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REFLEXIONES DIARIAS AA 1 ABRIL

    Reflexiones Diarias. Escritas por los A.A. para los A.A.

    1 ABRIL

    «MIRAR HACIA ADENTRO»

    Sin temor hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.

    — DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 39

    El Paso Cuatro es el esfuerzo vigoroso y cuidadoso para descubrir cuáles eran y cuáles son nuestros defectos. Yo quiero saber exactamente cómo, cuándo y dónde mis deseos naturales me deformaron. Quiero ver directamente la infelicidad que esto causó a otros y a mí mismo. Al descubrir cuáles son mis deformaciones emocionales, puedo empezar a corregirlos. Sin un esfuerzo voluntario y perseverante para hacer esto, puede haber para mí poca sobriedad o contento.

    Necesito tener un conocimiento claro y seguro de mí mismo para resolver emociones ambivalentes. Tal conocimiento no se logra de la noche a la mañana, y nadie tiene un conocimiento permanente de sí mismo. Cada uno tiene la capacidad para desarrollarse y conocerse a sí mismo por medio de un sincero enfrentamiento con la realidad. Cuando no evito los problemas sino que los enfrento directamente, siempre tratando de resolverlos, cada vez hay menos.

    Del libro Reflexiones diarias
    Copyright © 1991 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Todos los derechos reservados.

    Un trabajo de profundizar en el conocimiento de mí mismo, pues de otra manera no sé con exactitud qué es lo que me ha llevado a consumir; no sé contra lo que me he querido defender y/o evadir y por tanto, a lo largo de mi vida, he consumido.

    ¿Cómo iniciar un trabajo “sin temor”, cuándo siempre he tenido miedo?. Sí, ¡miedo a estar solo!, ¡miedo a ser rechazado!, ¡miedo a no cumplir las expectativas de otros y mías propias!, ¡miedo a que “Dios me castigue”!, ¡miedo a la oscuridad (física)! (le debería haber tenido miedo a la oscuridad del alma), ¡miedo a no tener!, ¡miedo a perder lo que tengo!, ¡miedo … miedo … miedo!

    Al leer el Libro Grande encuentro que el Cuarto Paso fundamentalmente va a encontrar el inventario de mis resentimientos y temores. Entonces ¿por qué me piden que haga algo “sin temor”, cuándo apenas voy a hacer la identificación de mis temores? Esto era un muy buen pretexto para poder darle la vuelta a este paso o por lo menos para diferirlo, y si le agrego que pensaba ¿por qué el Libro Azul comienza como resentimientos, luego temores y en lo que se refiere al instinto sexual dice “no somos árbitros; y el Cuarto Paso inicia con el inventario del instinto sexual?, ante mi confusión volví a releerlo, aunque en esa época no comprendía muy bien porque me quedé con la idea de que el Cuarto Paso en el Libro de los Doce Pasos es explícito en realizar un inventario equilibrado entre mis defectos y mis aciertos pero que el Libro Grande o el Texto Básico me hablaba primordialmente de resentimientos y temores.

    Al fin comprendí y para ello descubrí que podía establecer que “con valor” debía hacer un minucioso inventario moral de mí mismo, y esto implica que por esa minuciosidad y exhaustividad el inventario implica tanto mis defectos como mis fortalezas, pues en todo inventario existen las salidas del almacén, las entradas del mismo, los faltantes y los activos.

    Es un trabajo de profundizar en el conocimiento de mí mismo, pues de otra manera no sé con exactitud qué es lo que me ha llevado a consumir; no sé contra lo que me he querido defender y/o evadir y por tanto, a lo largo de mi vida, he consumido. Una vez que con toda sinceridad voy descubriendo mis resentimientos, contra qué personas e instituciones; porque los tengo; que causan en mí; y que podría haber hecho para contrarrestarlos, voy logrando un conocimiento de mi mismo, ya que además esto es sumamente importante para que, en su momento, pueda humildemente solicitarle a mi Poder Superior que elimine mis defectos de carácter e incluso me ayude a sostener y aumentar mis fortalezas.

    Cuando voy avanzando en el Programa, me doy cuenta que muchas veces no quiero enfrentar las dificultades de la vida, busco evadirlo y me escudo en el hecho de decir y decirme “hay que comprender y ser tolerante”, “es que también es un enfermo emocional”, “no arreglo nada porque de todas formas no entiende”, “así es y no va a cambiar”, y una serie de excusas que utilizo para darle la vuelta a un asunto cuando lo que debo de hacer, para actuar correctamente, es ser claro, honesto y asumir que tampoco puedo permitir denigrarme o ser denigrado por el hecho de considerar que estoy siendo tolerante, pues se  viene a mi mente aquello de “dónde haya error pueda llevar verdad”, “dónde haya sombras pueda llevar luz”, “dónde haya discordia pueda llevar armonía”.

    Gracias a mis compañeros, a mi guía espiritual y a Dios, con valor enfrento la tarea de comenzar a escribir, pues en fin el enfrentamiento es conmigo mismo y no debo sentir temor, pues si bien es muy probable que los remordimientos puedan surgir, debo considerar que el Poder Superior me devuelve el sano juicio y podré mirarlo con una óptica diferente, podré entender que todo esto que me avergüenza es consecuencia de mi enfermedad total (impotencia e ingobernabilidad = falta de control + pensamiento insano + emociones negativas).

    La sobriedad es lograr la abstinencia a través de perder la obsesión por consumir, admitiendo que soy impotente ante la sustancia, y trabajar en mi estabilidad emocional, combatiendo mi ego y poniendo mi vida y mi voluntad al cuidado de Dios para hacer Su Voluntad. Hacer un minucioso inventario moral de mí mismo, es una forma de auto conocimiento profundo para iniciar el camino de descenso del ego hacia la liberación, a ser libre de la enfermedad de la adicción y todo lo que ella conlleva.

    Felices 24 horas mirando hacia adentro.

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