot de la recuperación es que “mi adicción es la punta del iceberg”, y yo no le entendía mucho de esto al principio hasta que cuando comencé a trabajar en mi Primer Paso realmente me puse a tratar de exponer todas mis consecuencias, ya que en un inicio solamente me había referido a las que relacionaba directa y algunas indirectamente a mi consumo, ya que comencé con mi historial en la intoxicación; después fui reconociendo cómo giraba mi vida alrededor del alcohol. Tuve que ir admitiendo que mi consumo era para vencer una serie de inseguridades, de miedos, que bebía cuando estaba enojado (resentimientos); cuando estaba eufórico (grandiosidad); cuando no era correspondido (auto conmiseración); cuando no obtenía lo que deseaba (frustración); cuando tenía una pérdida (depresión); cuando lograba imponer mis condiciones (prepotencia); cuando fantaseaba que podía controlar todo (soberbia); en fin por mi egoísmo.

Esta forma de sentirme incomprendido, inferior y por otro lado sentirme el controlador, superior y conocedor de la vida me creaban una serie de problemas emocionales que son la verdadera causa por la que consumo, ya que mis emociones negativas y mi forma de pensar insana son la causa de una serie de defectos de carácter que van desde la falta de sinceridad, el abatimiento, la depresión, la ira, la soberbia, la pereza, la lujuria, la avaricia y una serie de chuladas que no me permiten vivir y entonces consumo para sobrevivir.

Mi infelicidad la trataba de enmascarar con la euforia alcohólica; mi incapacidad para establecer relaciones interpersonales con las mujeres la disfrazaba de con el Casanova alcohólico que surgía; mi falta de seguridad para establecer una buena convivencia social incluso se sostenía de que sostuviera una copa en la mano; mis miedos, mis culpas me hacían llegar la ansiedad, angustia y desesperación que me hacían beber y entonces disfrazar mi depresión o ni siquiera lograrlo y aumentarla.

Una necesidad desesperada de reconocimiento, de aceptación y de pertenencia por parte de los demás, no sabía (cómo ahora me enseña el Programa) que lo importante era trabajar en mi interior, en mi espiritualidad para adquirir fortalezas y poder vivir bien conmigo mismo y no depender de los demás, pues muy claro dice el Tercer Paso que por mejor que se un ser humano si dependo demasiado de él algún día, alguna vez me fallará porque al fina y al cabo es humano y se equivoca.

Actuando de esta manera, es fácil que me confunda y piense que todos mis males, única y exclusivamente, están relacionados con el consumo, puesto que se hace más evidente; y al trabajar el Primer Paso y continuar con este auto conocimiento profundo con mi inventario moral del Cuarto Paso, descubro que todos estos defectos de carácter en que se ha sostenido mi mal modo de vivir, mi locura, mi inmoralidad, mi enfermedad son los que debo reconocer, aceptar y poner en manos de Dios para que Él se haga cargo por veinticuatro horas, ya que está demostrado con mi historia de vida que yo no pude.

Yo pensaba que era cosa de “hacer y dar los Doce Pasos para presentar el examen de cada uno” y de esta forma cambiar; sin embargo al darme cuenta -por la experiencia de mis compañeros que tienen bastantes veinticuatro horas- que es un Programa de vida y por tanto es para el resto de mi existencia, lo que me lo hizo más fácil fue saber que no tenía que resolver todo el problema de mi vida en un momento sino que un día a la vez.

He aprendido que el pasado ahí está y que el Libro Grande me promete que no tendré miedo de voltear a verlo, que no querré cerrarlo sino que le daré el valor que tiene esa experiencia para mí y para otros como yo; sé que no puedo saber siquiera que pasará en los próximo minutos, ni mañana, ni el mes que entra, ni el año próximo, entonces no debo preocuparme por ello (“¡si quieres que Dios se ría cuéntale tus planes!” ); así las cosas solamente me queda aplicar mi Programa y los Doce Pasos por este momento, por hoy y así hacer lo mejor posible en este presente continuo.

Al solamente trabajar con un Programa de veinticuatro horas, sólo por hoy sé que puedo ser útil si estoy en armonía con Dios, si unifico mi fuerza de voluntad a cumplir la Su Voluntad; en fin si estoy decidido a lograr mi despertar espiritual con un cambio profundo de personalidad para tener un nuevo estado de conciencia.

Yo que no podía y no veía como ser útil para los demás, que no sabía ser un auténtico servidor hoy he aprendido a trabajar con los demás en todos los asuntos de mi vida y se ha dado el milagro de vivir, sólo por hoy, en recuperación.

Felices 24 horas como parte de la familia humana.

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