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NIÑOS SOBREPROTEGIDOS

    Tus hijos no tendras exito gracias a lo que hayas hecho por ellos, sino gracias a lo que les hayas enseñado a hacer por ellos mismos

    Ann Landers

    CARACTERISTICAS DE MADRES SOBREPROTECTORAS

    “¡Mamá! Si me das todo, me quitas todo”.


     Alejandro Jodorowski

    Las madres sobreprotectoras forman hijos fuertes en valores y creencias, pero débiles en resolución de conflictos y toma de decisiones, el amor es tal vez la creación humana más maravillosa pero debe tener limites.

    A continuación, 33 síntomas que pueden presentar las madres sobreprotectoras, si eres una de ellas, ten en cuenta que todo exceso es perjudicial.

    1. Eres en extremo sensible y delicada
    2. Le temes al conflicto
    3. Te enfermas constantemente
    4. Eres ampliamente generosa con tu tiempo y dedicación
    5. Haces cosas por los demás dejandote a un lado a ti misma
    6. Tienes una gran necesidad de afecto
    7. Eres dependiente emocionalmente
    8. Eres complaciente y benevolente con los demás aún cuando sientes que no te agradecen lo suficiente
    9. Crees que servir y ayudar a los demás es la esencia de tu vida
    10. Te quejas constantemente y te victimizas ante las situaciones
    11. No permites que tus hijos se equivoquen y cometan errores
    12. Le das amor a la mayoría de personas que conoces y los sientes casi de tu familia
    13. Asumes responsabilidades de otros como propias
    14. Has permitido que las necesidades de los demás estén por encima de las tuyas
    15. Eres cariñosa y amorosa
    16. Es importante para ti ser necesitada por los demás
    17. Has solucionado los problemas de tus hijos incluso cuando ellos mismos lo habrían podido hacer
    18. Eres aduladora
    19. Justificas los actos de tus hijos aún cuando sabes que no son correctos o beneficiosos
    20. Te sientes inútil si no tienes a alguien a quien cuidar
    21. Sientes miedo al abandono
    22. Mientes acerca del comportamiento de tus hijos para hacer que queden bien ante los demás
    23. Para tí las cosas nunca están lo suficientemente mal porque siempre hay un lado positivo en cada situación
    24. Necesitas aprobación de los demás en las cosas que haces y piensas
    25. Consideras que tienes un “sexto sentido” para saber lo que otros están sintiendo
    26. Uno de tus grandes sueños ha sido ser madre
    27. En la niñez sentiste que tuviste que competir con tus hermanos por el amor de tus padres
    28. Sientes o has sentido que tienes una baja autoestima
    29. Evades los problemas minimizando sus consecuencias
    30. Es más sencillo para ti encontrar soluciones a los problemas de los demás que a los propios
    31. Sientes que te es sencillo ayudar a otros pero te cuesta trabajo pedir ayuda para tí misma
    32. Es una necesidad para tu estabilidad emocional que otros cuenten contigo y se apoyen en tí en sus decisiones y en especial en su supervivencia diaria
    33. Haces todo lo que sea necesario por tus hijos, incluso labores que ellos pueden realizar por sus propios medios

    A los niños no hay que darles lo que quieren para ser felices… solo hay que darles lo que necesitan:
    afecto, ternura, abrazos
    respeto y valoracion
    educacion y estimulos
    ejemplos
    limites con razones
    mucho tiempo

    sobreproteger es imponer al otro lo que éste no necesita. Por ejemplo, cuando «cuidamos» de alguien mediante cierto favores, consejos, mandatos o prohibiciones respecto a una determinada dificultad o «riesgo» que, en realidad, aquél podría perfectamente resolver por sí mismo, no estamos amándolo, sino sólo anulando su autonomía y su sentimiento de valía. Y, por supuesto, estamos fomentando su dependencia de nosotros. Dicho de otro modo, le estamos cortando las alas. Algunos de los mensajes inconscientes que le deslizamos con nuestra actitud sobreprotectora son los siguientes: «No eres capaz de hacerlo por ti mismo. No eres suficientemente válido. No confío en ti. Yo soy mejor que tú. ¡Adopta mis miedos! No quiero que te emancipes de mi dominio«

    proteger al mas debil. Si lo proteges no le dejas sacar todo su potencial y ver mis limites

    hay que protejer para que no se haga daño, para que no pase dolor, evitar el dolor a toda costa, pero el dolor forma parte de la vida
    «CUALQUIER AYUDA INNECESARIA ES UN OBSTACULO PARA EL DESARROLLO” -María Montessori
    “Los niños más felices y exitosos tienen padres que no hacen por ellos lo que son capaces de hacer por sí mismos.
    La intervención innecesaria hace que un niño se sienta mal consigo mismo (si es pequeño) o enojado con usted (si es un adolescente.)
    La tarea central del proceso de crecimiento es desarrollar un sentido de sí mismo que sea autónomo, seguro y realista. Si usted trata a un niño que ya camina como si no pudiera caminar, disminuye su confianza y distorsiona la realidad.
    Mantenerse al margen y permitir que los niños cometan errores es uno de los mayores retos de la educación de los hijos. Es difícil, pero necesario.”
    -Madeline Levine

    cuando sobreproteges a un hijo es porque tienes MIEDO. a mayor miedo mayor sobreproteccion
    Sobreproteger no es amar, es dañar y subestimar***
    A muchas personas les cuesta trabajo comprender cómo el darle todo a quien aman y tratar de protegerlo de todos los peligros – me refiero a padres y madres, al igual que a muchas parejas, hermanos y personas en general -, es algo que pueda hacer tanto daño afectando al ser amado en su seguridad, su confianza personal y su autoestima, en lugar de lograr su objetivo de hacerlo feliz.
    No alcanzan a comprender que, una manera muy efectiva de anular a una persona, es evitando que se esfuerce, que trabaje, que enfrente por sí mismo los retos y dificultades en su vida, que es la forma más efectiva para fortalecer las habilidades de todo individuo a través de la experiencia directa, el aprendizaje a través de prueba y error.
    Si los padres – o en cualquier otra relación, aquel que se considera “el fuerte” -, con la idea de que el otro no sufra (el débil), o no se tenga que arriesgar, hacen todo por él, lo están debilitando y minimizando. Es una muy clara de subestimar al otro y hacerlo sentir inferior e incapaz.
    Hay muchos padres de familia que, por culpa o por miedo de convertirse en “malos padres” – lo mismo ocurre en las otras relaciones donde se juegan los roles de fuerte & débil -, están dispuestos a darlo literalmente todo al ser amado, sin ser conscientes de que con esto están mermando sus capacidades, su creatividad y sus recursos.
    Para decirlo más directamente, están enviando el mensaje a la otra persona de no ser capaz, por sí misma, de lograr lo que necesita, que es débil y que, por tanto, tiene que depender de los demás pues no es lo suficientemente hábil para lograr las cosas.
    Por la otra parte, quien ofrece la sobreprotección, se coloca en una posición de superioridad: “Yo sí puedo con lo mío y con lo tuyo”; “Soy más capaz, más fuerte, tengo más poder que tú”. “Tú me necesitas, pero yo no te necesito”.
    Una persona que no se esfuerza para alcanzar lo que quiere o para superar sus limitaciones y a quien otros le resuelven la vida, se convierte en alguien perezoso, limitado, inseguro y se estanca en su desarrollo personal.
    El hombre o la mujer que carecen de iniciativa y desaprovechan sus potencialidades y fortalezas, se sienten inferiores y se ven lastimados en su dignidad y en su autoestima.
    Las víctimas eternas que “lo merecen todo” sin hacer nada.
    Aquellos individuos que recibieron todo en su infancia, sin tener que esforzarse o esforzándose muy poco, se convierten, de adultos en las víctimas eternas que sólo saben quejarse y reclaman constantemente cuando no reciben todo lo que quieren sin hacer nada para ello más que manipular.
    Esas personas fueron condicionadas por sus padres a que todo lo merecían con tan sólo extender su mano. Y como aprendieron eso en su familia, creen que todos los demás tienen la misma obligación de cuidarlos y cubrir todas sus necesidades.
    Son individuos que, muchas veces, se sienten incapaces de esforzarse, de realizar un trabajo digno, o de tratar para lograr hasta las cosas más sencillas, tratan de obtener todo sin esfuerzo, pues, en el fondo, tienen miedo de no ser capaces de lograr obtener algo a partir de sí mismos y esto, en el fondo, les genera una sensación de inferioridad ante los demás.
    Es muy frecuente ver la dificultad de personas, que han recibido todo, para esforzarse e intentar convertirse en sujetos responsables de sí mismos y menos de otros, simplemente porque no se sienten capaces, o porque no quieren perder su lugar de privilegio.
    Están convencidos de que todos los que están a su alrededor o cualquier otro, son los responsables de ellos y deben ayudarles siempre para resolver los problemas grandes o pequeños.
    Si el apoyo no llega, culpan a todos – y a la vida misma – de injustos, de egoístas por negarse a darles “lo que ellos merecen” simplemente porque sí.
    Sólo los padres más déspotas impiden que sus hijos desarrollen sus propios potenciales para vivir. Ellos creen que están haciendo bien, pero están empleando una forma de abuso al anular a sus descendientes.

    SECUELAS DE LA SOBREPROTECCION

    No debemos confundir proteger con sobreproteger. La protección hacia nuestros hijos es vital para ellos. Cuando son pequeños nos necesitan y dependen de nosotros para casi todo.
    Todos los animales, por instinto, protegen y cuidan de sus crías durante un tiempodeterminado, de manera que cuando la cría ya puede valerse por sí misma, comienza su andadura en el mundo en solitario, desprendiéndose de sus padres.

    En el caso de los humanos, esta protección es más prolongada en el tiempo y no solo eso, en muchas ocasiones, esta protección, que en principio servía para cuidar de nuestros hijos y mantenerlos seguros, puede convertirse en algo realmente dañino para su salud mental. Hablamos entonces de la sobreprotección.

    Podríamos decir que sobreproteger a un hijo es ir más allá de cubrir y satisfacer sus necesidades y cuidados básicos. Es pensar por el hijo, tomar decisiones por el hijo, solucionar todos los problemas del hijo. Es vivir por el hijo, cuando el hijo es, en esencia,una persona que debe desarrollar sus propias capacidades personales si quiere funcionar correctamente en el mundo.

    Son los típicos padres que están todo el día repitiéndoles a sus hijos: “No hagas eso que puedes lastimarte”, “No vas a ir a dormir a casa de tu amigo porque yo no conozco esa casa”, “No irás a la excursión porque los animales pueden ser peligrosos” y no y no y no.

    Lógicamente, con esta actitud solo inculcamos miedo a nuestro hijo y la idea falsa de que el mundo es un lugar peligroso.

    Por otro lado, estos padres son muy permisivos, en el sentido de que no suelen poner límites y normas claras que los niños entiendan e interioricen. Además de ésto, si los hijos violan esas normas difusas, ellos no establecen consecuencias definidas por miedo a dañar a sus hijos, cuando realmente las consecuencias sirven para educar, no para dañar.

    Tampoco les exigen obligaciones ni responsabilidades que por edad puedan realizar alegando a que “no quieren hacerlo”, “lo hacen mal” o “pobrecito que es muy pequeño”.

    Éstas son las creencias disfuncionales de los padres sobreprotectores. Ellos piensan que al sobreproteger a sus hijos, van a cuidar su autoestima, no van a dañar su salud mental porque no les van a crear disgustos ni frustraciones y además serán hijos felices porque “no les va a faltar de nada”.

    ¿Qué consecuencias puede tener la sobreprotección?

    Personas miedosas

    Tiene sentido. Si nos hemos pasado la vida advirtiéndole a nuestros hijos de absolutamente todos los “peligros”, por improbables o insignificantes que sean, que pueden encontrarse en su vida, andarán por el mundo con miedo a lo “que pueda ocurrir”.

    Además, si nunca le hemos dado las herramientas para que sepan afrontar y solucionar sus problemas por ellos mismos, serán incapaces de enfrentarse a ellos solos e incluso pueden hacerse dependientes de alguien que les “saque las castañas del fuego” cada vez que se encuentren en una situación complicada.

    Personas dependientes

    Como he comentado en el punto anterior, si no les enseñamos a tomar sus propias decisiones, a gestionar su propia vida o a solventar sus problemas, siempre dependerán de alguien para hacerlo porque realmente es que no saben hacerlo solos.

    Ésto a su vez, crea problemas de autoestima ya que si uno percibe que no sabe manejarse por la vida por sí mismo o que nunca toma la iniciativa en nada, su autoconcepto será, desgraciadamente, el de un “inútil” que siempre necesita a otro a su lado.

    Baja tolerancia a la frustración

    Como sus padres siempre se han asegurado de que no sufran por nada ni se frustren cuando no consiguen lo que quieren, dándoles todo lo que piden en el momento que lo piden y minimizando su dolor. No han aprendido a tolerar que las cosas no siempre salen en la vida como a uno le gustaría y nos guste o no, esta es la realidad. 

    Puede ser que bajo el cobijo de la familia el hijo sienta que lo tiene todo y que los padres son una especia de sirvientes que están a sus pies cuando ellos lo necesitan.

    Pero, tarde o temprano, la vida y la sociedad les dirá que ésto no es así y que hay cosas que inevitablemente nos harán daño y nos crearan frustración. Lo más probable es que reaccionen a las frustraciones con ira, exigencias e incluso agresividad lo que les puede llevar a tener dificultades en las relaciones sociales y en la vida en general.

    Anulación del desarrollo de las capacidades personales

    Si siempre estamos anticipándole al niño lo que le va o no a ocurrir, si no le dejamosequivocarse para aprender y si lo hacemos todo por ellos, evidentemente, estamos capando su capacidad de aprendizaje.

    Si antes de que el niño tenga ganas de orinar, ya lo estamos obligando a ir al baño “porque no vaya a ser que luego te entren ganas y no encontremos un sitio para hacerlo”,él no sabrá identificar por sí mismo sus propias señales fisiológicas cuando necesite ir al baño.

    Si no le dejamos caerse, nunca aprenderá qué es lo que debe hacer y lo que no debe hacer. Las personas aprendemos por consecuencias negativas y positivas debido a nuestras experiencias directas, por lo que es indiscutible la necesidad de que el niño experimente con el mundo para aprender a manejarse mejor en el futuro.

    Como siempre digo, todo lo que se aprende, también se desaprende y ésto es lo positivo. Ahora tú, que eres ese niño sobreprotegido pero ya adulto, es tu responsabilidad de reeducarte para crecer como persona y para mejorar.

    Y tú, como padre que se acaba de identificar con este artículo, te diré que todavía estás a tiempo de cambiar tu mentalidad si quieres ayudar a tu hijo a ser una persona autónoma, independiente y feliz. No sobreprotegerle, es el mejor regalo que le puedes hacer.

    ¿QUÉ CONSECUENCIAS PUEDE TENER LA SOBREPROTECCIÓN?

    No debemos confundir proteger con sobreproteger. La protección hacia nuestros hijos es vital para ellos. Cuando son pequeños nos necesitan y dependen de nosotros para casi todo.

    Todos los animales, por instinto, protegen y cuidan de sus crías durante un tiempo determinado, de manera que cuando la cría ya puede valerse por sí misma, comienza su andadura en el mundo en solitario, desprendiéndose de sus padres.

    En el caso de los humanos, esta protección es más prolongada en el tiempo y no solo eso, en muchas ocasiones, esta protección, que en principio servía para cuidar de nuestros hijos y mantenerlos seguros, puede convertirse en algo realmente dañino para su salud mental. Hablamos entonces de la sobreprotección.

    Podríamos decir que sobreproteger a un hijo es ir más allá de cubrir y satisfacer sus necesidades y cuidados básicos. Es pensar por el hijo, tomar decisiones por el hijo, solucionar todos los problemas del hijo. Es vivir por el hijo, cuando el hijo es, en esencia, una persona que debe desarrollar sus propias capacidades personales si quiere funcionar correctamente en el mundo.

    Son los típicos padres que están todo el día repitiéndoles a sus hijos:

    “No hagas eso que puedes lastimarte”
    “No vas a ir a dormir a casa de tu amigo porque yo no conozco esa casa”
    “No irás a la excursión porque los animales pueden ser peligrosos” y no y no y no. Lógicamente, con esta actitud solo inculcamos miedo a nuestro hijo y la idea falsa de que el mundo es un lugar peligroso.
    Tampoco les exigen obligaciones ni responsabilidades que por edad puedan realizar alegando a que “no quieren hacerlo”, “lo hacen mal” o “pobrecito que es muy pequeño”.
    Éstas son las creencias disfuncionales de los padres sobreprotectores.
    ELLOS PIENSAN QUE AL SOBREPROTEGER A SUS HIJOS, VAN A CUIDAR SU AUTOESTIMA, NO VAN A DAÑAR SU SALUD MENTAL PORQUE NO LES VAN A CREAR DISGUSTOS NI FRUSTRACIONES Y ADEMÁS SERÁN HIJOS FELICES PORQUE “NO LES VA A FALTAR DE NADA”.
    1.personas miedosas. si nos hemos pasado la vida advirtiendole a nuestros hijos de absolutamente «todos»los peligros, andaran por el mundo con miedo a  «lo que pueda ocurrir»
    2.baja tolerancia a la frustracion. lo mas probable es que reaccionen con ira, exigencias e incluso agresividad lo que les puede llevar a tener dificultades en las relaciones sociales y en la vida en general. Esto a consecuencia de haber obtenido de manera sencilla todo lo que le pedian a sus padres
    3.personas dependientes. si no les enseñamos a tomar sus propias decisiones, siempre dependeran de alguien para hacerlo porque realmente es que no saben hacerlo solos. Esto a su vez, crea problemas de autoestima, su autoconcepto sera, desgraciadamente, el de un «inutil» que siempre necesita a otro a su lado.
    4.anulacion del desarrollo de las capacidades personales.las personas aprendemos por consecuencias negativas y positivas debido a nuestras experiencias directas, por lo que es indiscutible la necesidad de que el niño experimente con el mundo para aprender a manejarse mejor en el futuro.
    cuando se sobreprotege a quien se ama se puede estar obligando a que, construya sus propias prisiones.

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